David Moragas afirma: “El romanticismo sigue igual de vivo, pero ahora es distinto”

“Fervor”, la ópera prima del autor catalán, se convierte en un testimonio de cómo se ama en tiempos modernos

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Fervor se convierte en un
Fervor se convierte en un testimonio generacional sobre las nuevas formas de amar y la identidad en la sociedad moderna - (Gentileza del autor)

David Moragas debuta en la literatura con Fervor, una novela que explora el amor contemporáneo y la identidad en la Barcelona actual, a través de una voz que representa a su generación. Conocido previamente por su trabajo como guionista y director de cine, Moragas se adentra en la narrativa literaria con una obra que busca actualizar los relatos amorosos y reflejar la diversidad de la sociedad.

“Me gustan las historias de amor, pero muchas veces siento que estas historias o no me representan o están poco actualizadas”, afirma Moragas en diálogo con Infobae al explicar el origen de su novela.

“El amor, que es un argumento universal, tiene que actualizarse constantemente. Es importante que el amor refleje cómo es la sociedad en toda su diversidad y en toda su forma. De ahí partió esta necesidad de escribir un relato sobre cómo he vivido yo en el pasado el amor y cómo las relaciones interpersonales han cambiado y existen en el tiempo presente y en un sitio muy concreto como es Barcelona”.

David Moragas explora la diversidad
David Moragas explora la diversidad en el amor contemporáneo en su novela Fervor, ambientada en la Barcelona actual - (Gentileza de la editorial Urano World)

Si bien el cine ocupa un lugar central en su trayectoria profesional, y enriqueció su proceso creativo, Moragas experimenta la literatura como un espacio de libertad inusual. Relata que, aunque siempre quiso ser escritor, las oportunidades laborales lo llevaron a especializarse en el mundo del cine, donde ejerce como guionista y director. “El sueño de escribir libros era menos viable económicamente que hacer películas. Sin embargo, de repente, la oportunidad de publicar surgió y volví a la escritura”, confesó el escritor.

El autor destaca esta diferencia: “La faceta literaria es mucho más libre, porque al hacer una película pasas por un proceso largo, con muchos filtros y equipos grandes. En cambio, escribir una novela es extremadamente libre, porque eres tú ante la página en blanco. La literatura es mi refugio. Cuando estoy cansado del protocolo y los procesos lentos del cine, encuentro en la literatura la posibilidad de crear sin ataduras”.

Barcelona: escenografía y testimonio social

La ciudad no solo se presenta como escenario, sino que se convierte en un auténtico testimonio generacional. Moragas describe la experiencia de vivir en Barcelona desde la percepción de sus residentes: “Me gustaba la idea de que el libro fuera como una especie de testamento de lo que era Barcelona en este momento. Me gustaría pensar que dentro de 50 o 100 años, alguien puede coger este libro y que sirva como un documento sociológico de cómo se relacionaba la gente en Barcelona, porque de aquí a 20 años, muchos de los locales y cosas que describí ya no existirán”.

La novela analiza cómo los
La novela analiza cómo los códigos sociales y los rituales del amor evolucionan sin perder el anhelo de vínculo - (Gentileza del autor)

El amor, entre la construcción social y su transformación contemporánea

Moragas plantea página tras página que el amor no surge de manera espontánea, sino que se forma a partir de la experiencia personal y de los vínculos afectivos previos. Según el autor, nuestra manera de amar se halla profundamente influida por vivencias pasadas y por los relatos culturales que recibimos, tanto a través de la televisión como del cine; estos influyen directamente en nuestras expectativas y en cómo concebimos el afecto. “Quería exponer una visión realista y terrenal de lo que significa amar a otra persona”, comentó el autor.

Su novela refleja cómo los códigos sociales y los rituales afectivos evolucionan sin que desaparezca el anhelo de vínculo. “Podemos hablar de un desapego creciente de ciertos códigos sociales y rituales vinculados también a un sistema capitalista en declive. Pero eso no significa que dejemos de enamorarnos. El romanticismo viejo se transforma, pero no desaparece. El romanticismo sigue igual de vivo. Lo que ocurre es que ahora adopta nuevas formas, conductas y rituales”, explica Moragas al abordar los dilemas universales del amor.

El autor catalán también resalta que los lectores, más allá de su origen u orientación, pueden verse reflejados en los dilemas del protagonista. El autor apunta que la manera de vivir el amor varía según los referentes culturales y personales de cada uno, lo que puede derivar en sentimientos de frustración o extrañeza ante formas diferentes de relación. “Por ejemplo, el amor de los padres del protagonista es completamente tóxico, basado en un pacto social desigual y una situación de maltrato. Me interesaba mostrar cómo, ante representaciones tan diversas, el protagonista traslada esa experiencia a sus propias vivencias”, ilustró David.

El autor catalán reivindica la
El autor catalán reivindica la actualización de los relatos amorosos para reflejar la pluralidad y los cambios sociales - (Gentileza del autor)

Alcance internacional y próximos proyectos

El impacto internacional de Fervor sorprendió a David, quien nunca pensó que un relato nacido en Barcelona tendría repercusión en otros continentes. El propio autor explica que fue especialmente significativo descubrir que “este libro que escribí en las bibliotecas públicas de Barcelona ahora está en Buenos Aires. No imaginé que un texto tan local podría viajar tan lejos”.

Sobre sus próximos pasos, el escritor anticipa: “Estoy trabajando en mi segundo libro y, si todo va bien, saldrá en 2026. Al mismo tiempo, una película mía también se estrena en 2026. La película ya está terminada; el libro me está llevando más tiempo, pero sigo en ello”.

Lo que impulsa la escritura de Moragas sigue siendo la curiosidad y la búsqueda de respuestas ante nuevas preguntas sociales . David encuentra en la literatura “un espacio para explorar y comprender lo enigmático en torno al amor y la sociedad”, ampliando así sus horizontes creativos y la resonancia de su voz en el panorama cultural actual.

Desde Barcelona hacia el mundo, Moragas invita a mirar el amor como un territorio en constante movimiento, abierto a nuevas preguntas, miradas y formas de contar. Quizás, esa sea la clave de la vigencia y la universalidad de su propuesta: asumir que cada generación escribe su propio modo de amar y que todavía queda mucho por explorar en esas historias.