Antes del amistoso ante la selección de México, el último previo al inicio de la competencia oficial, y en un Monumental a bastante colmado (se agotaron las entradas), River Plate presentó a los siete refuerzos que sumó el plantel comandado por Marcelo Gallardo para un 2025 repleto de desafíos. Esa cifra puede incrementarse, por caso, si se concreta el arribo del lateral izquierdo Lucas Esquivel, de Atlético Paranaense.
El Millonario le inyectó espectacularidad al acto, con una pasarela rodeada por fuegos artificiales por la que transitaron los futbolistas antes de subirse a un escenario. Allí, uno a uno fue recibiendo la ovación bautismal, mientras eran presentados por la periodista Agostina Scalise. La leyenda “una nueva historia” fue el hilo conductor del evento.
Primero, las figuras surgieron en la pantalla gigante, con un video que mostró jugadas con sus mejores características y la voz de los protagnistas de fondo, contando sus sensaciones por el desembarco en Núñez. El primero en desandar el camino hacia el baño de cariño fue Enzo Pérez, quien regresó al club a los 39 años tras un exitoso paso por Estudiantes de La Plata (ganó dos títulos). Recibió una de las ovaciones más estruendosas y mostró el dorsal que utilizará: el 24.
Luego lo siguieron el chileno Gonzalo Tapia (19), Giuliano Galoppo(34), Matías Rojas (7), Lucas Martínez Quarta (28), Sebastián Driussi (15) y el más vitoreado: Gonzalo Montiel (4). El lateral derecho, campeón del mundo con Argentina en Qatar 2022 (pateó el último penal de la tanda que definió a final ante Francia), fue mimado por el público, entre el que se mezcló su mamá, que fue captada por la cámara, emocionada.
Una vez que las caras nuevas se ubicaron en fila en el escenario, salieron del túnel Gallardo y el presidente Jorge Brito para completar la foto de familia. Ellos también subieron la escalerita, posaron para los flashes y el Monumental atronó en un sólo cántico: “Quiero la Libertadores”. La jerarquía contratada, la que ya tenía el plantel y los antecedentes (con el Muñeco en el banco, la Banda dio dos vueltas olímpicas continentales) encendieron las ilusiones de los hinchas.
Gallardo, con gesto de líder, le dio un beso a cada uno de los jugadores (a cuatro de los refuerzos ya los dirigió en etapas anteriores) y los empujó hacia los vestuarios. Ni en un amistoso el DT quiere dejar detalles librados al azar. Y, aún en esta prueba en pos de lograr la mejor puesta a punto del equipo para la presentación del sábado ante Platense en Vicente López, por el certamen de Primera División, exige al máximo... Aún en un entorno de celebración.