El salto de longitud, una de las disciplinas más emblemáticas del atletismo, podría experimentar un cambio histórico en su reglamentación. Este domingo, durante el Mitin ISTAF Indoor en Düsseldorf, se probará por primera vez un nuevo sistema que elimina la tradicional tabla de batida y la sustituye por una zona de despegue de 40 centímetros. Esta innovación busca reducir la cantidad de intentos nulos y hacer la competición más dinámica, aunque no está exenta de controversia entre los atletas y expertos de la disciplina. Algunos atletas fueron tajantes respecto a esta determinación.
Fue el campeón mundial y olímpico Miltiadis Tentoglou quien alzó la voz y calificó de “mierda de perro” a la modificación que intentan imponer desde la World Athletics (WA) durante el Mundial indoor de Glasgow 2024. “Necesitas correr como un velocista y llegar a la tabla perfectamente; esta es la parte difícil del salto de longitud. El salto en sí es fácil. La parte difícil es la carrera. Así que si quieren eliminar esto, el salto de longitud sería la prueba más fácil. Si eso sucede, ya no haré longitud. Me pasaré al triple”.
Por su parte, el legendario Carl Lewis, considerado el mejor saltador de longitud de la historia, también expresó su desacuerdo. A través de su cuenta de Twitter, comparó el cambio con modificar las reglas de otros deportes: “¿Entonces por qué no agrandar la canasta para los tiros libres? Porque mucha gente los falla. ¿Qué opinas?”, cuestionó el estadounidense, dejando clara su oposición a la eliminación de la tabla de batida.
El nuevo sistema consiste en una zona de batida de 40 centímetros, dentro de la cual los atletas deben iniciar su salto. Si el despegue ocurre fuera de esta área, el intento será considerado nulo. Según explicó Jon Ridgeon, director ejecutivo de WA, en el podcast Anything But Footy, la medida responde a un problema recurrente en la disciplina: “En el Campeonato Mundial de Budapest (2023), un tercio de todos los vuelos fueron nulos. Eso no funciona. Eso es una pérdida de tiempo”. Con esta innovación, la distancia del salto se medirá desde el punto exacto donde el pie del atleta despega hasta el lugar de aterrizaje en el foso, utilizando cámaras de alta tecnología para garantizar la precisión.
El tema generó controversia dentro del mundo del atletismo, ya que la alemana Malaika Mihambo, campeona olímpica en Tokio, ve con buenos ojos la iniciativa. “Al final, esto puede hacer que el salto de longitud sea más emocionante. Los saltos óptimos son más probables con la zona de despegue, porque los atletas no solo tenemos que orientarnos en la tabla, sino que podemos usar todos los aspectos para un punto de despegue óptimo. Estoy feliz de probarlo”, opinó.
En la misma sintonía, Cheick-Idriss Gonschinska, presidente de la Federación Alemana de Atletismo (DLV), destacó el valor de experimentar con nuevas ideas en el deporte: “Las innovaciones son la base de todo desarrollo. Y la filosofía del salto de longitud es saltar lo más lejos posible. El nuevo enfoque es muy interesante. Hay que ver cómo funciona en la práctica y qué lecciones aprender”.
El salto de longitud, presente en los Juegos Olímpicos desde su primera edición en 1896, enfrenta un momento crucial en su historia. Mientras algunos ven en esta propuesta una oportunidad para modernizar la disciplina y hacerla más accesible, otros temen que se pierda la esencia técnica que la ha definido durante más de un siglo. La prueba en Düsseldorf será el primer paso para determinar si este cambio revolucionario tiene cabida en el futuro del atletismo.
World Athletics planea probar este sistema en varios eventos a lo largo de 2025. Si los resultados son satisfactorios, la zona de batida de 40 centímetros podría implementarse oficialmente en el Mundial Ultimate, programado para septiembre de 2026 en Budapest. Sin embargo, Jon Ridgeon dejó claro que la decisión final dependerá del éxito de estas pruebas: “Si no pasa la prueba, nunca lo introduciremos”. Cabe destacar que esta nueva zona de batida recuerda a la utilizada en el atletismo adaptado, específicamente en el salto de longitud F11 para atletas con discapacidad visual. Este antecedente podría servir como referencia para evaluar la viabilidad del sistema en competiciones convencionales.