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Las autoridades de Hong Kong
Las autoridades de Hong Kong ordenaron modificar 50 películas y vetaron 13 desde la reforma de la censura cinematográfica

Las autoridades hongkonesas ordenaron modificaciones a medio centenar de películas y vetaron otras trece desde la entrada en vigor de la reforma de la Ordenanza de Censura Cinematográfica, impulsada tras la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing.

La medida, que otorga amplias competencias al Gobierno para supervisar los contenidos audiovisuales, marca un giro en una industria que durante décadas fue una de las más dinámicas y libres del continente asiático.

Según el rotativo Hong Kong Free Press, entre noviembre de 2021 y julio de 2025 la Oficina para la Administración de Cine, Periódicos y Artículos (OFNAA) de la ciudad semiautónoma pidió modificar un total de 50 películas y prohibió otras 13 por consideraciones de seguridad nacional.

La reforma legislativa, aprobada en octubre de 2021, introdujo cláusulas específicas que permiten vetar o modificar una película si se estima que puede amenazar la seguridad o el orden público.

Los inspectores de la OFNAA pueden además entrar sin orden judicial en espacios donde se exhiban obras no aprobadas, cuando consideren que no es “razonablemente practicable” obtener un permiso por la vía judicial.

La reforma de la Ordenanza
La reforma de la Ordenanza de Censura Cinematográfica otorga amplios poderes al Gobierno para supervisar contenidos audiovisuales

Asimismo, quienes proyecten material sin autorización pueden enfrentarse a penas de hasta tres años de prisión y multas que superan los 128.000 dólares estadounidenses. Además, las decisiones relacionadas con la seguridad nacional no pueden ser recurridas, lo que elimina toda instancia de revisión o apelación administrativa.

La censura cinematográfica forma parte de un contexto más amplio de control cultural y mediático derivado de la legislación de seguridad nacional impuesta por Beijing en 2020, que tipifica como delitos la subversión, la secesión, la colusión con fuerzas extranjeras y el terrorismo con penas de hasta cadena perpetua.

Desde entonces, centenares de activistas y periodistas han sido detenidos y numerosas organizaciones civiles han cesado su actividad.

Mientras el Gobierno asegura que la normativa ha devuelto la estabilidad y el orden a la ciudad, para muchos cineastas y críticos el nuevo entorno supone una pérdida de libertad creativa y el fin del Hong Kong que durante décadas alumbró una de las cinematografías más influyentes del mundo.

Fuente: EFE.

Fotos: Reuters/ Lam Yik (archivo) y AP/ Rebecca Blackwell (archivo).