Cada paso de Faustino Oro por el mundo del ajedrez sigue despertando la atención de los expertos y entendidos. El niño argentino de 11 años, un prodigio con una capacidad asombrosa en el dominio de este juego, no sólo causa admiración al momento de una victoria, sino que también deslumbra su comportamiento a la hora de las derrotas. En la histórica cita anual, el Torneo Tata Steel, que finalizó el último fin de semana en Wijk Aan Zee, Países Bajos, el pequeño Fausti cumplió una destacada labor pese a los resultados alcanzados en la tabla final de posiciones: jugó 13 partidas, ganó 3, empató 1 y perdió 9, provocando un descenso de 12 puntos de Elo (así se llama al sistema de puntuación en el ajedrez) en el ranking internacional, además de no lograr su inmediato objetivo, la conquista de una performance de gran maestro. Entonces, ¿por qué los avezados maestros creen que su actuación fue positiva y diferentes organizadores le cursan invitaciones para jugar en sus torneos?
“Para mi Faustino tuvo una gran actuación en el torneo Challenger de Tata Steel; a su acostumbrada rapidez para el cálculo ahora le ha agregado una gran capacidad de lucha para resistir en posiciones difíciles e incluso consiguió dar vuelta el resultado frente a rivales muy fuertes y experimentados”, le señaló a Infobae Fernando Peralta, el gran maestro y N°2 del ranking local, que reside en Barcelona desde hace más de veinte años y último ajedrecista argentino que disputó esta competencia en 2013.
“Hace tiempo que tenemos en la mira al niño argentino, Faustino Oro. Por lo que puedo afirmar que no se trata de un producto del marketing, porque eso en el ajedrez no es posible, sino que lo suyo es talento puro, ya que de lo contrario su fama duraría sólo unos minutos”, aseguró por su parte el maestro internacional español Marcelino Sión Castro, de 67 años, y director del torneo anual Magistral de León, una de las más célebres competencias del mundo del ajedrez, que para su próxima edición, la 38ª, que se llevará a cabo en la primera semana de julio, contará con la presencia del pequeño Faustino junto a una de las grandes leyendas de este juego, el indio Viswanathan Anand, y el 6° mejor jugador del ranking de España, Jaime Santos Lasa.
Por esto, y acaso para comprender lo que transmite este niño a la hora de desplazar los trebejos sobre el cuadriculado tablero y que no pasa inadvertido para los más avezados a este juego, debería analizarse en qué contexto se llevó a cabo su participación en el torneo de Países Bajos. El festival de ajedrez de Tata Steel se trata de una tradicional competencia dividida en tres secciones: el torneo de Maestros (llamado también el Wimbledon del Ajedrez), el torneo Challenger (el que jugó Faustino y que premia a su ganador para jugar en la categoría superior al año siguiente) y el torneo de aficionados (que en la última edición contó con más de 400 inscriptos). La mayoría de los campeones mundiales, con excepción de Bobby Fischer, tomaron parte de estas competencias que se desarrollan desde hace 87 años.
Faustino Oro, el ajedrecista que posee la plusmarca mundial de ser el maestro internacional más joven en el historial de este juego (en 2024 alcanzó el logro con 10 años 8 meses y 16 días) fue invitado a jugar el torneo Challenger, que reunió a 14 maestros (9 de ellos con el título de gran maestro y los otros 4, de maestro internacional), y en cuya preclasificación, “el Messi del ajedrez” fue ubicado en el penúltimo lugar de la tabla dada la fuerza de su ranking. Fausti posee 2433 puntos de Elo y ocupa el puesto 1245° entre los jugadores federados del mundo.
Es decir, sólo un jugador, en este caso la maestra rumana, Irina Bulmaga, de 32 años y Elo 2401, tenía un puntaje inferior al niño argentino. El resto de los jugadores lo superaban en edad y también en fuerza de juego; más de la mitad de sus rivales lo aventajaban en más de 1000 puestos en el ranking de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según el acrónimo francés).
Bajo ese panorama, Faustino debía sumar 7,5 puntos para alcanzar su primera norma de gran maestro (son necesarias tres para obtener el título). Por ello su actuación debía rozar la hazaña. Y los milagros no siempre suceden y esta vez no fue la excepción.
Sumó tres victorias, una frente al único rival con menor fuerza de Elo (la rumana Bulmaga), y otras dos antes adversarios que lo aventajaban en 100 y 600 puestos en el ranking (la china Lu Miaoyi Lu, Elo 2441 y 1170° del ranking, y la india Divya Deshmukh, Elo 2493 y 664°). Luego alcanzó un empate ante el local, Arthur Pijpers (Elo 2472 y 847°), y sumó nueve derrotas ante los nueve grandes maestros participantes: Thai van Nguyen (República Checa, 2673 Elo, y ganador de la prueba con 9,5 puntos), Frederik Svane (Alemania, 2668), Nodirbek Yakubboev (Uzbekistán, 2668), Ediz Gurel (Turquía, 2624), Aydin Sukeymanli (Azerbaiyán, 2623), Erwin L´Ami (Países Bajos, 2617), Benjamin Bok (Países Bajos, 2593), Kazybek Nogerbek (Kazajistán, 2527) y Vaishali Rameshbabu (India, 2476). Con un matiz no menor: los nueves grandes maestros además de estar un peldaño por encima de Faustino (él es maestro internacional), todos ellos están una categoría por encima de la fuerza de juego del niño; ellos juegan habitualmente con rivales de su misma o mayor fuerza (Elo), y en esta clase de torneos, cada uno de los nueve grandes maestros forzaron al máximo cada posición esperando el error de Faustino, ya sea por resistencia física (se trata de un niño de 11 años) o por experiencia (el chico hace sólo 4 años que aprendió a jugar al ajedrez). Sólo así se comprende que en cada choque frente a los grandes maestros, Faustino jugó más de cinco horas diarias porque sus rivales no se convencían de acordar un empate pese a la paridad de la posición de juego. Así de cruel es el deporte en la alta competencia. Pese a todo, Faustino consiguió subir un escalón de la preclasificación y finalizó en el puesto 12°.
“Sobre la actuación de Faustino, mi visión es que jugó aceptablemente contra jugadores de su misma fuerza o de 2500 puntos de Elo. Tuvo problemas con los rivales más duros, los de más de 2600 de Elo. Creo que esto es habitual en los jugadores jóvenes y algo parecido de esto se vio en su actuación en el último campeonato argentino. Ojalá que esta experiencia lo convierta en un jugador más fuerte” le contó a Infobae, el gran maestro y médico pediatra Diego Valerga.
En tanto, Leandro Perdomo, maestro internacional y uno de los entrenadores del niño argentino, le dijo a Infobae: “Para mí la actuación de Fausti fue positiva, aunque haya perdido 12 puntos de su Elo. Todas las partidas que disputó fueron equilibradas, incluso cuando se enfrentó con grandes maestros de más de 2600 puntos de Elo. Creo que esta clase de torneos le vendrán muy bien porque lo harán madurar, se enfrentó con rivales que en la actualidad se codean con jugadores de la élite del ajedrez. Por eso creo, que después de esta experiencia él comenzará a conseguir grandes victorias”.
Otro de los que siguió la actuación de Faustino Oro en el torneo de Tata Steel fue el gran maestro y siete veces campeón argentino, el juninense Diego Flores, que habló con este medio y contó: “Seguí el torneo porque tenía gran expectativa por verlo jugar; yo no esperaba nada especial de él. Creo que lo mejor fue la experiencia recogida, es algo único, creo que es un récord que a los 11 años ya se haya enfrentado a tantos grandes maestros. Seguramente él saldrá fortalecido con esta actuación, seguro también que aún tiene que madurar más su juego. Tal vez muchos esperan o desean que alcance enseguida las normas para ser gran maestro, pero eso es muy difícil de conseguir cuando el certamen es tan exigente, cuando cada día tenes que enfrentarte ante jugadores tan duros”.
Hace sólo un año, en enero de 2024, Faustino con 10 años comenzó su odisea con el ajedrez y el viaje junto a sus padres por España, para perfeccionarse en el juego e ir en la búsqueda de la conquista del título de maestro internacional. Entonces participó de un torneo en Arabia, El Festival de Jóvenes Maestros en Jeda, en el que finalizó último y perdió 27 puntos de su ranking. Allí sin victorias, se rindió en 6 partidas y empató 3, una de ellas ante un joven gran maestro ruso de 18 años, Volodar Murzin. El mismo que hace un par de semanas se consagró campeón mundial de ajedrez blitz en Nueva York. Faustino tomó nota del aprendizaje de la lección recibida. Corrigió sus planes y seis meses después la luz de su juego trepó hasta los astros al conseguir el soñado título de maestro internacional en tiempo récord.
Tal vez ahora puede suceder algo similar. En lo inmediato lo espera otra dura prueba en Túnez, allí entre el 16 y el 23 de este mes jugará el torneo de Maestros en el Festival de Yerba; una competencia con 10 jugadores, 9 de ellos con el título de gran maestro, los que se ubican entre el puesto 40° y 120° del ranking mundial. Faustino estará preclasificado 10° y será el rival a vencer por todos. Si bien su chance de lograr la primera norma de gran maestro vuelve asemejarse a una utopía, tal vez, la nueva experiencia le permita alcanzar otro rápido aprendizaje de sus nuevos errores. Su alta capacidad al trabajo y al estudio nunca estuvieron en duda, y lo más importante frente a cada traspié o adversidad ya demostró que no se rinde. Faustino Oro es un verdadero apasionado del ajedrez y se le nota, aunque sólo sea un niño de 11 años.