La belleza de la semana: la Navidad como crítica social en el arte contemporáneo

La representación religiosa de las festividades cristianas tiene una larga tradición, pero qué sucede cuándo el ojo está puesto en su versión actual con el consumismo como eje

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La belleza de la semana:
La belleza de la semana: la Navidad como crítica social en el arte contemporáneo

Ya se acerca Noche Buena, ya se acerca Navidad.

Desde el siglo XIV, el nacimiento de Jesús ha sido representado hasta el hartazgo, haciendo la lista de creadores interminable. Alejándonos -o no tanto- un poco de esa iconografía que se repite, realizamos un recorrido limitado por artistas contemporáneos, quienes de manera más sutil o directa realizaron una crítica a lo que sucede durante las festividades.

"Papá Noel de la Quinta
"Papá Noel de la Quinta Avenida al Bowery", 1989, de Romulo Macció

A finales de los 80 y principios de los 90, el pintor argentino Rómulo Macció produjo la serie “Crónicas de New York”, en la que reflejó la energía, los contrastes y la vitalidad de una ciudad tan inmesa como deprimente.

Durante aproximadamente tres años repartidos en distintos viajes, periodo en el que la ciudad ya se había consolidado como centro global del comercio y el arte tras la Segunda Guerra Mundial, el pintor creó una serie bien figurativa, alejada ya de su obra de las pinceladas informalistas de la Otra Figuración.

Rómulo Macció
Rómulo Macció

Papá Noel de la Quinta Avenida al Bowery es una de esas piezas, en la que revela un costado algo triste de las fiestas, con una serie de Santa Claus o Papá Noel (Viejo Pascuero, en Chile), perdidos tras una gran nevada, socializando, compartiendo algún trago quizá, sacando a la luz cómo detrás de las festividades, las grandes ventas y los desfiles que suelen mostrarse de la Gran Manzana, la desesperación puede encontrarse, a la vuelta de la esquina.

El conceptualismo radical del estadounidense John Baldessari surgió tras Cremation Project de 1970, cuando quemó toda su producción artística realizada entre 1953 y 1966 y anunció que no haría “más arte aburrido”.

"Christmas (with Double Boy on
"Christmas (with Double Boy on Crutches)"

En esau búsqueda por desafiar las convenciones y provocar al espectador, el artista abordó la fotografía, un medio que consideró el más accesible del mundo, y a mediados de la década comenzó a trabajar con la codificación de los mensajes de consumo en la publicidad, por lo que era inevitable que llegase a la Navidad.

Posteriormente, optó por eliminar las imágenes y otorgar protagonismo al texto comentando que “las obras se hacen en la mente (la idea o verdadera creación) y otros son los ejecutores”, lo que lo llevó a disociarse de la autoría directa y a consolidar su posición conceptual.

John Baldessari
John Baldessari

Luego de los 80, el artista recurrió a fotogramas de películas de Hollywood para construir piezas, donde combinó armas, grupos de personas y un beso. En esta etapa, comenzó a utilizar círculos para tapar los rostros de los personajes, acentuando el anonimato y obligando al espectador a reinterpretar la escena, tal como sucede en Christmas (with Double Boy on Crutches) -Navidad (con niño doble con muletas)-, de 1991.

Su método consistió en emplear la fotografía serigrafiada sobre superficies de plástico Sintra de color, recortando formas y dejando la silueta coloreada del fondo. “Pinto sin pintar, recortando e interrumpiendo la información (la de fácil interpretación)” para reafirmar su apuesta por la ruptura y la experimentación en el arte.

"The Waste of Christmas"
"The Waste of Christmas"

Con su obra, el británico Michael Landy intenta desafiar los límites del arte contemporáneo al convertir la destrucción y el descarte en ejes centrales, como sucedió, por ejemplo, con su instalación “Art Bin”, que transformó una galería de Londres en un gigantesco vertedero de basura por seis semanas, ya que allí se arrojaron cientos de obras de artistas reconocidos y emergentes, entre ellos Damien Hirst y Tracey Emin, en 2010.

Miembro de la generación de los Young British Artists de los ‘90, su fascinación por la destrucción tiene raíces que llegan hasta el inicio de su carrera. En 2001, acaparó titulares con “Break Down”, una performance en la que destruyó sistemáticamente sus 7.227 pertenencias, en una tienda, tomando la herencia de Baldesarri.

Hecha la intro, quizá una de las piezas donde el artista pudo reunir este afán destructivo y por deshechos fue The Waste of Christmas (Los desperdiciones de Navidad), diseñado especialmente para la Tate Britain en 1997, que suele convocar desde 1991 a algún artista durante the most wonderful time of the year, como canta Andy Williams en ese tema que aparece en tantísimas películas pochocleras.

 Michael Landy
Michael Landy

En la instalación de este contender el artista colocó botellas vacías, latas, envoltorios rotos, adornos dañados, papel de regalo y algunos árboles de Navidad desechados como un especjo del gran volumen de residuos que se generan durante la Navidad, para evidenciar el impacto del consumo.

En 2004, el grafitero más famoso y desconocido del mundo, Banksy, introdujo su Christ with Shopping Bags (Cristo con bolsas de compras) como una reinterpretación de la crucifixión, con Jesus sosteniendo bolsas de compras adornadas con lazos fluorescentes y de las que brota sangre negra. En el interior se observan regalos navideños como bastones de caramelo y una figura de Mickey Mouse, elementos que refuerzan la crítica a la comercialización de la festividad.

"Christ with Shopping Bags"
"Christ with Shopping Bags"

El trasfondo gris y los colores apagados intensifican la atmósfera sombría, manofestando la visión del artista sobre la superficialidad de la Navidad, donde el Cristo agobiado por el peso de las bolsas simboliza el impacto negativo del consumismo por sobre los valores cristianos.

La imagen, que nunca fue exhibida en la calle y cuenta con una edición limitada, no es la única en la que ingresa en la cuestión navideña. Por ejemplo, vuelve a utilizar la figura de Jesucristo en una de las paredes del Walled Off Hotel de Jerusalén, donde se observa al mártir junto a drones, manifestando su postura contraria a la guerra.

Obras de Banksy en el
Obras de Banksy en el Walled Off Hotel de Jerusalén

En el hotel, inaugurado en 2017, también se encuentra Scar of Bethlehem (Cicatriz de Belén), que representa un pesebre bajo el muro de hormigón que separa Cisjordania, en el estado de Palestina, con Jesús, María y José junto a una pared marcada por orificios de bala, destacando uno de ellos en forma de estrella.

En 2014, la instalación de un enorme árbol de Navidad inflable en la Place Vendôme de París del artista estadounidense Paul McCarthy desató una ola de indignación y debate sobre los límites del arte contemporáneo y la libertad creativa en Francia.

La instalación de un enorme
La instalación de un enorme árbol de Navidad inflable en la Place Vendôme de París del artista estadounidense Paul McCarthy

La escultura, titulada simplemente Tree, fue concebida como una reducción abstracta del tradicional árbol navideño, pero su forma evocaba de manera inconfundible la de un juguete sexual, lo que provocó reacciones encontradas.

Tras la polémica inicial, la situación escaló cuando un grupo de vándalos cortó los cables de sujeción y la alimentación eléctrica de la obra, dejando el árbol completamente desinflado en medio de la plaza. Este acto de sabotaje fue calificado por la entonces ministra de Cultura, Fleur Pellerin, como una “infracción intolerable a la libertad creativa”.

El entonces presidente, François Hollande, intervino en defensa del artista y de la libertad de expresión, declarando: “Francia siempre estará del lado de los artistas, así como yo estoy del lado de Paul McCarthy, cuya obra fue mancillada, sin importar la opinión que se tenga sobre la pieza”.

Paul McCarthy
Paul McCarthy

Además, durante una entrevista en la calle con el diario Le Monde, McCarthy fue agredido físicamente por un hombre que, tras confirmar su identidad, lo golpeó en el rostro mientras le gritaba que había insultado a Francia. El artista relató posteriormente a The Hollywood Reporter: “Me golpeó en la cabeza, fuerte. Gritaba que yo había insultado a Francia, pero esa nunca fue mi intención”.

En 2001, el artista ya había despertado controversia en Róterdam, Países Bajos, cuando instaló una escultura de bronce de Santa Claus sosteniendo un arbol de navidad similar. En ambos casos, el uso de estos objetos buscaba criticar la mercantilización de las festividades y el consumismo occidental.

El artista ya había despertado
El artista ya había despertado controversia en Róterdam, Países Bajos, cuando instaló una escultura de bronce de Santa Claus sosteniendo un arbol de navidad similar

“La cultura consumista es tan destructiva. Santa Claus es el dios del consumismo. Es tan icónico para mí; es un significante de la civilización occidental”, dijo en una entrevista con HighSnobiety en 2021.

A pesar de su reputación como generador de controversia, McCarthy confesó que no disfruta cuando sus obras se vuelven virales. Tras la destrucción de Tree, decidió no reinstalar la pieza, argumentando que la broma ya había sido contada y no tenía sentido repetirla.