“Querido librero”: la novela que une generaciones a través de cartas y recuerdos

La obra de José Luis Romero entrelaza historias familiares, homenajes literarios y la búsqueda de sentido en la lectura

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José Luis Romero destaca el
José Luis Romero destaca el poder de la literatura para transformar vidas y construir identidad lectora a través de su novela epistolar Querido librero - (Gentileza de Urano World)

José Luis Romero, autor español y profesor, dialogó con Infobae para desentrañar los orígenes y el proceso creativo de su novela Querido librero. La obra, concebida en formato novela epistolar, explora el amor por la literatura y la construcción de la identidad lectora a través de una historia que transcurre entre Córdoba, París y con ecos de Sudamérica. Romero, quien se define como un lector voraz antes que escritor, comparte en esta entrevista exclusiva las motivaciones, desafíos y reflexiones que atraviesan su escritura.

En el marco del nacimiento del libro, Romero explicó que el inicio resulta difuso: “Las historias… a mí me cuesta mucho decidir en qué momento exacto empiezan. Nunca comienzo las novelas justamente cuando empiezo a escribir y digo: ‘Hoy voy a escribir una novela y esta es la primera página’”, confesó.

Según el autor, dos ideas lo acompañaban hacía tiempo: una historia de amor tejida a lo largo de décadas y la vida de un joven lector en los años cincuenta y sesenta. “Esas dos historias llevaban mucho tiempo formándose y, un día, se entrelazaron. Escribí primero el final, luego volví al principio y, después, avancé hasta que ambas historias se cruzaron”.

“Reflexiono mucho sobre qué quiero contar, pero también sobre cómo quiero contarlo. Probé con la tercera persona y resultaba distante, la primera persona funcionaba solo si intervenían dos personajes. Finalmente, opté por las cartas. Así la historia se desarrollaba al mismo tiempo para Elena, la hija, y para el lector. Había un juego metaliterario que me resultaba estimulante”.

La obra Querido librero explora
La obra Querido librero explora el amor por los libros y la transmisión de la pasión lectora entre generaciones en escenarios como Córdoba y París - (Gentileza de Urano World)

Por otra parte, Romero profundizó en las reglas autoimpuestas para lograr autenticidad en Querido librero: “Me autoimpuse algunas reglas. Primera regla: que todos los libros que nombrase tienen que ser libros que hubiesen formado parte de mi vida en mayor o menor intensidad, pero que yo hubiese leído todos aquellos libros. Si el libro no lo he leído, no lo nombraba. Cada libro que nombrase físicamente, yo tendría que saber cómo es. Si nombro un libro de vaqueros, una novelilla, sé que ese libro existe y lo he tocado y lo he tenido".

Además, el autor para la construcción de la época se inspiró en las historias que le fueron contando toda su vida porque, para él ya no “importaba tanto la fiabilidad, ahí ya me importaba más la ficción”.

Romero reconoció también las restricciones inherentes al formato: “Al escribir una novela epistolar renuncié a los diálogos, descripciones y acción directa, me limité al pensamiento. Si narro un fin de semana en París en una carta, no relato los hechos vividos, porque ambos personajes ya los conocen, así que debía mantener la atención usando otras herramientas. Fue un proceso bonito y desafiante”.

Aun así, cuando se le preguntó al autor si tenía el hábito de escribir cartas confesó: “Hace treinta años que no escribo cartas”.

El autor cordobés revela que
El autor cordobés revela que la literatura argentina y sudamericana marcó sus primeros años como lector y su proceso creativo

Influencias literarias y orígenes como lector

Asimismo, la literatura argentina y sudamericana fue determinante en sus inicios: “En mi casa había, sobre todo, literatura argentina. A los diecisiete, dieciocho años empecé con Borges, Cortázar, Bioy Casares o Benedetti.

También algunos escritores españoles clásicos, pero predominaba la literatura argentina en la estantería de mi padre. Reflejar ese primer acercamiento literario era fundamental, porque considero una suerte haber leído principalmente a estos autores en mis primeros años como lector”.

Y subrayó: “La literatura salva, la literatura aporta muchísimo, tanto en la escritura como en la lectura. Por ahora, me considero mucho más lector que escritor, leo mucho más de lo que escribo. Hay una manera de entender la vida a través de los libros. Quería que Alberto, el protagonista, interpretara el mundo mediante lo que había leído”.

Consultado sobre los libros que más influyeron, señaló: “En distintos momentos de la vida, hay libros que nos salvan. Si tengo un mal día, recurro a los mismos cuatro, cinco o siete títulos releídos muchas veces, y en ese reencuentro hallo refugio y tranquilidad. Hay obras como Las gratitudes de Delphine de Vigan, El adversario y otras que releo por fragmentos año tras año desde la adolescencia”.

El formato epistolar de Querido
El formato epistolar de Querido librero impone desafíos narrativos, como la ausencia de diálogos y la necesidad de mantener la atención con recursos introspectivos - (Gentileza de Urano World)

En cuanto a la transmisión del hábito lector, Romero tuvo un claro referente familiar: “Mi padre fue quien me transmitió el amor por la lectura. Aunque mi madre lee ahora, la biblioteca familiar era obra suya y es con él con quien sigo compartiendo lecturas. Esta novela le entusiasma porque reconoce en ella lugares de su infancia y esa figura del librero. No siempre la semilla prende en los hijos, pero a veces sí: debemos sentarnos con quienes queremos, leer a su lado y construir juntos esos momentos cálidos y entrañables”.

Futuro literario y compromiso con la escritura

Por último, acerca de sus proyectos futuros, Romero adelantó: “No voy a abandonar la escritura hasta que ella no me abandone a mí. Sigo escribiendo porque es mi modo de entender y expresar la vida. Tengo otra novela en marcha; si todo fluye bien, seguramente el próximo año podremos conversar sobre otra historia, quizás distinta o contada de otro modo”.

La literatura, como los lazos invisibles de una carta olvidada, atesora secretos y memorias que atraviesan el tiempo para unir a las personas más allá de la distancia. La obra de José Luis Romero es un homenaje al poder de las palabras, al calor de los recuerdos y a esa delicada red de afectos y anhelos que solo los libros pueden custodiar. Así, sus páginas invitan al lector a reconocerse en los fragmentos de vidas leídas y compartidas, a dialogar con el pasado y a atreverse a abrazar las historias que transforman.