Una batalla campal en pleno encuentro de básquet universitario femenino causó conmoción en los Estados Unidos. Todo se inició cuando dos jugadoras se trenzaron a golpes de puño en el partido que enfrentó a los equipos de la TCU (Universidad Cristiana de Texas) y George Washington University el lunes 5 de diciembre.
La acción ocurrió a falta de 5 minutos y 51 segundos para el final del segundo cuarto con el resultado 27 a 24 a favor de las texanas, que jugaron como locales en el Schollmaier Arena, de Fort Worth. Todo se originó en la disputa por el balón tras un rebote largo. La escolta del equipo visitante Essence Brown le robó la pelota a su rival, Bella Cravens, quien la acusó de haberle tirado del cabello.
La escena siguió con un empujón de Cravens, a lo que Brown reaccionó con un manotazo a la cara. El desmadre se desató cuando la alera de TCU lanzó una trompada que llegó a impactar en el rostro de su rival. Árbitros y jugadoras aparecieron para separar a las enardecidas basquetbolistas que querían continuar con la pelea. Hasta las animadoras que se encontraban en el exterior del rectángulo de juego debieron refugiarse, horrorizadas.
Finalmente, la terna arbitral decidió expulsar a las protagonistas de la batalla, pero además sancionaron a seis jugadoras más. En total fueron ocho las descalificadas: 5 del lado de Washington y 3 de Texas. El partido estuvo detenido 18 minutos hasta que todo volvió a la calma.

“Acá no importa quién empezó con todo esto. Nadie quiere ser parte de todo esto. Cuando ocurren estas situaciones frente a un banco de suplentes, al lado de la línea lateral o en el medio de la cancha es súper vulnerable”, explicó la entrenadora del elenco local, Raegan Pebley, en conferencia de prensa. Luego, la orientadora de las Ranas felicitó a los oficiales del encuentro por la decisión que tomaron y cómo manejaron una situación estresante.
El partido continuó luego de la trifulca y TCU terminó imponiéndose 70 a 58. “Tienes que responder de la manera correcta. Esa es la lección de vida. Puedes controlar ese elemento, y eso es lo que sé con seguridad que no lo hicimos bien”, afirmó Pebley.
“El incidente fue desafiante y desafortunado para nuestros estudiantes-atletas y entrenadores. Estamos trabajando con las partes necesarias para determinar el camino a seguir”, comunicó luego del bochornoso hecho la universidad Washington en un comunicado publicado por ESPN.
Aún no se conocieron las sanciones que recibirán las jugadoras que originaron el conflicto que fue duramente criticado en los Estados Unidos.
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