
El legado artístico de Bob Ross atrajo la atención tanto de coleccionistas como del público cuando tres de sus pinturas originales se vendieron por más de USD 600.000 en una subasta celebrada en Bonhams, Los Ángeles. El monto recaudado se destinó en su totalidad a American Public Television, con el objetivo de aliviar el impacto de los recortes presupuestarios federales que afectan a cientos de estaciones de televisión pública en Estados Unidos.
Las obras subastadas —“Acantilado” (1990), “Hogar en el Valle” y “Paz Invernal” (ambas de 1993)— formaron parte de una puja que superó ampliamente las expectativas iniciales. Según ARTnews, “Paz Invernal”, una pintura realizada en directo durante un episodio de “El Placer de Pintar” en 1993, alcanzó USD 318.000.
La obra “Hogar en el Valle”, pintada ante las cámaras ese mismo año, se vendió por USD 229.100. “Acantilado”, que Bob Ross creó para el volumen 20 de su serie de manuales, obtuvo USD 114.800. AP señaló que los precios finales incluyeron la prima del comprador y que la identidad de los adquirentes permaneció en el anonimato. Las estimaciones previas situaban el precio máximo de cada pieza en torno a USD 50.000, una cifra que los resultados de la subasta superaron con creces.

Los fondos recaudados respondieron a una necesidad urgente: la financiación de las estaciones de televisión pública estadounidenses, duramente impactadas por recortes federales que, según AP, alcanzaron los USD 1.100 millones. Esta reducción presupuestaria afectó a unas 330 estaciones de PBS y 246 de NPR, muchas de ellas ubicadas en comunidades rurales o en ciudades pequeñas. Estas emisoras enfrentaron graves dificultades para costear las licencias de programas emblemáticos como “El Placer de Pintar”, “America’s Test Kitchen”, “Julia Child’s French Chef Classics” y “This Old House”.
La iniciativa de la subasta surgió gracias a Joan Kowalski, presidenta de Bob Ross Inc., quien advirtió en los últimos años el notable aumento del interés por las obras de Ross en el mercado secundario. A raíz de esta observación, Kowalski decidió donar 30 cuadros de la herencia artística de Ross a American Public Television. La presidenta de la compañía buscó incentivar la participación de los postores y, al mismo tiempo, apoyar de manera concreta la continuidad de la televisión pública.
Durante la subasta, un ambiente especial predominó en el recinto. El recuerdo de Ross y el carácter benéfico de la venta marcaron el ánimo tanto del público presente como de los organizadores. “Por una buena causa, y se llevan el cuadro”, proclamó el subastador Aaron Bastian, según AP, al evocar el espíritu optimista del carismático pintor que marcó a generaciones de espectadores. Kowalski también expuso a ARTnews la principal motivación detrás de la iniciativa: la necesidad de fondos para la televisión pública y el creciente interés por las obras de Ross generó el impulso definitivo para que la subasta se efectuara. “Esto incentivará a los postores porque ayudará a la televisión pública”, sostuvo.
El impacto de Bob Ross en la cultura estadounidense permaneció vigente incluso décadas después de su fallecimiento en 1995. Como figura central de la televisión pública durante los 80 y los 90, Ross alcanzó la fama gracias a su estilo didáctico, su paciencia y un mensaje alentador que invitó a miles de espectadores a experimentar con la pintura sin temor al error.
AP destacó que su popularidad creció tras su muerte, con un renovado interés que surgió especialmente durante la pandemia de COVID-19, cuando sus programas se abrieron paso a nuevas audiencias en plataformas digitales y redes sociales. Jóvenes y adultos redescubrieron el encanto simple y reconfortante de sus lecciones y paisajes apacibles.
La subasta de Los Ángeles marcó solo el principio de una serie de ventas ya programadas hasta 2026. ARTnews informó que los 27 cuadros restantes de la colección donada tendrán lugar en subastas en otras ciudades, incluyendo Nueva York, Boston, Los Ángeles y Marlborough, Massachusetts, todas a cargo de Bonhams. AP precisó que la siguiente cita se fijó para el 27 de enero en Marlborough, donde se presentarán nuevas oportunidades para que coleccionistas y admiradores participen y contribuyan a la causa de la televisión pública estadounidense.
A través de estas iniciativas, la obra de Bob Ross siguió abriendo caminos y permitió que nuevas generaciones se acercaran a la creatividad y al arte en la televisión pública estadounidense. El legado de Bob Ross no solo sobrevivió al paso de los años, sino que cobró fuerza y relevancia, trascendiendo la pantalla y aportando apoyo concreto a la cultura y la educación pública en Estados Unidos. Sus cuadros, ahora convertidos en emblemas benéficos, continúan inspirando esperanza y creatividad entre el público y garantizan que su mensaje optimista permanezca vivo en la memoria colectiva.
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