El tenista de los Estados Unidos Tommy Paul avanzó en el Dallas Open tras vencer a su compatriota Jenson Brooksby por 6-7(6), 6-3, 6-4, en un partido que quedará marcado no solo por el resultado, sino por un punto espectacular que rápidamente se convirtió en candidato a la mejor jugada del año en el circuito ATP.
El tercer cabeza de serie del torneo, que es el campeón defensor del certamen, sorprendió al público con un golpe inusual en el segundo set. Con ventaja de 1-0 y 30/0 en su servicio, Paul corrió hacia el fondo de la cancha para responder un revés con efecto de Brooksby y, en una fracción de segundo, ejecutó un tiro de espaldas y sin mirar que aterrizó dentro de la línea lateral. La reacción de su rival, quien solo pudo aplaudir incrédulo, reflejó la magnitud del golpe.
“Definitivamente no tenía ese tiro”, admitió Paul en diálogo con el sitio oficial del circuito. “Supongo que hoy sí lo tuve, pero ese tiro sale, probablemente, una de cincuenta veces”. Más allá de la sensación del jugador estadounidense, los comentaristas de la transmisión de TV no ocultaron su emoción por la jugada que vieron. “Es ridículo”, expresaron cuando se reprodujo la acción en cámara lenta.
El punto llegó en un momento clave del encuentro, cuando Paul intentaba sostener su ventaja tras haber perdido el primer set. “Pensé en pegar un tweener (Gran Willy), pero decidí darle hacia arriba porque así tenía más posibilidades de meterla”, recordó el estadounidense. “Pero luego pensé, ‘¿Sabes qué? Da igual. He estado fallando, ¿qué es un fallo más?’”.
Más allá de este punto extraordinario, Paul sigue enfocado en su camino en el torneo, donde enfrentará en la próxima ronda a su amigo y compatriota Ethan Quinn. El entrenador de Quinn, Brad Stine, también es el coach itinerante de Paul, lo que añade un condimento especial a su siguiente desafío.
Además de su gran actuación en Dallas, Paul vive un momento especial en su carrera tras haber alcanzado el noveno puesto en el ranking mundial. Sin embargo, el estadounidense asegura que no se conforma con este logro. “No es mi objetivo final”, declaró. “Reajustas los objetivos después de lograr uno, y ahora solo estoy centrado en eso. Siempre me siento un poco incómodo cuando la gente me felicita por algo”.
Paul también destacó el papel clave de su equipo de trabajo en su crecimiento como tenista. “Estoy orgulloso del trabajo que he hecho, pero más aún de las cosas que hago fuera de los torneos”, explicó. “Y estoy orgulloso de mi equipo. Creo que sin ellos no estaría donde estoy”.
Desde 2020, Paul trabaja con Brad Stine, entrenador que en el pasado dirigió a Jim Courier. La relación entre ambos ha sido fundamental para su evolución dentro del circuito. “Es muy fácil estar con Tommy. Desde el punto de vista profesional, es un jugador que está dispuesto a trabajar y a dedicarle tiempo”, comentó Stine. “Pero fuera de las pistas también es una persona con la que es muy fácil pasar tiempo y con la que es divertido estar. Y eso lo hace agradable. La mayor parte del tiempo, el trabajo no parece un trabajo”.
El ingreso de Paul al Top 10 no cambia su ambición de seguir mejorando y alcanzar nuevos hitos en su carrera. Su gran objetivo es la conquista de un Grand Slam, un desafío que pocos jugadores lograron concretar. “Creo que todos queremos eso, ¿no?”, expresó. Sin embargo, más allá de los títulos, Paul valora la posibilidad de vivir del tenis: “Es fantástico y muy agradable no tener que ganarte la vida sentado tras un escritorio. Disfruto haciendo lo que me gusta y ganando dinero con ello, es una especie de sueño”.