Sergio Roitberg: “Después de la pandemia y con la IA somos otros, tenemos un ADN nuevo y más fuerte”

Una experiencia límite nos hizo convivir con la incertidumbre y adaptarnos rápidamente. Qué pasa con el robot que llevamos en la mano. De todo eso trata “Somos otros”, el nuevo libro del consultor

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Sergio Roitberg u un análisis
Sergio Roitberg u un análisis de lo que (nos) pasó después del coronavirus.

Al final, le voy a preguntar a Sergio Roitberg si es optimista. Porque, la verdad, uno día que es optimista con esto del huracán tecnológico que estamos viviendo y que, así lo dice en su libro, a partir de la pandemia nos ha transformado de manera radical. Tanto que el título que eligió para esta obra es Somos otros. ¿Mejores? ¿Más felices? Ya veremos.

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Somos otros

Por Sergio Roitberg

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Roitberg es periodista y es argentino, pero cabe precisar que hace rato que vive en Miami y que allí fundó y dirige Newlink, una consultora de comunicaciones que hoy trabaja también en España y varios países de América latina.

Desde ese lugar en la pandemia vio, además de todo lo que se perdía, las respuestas que se generaban. “Nada nos anticipó la fuerza, la magnitud y el alcance de las consecuencias de este movimiento telúrico que nos sacudió globalmente, nos aterrorizó, nos paralizó y nos desestabilizó a tal punto que no tuvimos otra alternativa que adaptarnos y buscar salidas para sobrevivir", escribió.

Y hubo respuestas: una vacuna lograda en unos meses, comunicaciones instantáneas de lado a lado del mundo, una idea distintas de las certezas y las distancias. Alguien tenía que escribirlo, pensó Roitberg. Y se puso a hacerlo.

-¿Cuándo conectaste pandemia e inteligencia artificial?

-Siempre estuve mirando y observando cómo estábamos cambiando. Creo que el gran cambio que viene haciendo la tecnología con todos nosotros es que nos fue dotando de poderes para salir del lugar en donde todos somos unos pobres animalitos que estamos esperando que alguien nos capture. Llámese que nos capture una idea política o alguien que quiere vendernos un proyecto o que quiere que le compremos un producto.

Sergio Roitberg, fascinado con la
Sergio Roitberg, fascinado con la IA pero atento al impacto de los cambios que traerá.

-¿Qué hacemos con eso?

-Hoy en día, con tanta tecnología, somos lo que llamamos “actores empoderados”. Todos los tipos que habitamos este mundo, más de ocho mil millones de personas, tenemos en la mano, en cualquier lugar del planeta, un aparato inteligente. Que nos dan un poder que antes nunca tuvimos. Entonces, creo que para conectar con la gente que hoy en día está muy desconectada, -está hipervinculada pero al mismo tiempo desconectada- la mejor forma es encontrar un propósito compartido, que es un medio entre el interés particular y el interés colectivo.

-¿Cuáles son los cambios más importantes que ves en esa transformación?

-Los capítulos del libro tienen un poco de eso: flexibilidad, resiliencia, innovación y velocidad. Son como el ADN que yo creo que es de nuevo ser humano.

-Me da alguna duda lo del poder a partir de la tecnología. Vos decís que con el aparato en la mano soy más poderosa, contra cierto sentido común que dice: “Soy menos poderosa, soy más débil, porque el aparato es más fuerte”. Y esos cinco cambios que mencionás: resiliencia, flexibilidad, innovación y velocidad, dan un poco de miedo.

-Sí miedo dan. El miedo es una de las cosas más importantes que hubo en la pandemia. El miedo en todo sentido siempre te congela, el miedo te paraliza y es el gran obstáculo para los cambios. Desde hace cincuenta años nos viene arrinconando cada vez más la tecnología. Y de alguna manera, en la pandemia, la tecnología fue el respirador artificial. Sin la tecnología no hubiéramos sobrevivido.

Para Roitberg, la pandemia fue
Para Roitberg, la pandemia fue un punto de inflexión. (Adobe Stock)

-Empezando por el respirador artificial mismo.

-Exactamente. El miedo, la incertidumbre, se volvieron una constante. Tuvimos un entrenamiento muy brutal en este tema de la incertidumbre. Y empezaron a aparecer ahí conceptos como “resiliencia”, que antes estaban sobre todo en estudios académicos. Nos vimos capaces de resistir, de adaptarnos desde a usar máscaras hasta a la idea de que la persona que más querés puede ser tu asesino. Y ahí entendí que la incertidumbre no se vence. No hay que vencerla: a la incertidumbre nos tocó habitarla y hoy creo que hoy nos acostumbramos a vivir con esa incertidumbre.

-¿Y eso es bueno?

-Yo creo que hoy en día somos todos actores empoderados, que de alguna forma tenemos un ADN nuevo que es más fuerte. Vivimos una experiencia tremendamente traumática que nos vinculó emocionalmente con un montón de otras cosas.

-Decís que somos otros, ¿somos más felices?

-Yo también me hice esa pregunta y no tengo una conclusión. En un sentido creo que somos mejores, no sé si somos más felices. Creo que tenemos más sentido de conexión con la realidad. Creo que nos hizo replantearnos a muchos qué hacer, cuál es nuestro aporte a la sociedad, la necesidad de vivir con un propósito. El libro también trata de aportar la idea de que ese “somos otros” viene con el impulso decisivo de la Inteligencia Artificial.

-En el libro es central.

-Desde que terminé el libro, hace unos meses, hasta ahora que se publicó, la Inteligencia Artificial mejoró. Y cada día va a ser mejor. El año va a haber un impacto grande, veremos cuál es el alcance verdadero de la Inteligencia Artificial y cómo va a impactar en todos nosotros.

-Una cosa que preocupa de la inteligencia artificial es que nos marque el ritmo. Vos decís en el libro que el trabajo ahora es más rápido y con mejores resultados pero, claro, yo no puedo ser tan rápida ni no dormir nunca, como la IA... ¿No terminamos todos muy estresados y sobreexigidos?

-La respuesta es sí. A ver, yo creo que la Inteligencia Artificial es fascinante porque es mucho más que una herramienta, es un espejo. La Inteligencia Artificial refleja lo que somos. Digo, si somos sabios, amplifica la sabiduría. Si somos cínicos, amplifica el cinismo. La inteligencia artificial no va a reemplazar a la humanidad, pero la pone a prueba permanente. Va a exacerbar de alguna forma lo que sos y lo va a hacer mejor. Si sos malo, serás más malo. Pero, en definitiva, es un espejo de uno. Con Google, el acceso a la información ya lo teníamos de antes. Ahora, la Inteligencia Artificial es la proyección de uno.

Roitberg plantea que, en cierta
Roitberg plantea que, en cierta medida, ya somos robots. (Imagen Ilustrativa Infobae)

-Ya estamos acostumbradísimos a interactuar con bots. Hablamos todos los días con las empresas de servicios, casi siempre con un bot. ¿Te resulta satisfactorio eso?

-Creo que cuando te va bien, te quedás satisfecho. Y si no te da respuesta... no. Si se trata de seguir un problema puntual, te lo resuelve. Cuando no, me parece que no. Mirá, cuando le preguntás a una empresa de inteligencia artificial a qué se dedica todo el tiempo y te dicen: “A crear agentes”. ¿Qué es eso? Son agentes que van a ayudar a resolver temas. Es decir, a reemplazar humanos. Nosotros pensábamos que el robot iba a venir y te iba a sacar los platos del lavavajillas y te lo iba a poner en los estantes. Hoy en día, esto ya está. Y somos actores empoderados todos con este aparato, somos casi robots. Tenemos un robot en la mano y una capacidad de hacer cosas increíble. Entonces, si mientras me va bien, lo amo, mientras me va mal, lo odio.

-¿Y te pasa con el arte? Por ejemplo, si vos leés un libro, ¿te importa si está escrito por un humano o por inteligencia artificial?

-No, no me da lo mismo. Pero sí me sorprende. Todavía estoy en la etapa de sorprenderme. Hicieron un comercial en el Super Bowl, hace poco, que estaba todo hecho en Inteligencia Artificial. Entonces, te sorprende un comercial que costaba un millón y medio de dólares, ahora cuesta nada, diez mil, suponete. Estamos en la fase del asombro. No evalúas si una obra está bien o está mal, si te llega o no te llega. Me quedo en la primera línea, que es la sorpresa de cómo se hizo con Inteligencia Artificial. Ahora, si quiero valorar el libro, la obra, voy a algo que está hecho con el arte de verdad.

-¿Entonces sos optimista? ¿Somos mejores?

-Yo creo que somos otros, no somos mejores. Somos otros, diferentes. Estamos más empoderados, salimos con nuevas herramientas para enfrentar este mundo de hoy.