Los Van Gogh más difíciles de encontrar: de un banco en São Paulo a un templo en Varsovia

Algunas de las pinturas más sorprendentes del genio neerlandés se esconden en lugares incógnitos del mundo

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Obras de Van Gogh se
Obras de Van Gogh se encuentran en lugares insólitos como un templo en Varsovia y un banco en São Paulo (REUTERS)

Si bien la mayoría de las obras de Vincent van Gogh se encuentran en museos de renombre, como el dedicado al pintor en Ámsterdam, hay otras que sorprenden por el sitio en el que se conservan: desde un templo en lo alto de un domo en Varsovia hasta una galería enclavada en un bosque montañoso de Hakone, Japón.

También hay una obra robada en El Cairo que permanece desaparecida, mientras que en Tokio una compañía de seguros conserva una de las piezas más caras jamás vendidas en subasta.

Aunque alejados de los grandes circuitos turísticos, estos nueve destinos permiten encontrar el trazo inconfundible del artista neerlandés en escenarios tan insólitos como reveladores.

Van Gogh en Japón: el bosque de Hakone, los girasoles de Tokio y el símbolo de paz en Hiroshima

En Hakone, a unos 100 kilómetros al oeste de Tokio, el Museo Pola guarda tres pinturas de Van Gogh, entre ellas Florero con cardos (junio de 1890) y El puente de Gleize sobre el canal Vigueirat (marzo de 1888). El viaje hacia esta institución transcurre en parte por un ferrocarril de montaña que trepa la región boscosa. Desde allí, los visitantes descienden a través de una escalera mecánica vidriada que los conduce a las salas subterráneas del museo.

El edificio, diseñado por el estudio Nikken Sekkei, fue inaugurado en 2002 con financiamiento de la empresa de cosméticos Pola. Este año, del 31 de mayo al 30 de noviembre, ofrecerá una muestra especial sobre la influencia de Van Gogh en el arte japonés: El impacto de Van Gogh: una renovación de la pasión.

"Los girasoles" de Van Gogh
"Los girasoles" de Van Gogh se exhiben en el Museo Sompo de Tokio, adquirido por 25 millones de libras

En el centro de Tokio, otra pintura emblemática del artista se exhibe en el Museo Sompo. Se trata de una de las versiones de Los girasoles (diciembre de 1888 a enero de 1889), adquirida en 1989 por Yasuda Insurance —posteriormente absorbida por Sompo— por 25 millones de libras esterlinas, lo que la convirtió en la obra más cara jamás subastada hasta ese momento.

Originalmente fue expuesta en el piso 42 del edificio corporativo, con vistas panorámicas de la ciudad. En 2020, la aseguradora construyó un nuevo inmueble con acceso a nivel de calle, que permite al público acercarse a la pintura sin necesidad de ascensores.

En el suroeste del país, la ciudad de Hiroshima alberga uno de los museos más destacados de Japón, inaugurado en 1978 como parte del esfuerzo de reconstrucción tras la bomba atómica.

Financiado por el Banco de Hiroshima, el Museo de Arte de Hiroshima adoptó como lema institucional “por amor y por paz”. Su cúpula arquitectónica replica la del Domo de la Bomba Atómica, uno de los pocos edificios que sobrevivieron a la explosión.

La pintura que exhibe, El jardín de Daubigny (julio de 1890), fue una de las últimas que Van Gogh pintó en Auvers-sur-Oise. Según Bailey, el museo adoptó el color verde como símbolo institucional para reflejar los tonos del cuadro, e incluso lo incorporó a su logo.

El Vaticano y el único Van Gogh de la Santa Sede

En medio de una de las mayores colecciones de arte religioso del mundo, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo del Vaticano conserva una obra poco conocida de Van Gogh: Pietà (inspirada en Delacroix y de septiembre de 1889). El cuadro, que representa a Cristo muerto sostenido por la Virgen María, fue donado en 1973 por la Arquidiócesis de Nueva York con motivo de la creación del museo.

La pintura está basada en una estampa de Eugène Delacroix, de quien Van Gogh también pintó otra versión que hoy forma parte del Museo Van Gogh de Ámsterdam.

El trazo inquieto de Van
El trazo inquieto de Van Gogh, siempre en movimiento, incluso en la quietud de un paisaje

Van Gogh en Honolulu: una escena de cosecha en el Pacífico

En el archipiélago de Hawái, el Museo de Arte de Honolulu exhibe un solo cuadro del artista: Campo de trigo (junio de 1888), una escena de cosecha pintada durante su estancia en Arlés. La obra fue donada en 1946 por la familia Cooke, fundadora de la institución, que abrió sus puertas en 1927 y es reconocida por su acervo de arte del Pacífico y Asia.

La cúpula de Varsovia: Van Gogh en el templo de la Divina Providencia

La única obra de Van Gogh que se conserva en Polonia, Cabañas entre árboles (septiembre de 1883), se encuentra a 26 metros de altura en la cúpula del Templo de la Divina Providencia, en Varsovia. Desde 2016, la iglesia alberga el Museo de Juan Pablo II y del Primado Wyszyński.

La pintura fue donada en 1987 por Charles Carroll-Porczynski, científico polaco radicado en el Reino Unido y empresario de la industria química. Estará en exposición hasta el 27 de abril y luego será trasladada al Museo Casa Familiar de Juan Pablo II en Wadowice, a cargo de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret.

La reserva natural de Otterlo: un museo en medio del parque

El Museo Kröller-Müller, ubicado en Otterlo, a 80 kilómetros al este de Ámsterdam, está rodeado por un parque nacional. Fue inaugurado en 1938 en un edificio diseñado por Henry van de Velde y alberga la segunda colección más importante de Van Gogh del mundo, después de la del museo en la capital neerlandesa.

Reúne 88 pinturas y 172 dibujos, adquiridos entre 1908 y 1922 por Helene Kröller-Müller. Entre las obras destacadas están Autorretrato (abril-junio de 1887) y Terraza de café por la noche (septiembre de 1888). Desde septiembre de 2025 a agosto de 2026, una parte significativa de la colección será prestada a Japón, aunque varias pinturas seguirán en exhibición. Los dibujos, por razones de conservación, solo se muestran ocasionalmente.

La luz no se queda
La luz no se queda quieta en Van Gogh, baila entre pinceladas como si tuviera alma propia (REUTERS)

São Paulo: cuatro Van Gogh en caballetes de cristal

En Brasil, el Museo de Arte de São Paulo (MASP) conserva cuatro obras del artista, entre ellas El banco de piedra en el asilo de Saint-Rémy (noviembre de 1889), que muestra el jardín donde Van Gogh encontraba un momento de paz.

Fundado en 1968, el MASP se destaca por exhibir sus pinturas sobre bases de concreto y estructuras de vidrio transparente, conocidas como “caballetes de cristal”, un diseño original de la arquitecta Lina Bo Bardi.

El Van Gogh robado en El Cairo

En el Museo Khalil, junto al río Nilo en El Cairo, se encontraba Florero con flores (verano de 1886), una de las pocas obras robadas de Van Gogh que aún no fueron recuperadas. El cuadro desapareció por primera vez en 1978 y fue hallado en Kuwait dos años después. En 2010 fue robado nuevamente y permanece perdido.

El museo, que alberga más de cien pinturas impresionistas, fue creado por Mohamed Mahmoud Khalil, exministro de Agricultura de Egipto y ferviente coleccionista de arte francés.