Emiliano Brancciari publica una segunda serie de canciones íntimas: “No le huyo a la melancolía”

El cantante y compositor de No Te Va Gustar presenta su segundo disco solista, “La sombra en luz”. “Sin descuidar la banda, se abrió un espacio donde me puedo expresar de otra manera”, afirma

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Emiliano Brancciari con Daniela Spalla: "Doce Días", canción que integra el segundo disco solista del cantante de No Te Va Gustar, "La sombra en luz"

Hace calor y está húmedo en Montevideo, vaya novedad. La ciudad que mira a los ojos al río de la Plata mantiene su ritmo de capital en cámara lenta en el final del verano, cuando se apagaron los festejos del carnaval y un nuevo presidente gobierna desde la Torre Ejecutiva, frente a la histórica Plaza Independencia. A pocos kilómetros del centro histórico de la capital uruguaya, en una casa del barrio de Pocitos, Emiliano Brancciari ensaya las suaves canciones de su nuevo disco solista, La sombra en luz que se publica este viernes 21 de marzo y que presentará el viernes 9 de mayo en Buenos Aires y el viernes 16 de mayo en Montevideo.

El cantante, principal compositor y cara visible de No Te Va Gustar -argentino de nacimiento, uruguayo por adopción- asume el desafío de un segundo paso sin el sostén de una de las grandes bandas del rock rioplatense, dueña de un sólido repertorio poblado de hits y capaz de llenar estadios de fútbol.

En una casa-estudio del barrio
En una casa-estudio del barrio de Pocitos, Montevideo, Emiliano Brancciari ensaya las canciones de "La sombra en luz", su nuevo álbum solista

En ese punto, la pregunta cae de madura: ¿Por qué hacer un disco solista? Sentado en la pequeña oficina de la casa-estudio-sala de ensayo de Pocitos, Brancciari responde con una plácida sonrisa. Es su tono, al fin y al cabo: un tipo de estrella de rock particular, que vive su vida con bajo perfil y en un almuerzo tardío de mediodía, pasa como uno más alrededor de la parrilla. Así parece tomar este momento de su año artístico, mientras prepara sus shows solistas en una ventana que le brinda la breve pausa de la banda, que este año grabará un nuevo disco. Pero esa es otra historia.

“Me hace bien y lo disfruto. Encontré otro canal donde seguir sacando canciones. Y las canciones se acomodan solas”, dice. “Sin descuidar la banda en ningún momento, se abrió un espacio donde me expreso: toco en lugares más chicos y hago cosas que no hago con la banda. Acá adentro, en No Te Va Gustar todo lo que le haga bien a cada individuo afuera del grupo, sabemos que repercute de buena manera”.

El nuevo disco de Emiliano
El nuevo disco de Emiliano Brancciari se publica este viernes 21 de marzo

El diálogo ocurre en un relajado contexto de una día de semana que en la casa-estudio de Pocitos no lo parece. El asado se cuece mientras la banda formada por Enrique Anselmi (bajo); Lula Isnardi (guitarras y coros); Pablo Abdala (batería); Lucía Romero (teclados, piano y coros) y Gonzalo Vivas (guitarras y coros) ensaya las nuevas canciones y, como ya probó en el programa-encuentro de Mex Urtizberea, Emiliano versiona y hace propia “No soy un extraño” de Charly García. No suena discordante con las canciones de La sombra en luz y es posible que sus fans se encuentren con una potente reinterpretación de lo que su ilustre autor describió como “tango”.

“Me muevo entre dos mundos y lo disfruto un montón. Empezó un poco de casualidad y ahora tengo dos vidas dentro de la misma”, cuenta en el inicio de un sabroso diálogo con Infobae Cultura en donde hablará de su infancia en Munro, el desembarco en Montevideo durante la preadolescencia, los puntos de contacto cultural en ambas orillas del Plata y el arte de hacer canciones, sus lecturas e influencias a la hora de componer.

“Me hace bien y lo
“Me hace bien y lo disfruto. Encontré otro canal donde seguir sacando canciones”, dice Emiliano Brancciari sobre su segundo disco solista

Volviendo a la trastienda de su decisión de publicar sus canciones por afuera de la banda. Ocurrió en 2022, antes de la publicación de su primer disco solista Cada segundo dura una eternidad, con una palabra clave: “Junté un puñado de canciones y dije “¿por qué no las grabo?” Pedí permiso y así fue”.

—Me interesa esto que dijiste: “pedí permiso”. A veces cuando el cantante y principal compositor de una banda saca un disco solista es como...

—¿Que se quiere ir?

—Claro, más o menos: algo está pasando. Creo entender que no es el caso.

—Absolutamente no.

—Supongo que tiene que ver con la dinámica que ustedes tienen como banda. ¿Cuántos años llevan ya?

—30 años.

—Entonces, dijiste “pedí permiso” ¿Por qué?

—Era lo primero que quería dejarle en claro a mis compañeros. Es algo obvio porque tenemos una relación hermosa, somos un grupo cada vez más más sólido en lo humano, que es lo principal. Pero bueno, son cosas que se tienen que hablar. Le dije: “muchachos, nosotros tenemos el mejor de los grupos, esta es mi familia, esta es mi casa pero quiero hacer otras cosas también”. Y enseguida me apoyaron.

Después el otro desafío era explicarlo para afuera, porque si puede haber suspicacia adentro, en un primer momento afuera más todavía... Porque generalmente cuando los cantantes-compositores encaran un proyecto solista es porque se quieren ir o muchas de las veces pasa por ahí. En este caso, no. Y creo que ya quedó claro, porque sigo apostando a la banda. Es mi proyecto principal.

A la par de No
A la par de No Te Va Gustar, Emiliano Brancciari presenta un nuevo trabajo personal, con un sonido íntimo y confesional

—Las 8 canciones de este nuevo disco tienen un marcado tono personal, que creo es parte de tu estilo de compositor “emocional” ¿Qué estás transmitiendo con este tono confesional que luego hace que miles de personas canten una cosa tuya, íntima?

—Si, nacen de un sentimiento propio y la gente se lo lleva a su vida, lo asimila a su forma y lo devuelve cuando nos encontramos. Hay canciones de este disco que tienen 10, 15 años... Y que recuperé porque vi que me todavía me sentía identificado con ellas. Me siguen gustando, me siguen motivando y ahora encontraron un lugar. Y acá están, respirando.

—Con NTVG abrieron el show de Cosquín Rock con “Un ángel para tu soledad” de los Redondos, fue un guiño a tu historia supongo... Evidentemente el rock te marcó, pero ¿de qué otros lugares has bebido como para llegar a poder plasmar una idea, un sentimiento en la letra de una canción?

—En principio de las guitarreadas en mi casa. Cuando vivíamos en Buenos Aires, mi mamá tocaba la guitarra... Éramos una familia numerosa, parte uruguaya, parte argentina. Todas las reuniones terminaban en guitarreada y se tocaba de todo, tango, folclore también. Tal vez esos géneros con tanta melancolía mezclado con el rock, es lo que terminó por influir... Y después me vine a Montevideo (risas). Acá me llegaron otras cosas: el rock brasileño por ejemplo, Legiao Urbana, Titas, Paralamas por supuesto. Porque en Uruguay es entre papá y mamá, rock argentino y rock brasileño, se da esa mezcla acá. Después me encontré con géneros urbanos como el candombe y la murga, que yo no conocía. Con mis nuevos amigos de acá escuchábamos punk también. Toda esa mezcla es lo que termina convirtiéndose en mi banda. Por más que vivamos como una banda de rock, no un género que mande en NTVG.

Emiliano Brancciari presentará "La sombra
Emiliano Brancciari presentará "La sombra en luz" el viernes 9 de mayo en Buenos Aires, y el viernes 16 en Montevideo

—Teniendo un pie en cada país, como decís, ¿qué crees que nos iguala y nos diferencia a argentinos y uruguayos? Siendo muy generalista obviamente...

—Cada vez menos cosas nos diferencian. Porque, bueno, si ya la globalización había hecho su trabajo, las redes sociales hicieron el resto. De hecho ahora acá se le llama “tostado” al sándwich caliente, y eso no pasaba (risas). Ayer hablábamos con un amigo que me decía “lo único que no soporto es que en Uruguay se le diga cuatro de copas a alguien, de manera despectiva. Cuando el cuatro de copas en el truco de acá puede valer un montón, porque son otras reglas, ¿entendés? No tiene sentido, pero igual se utiliza. En el lenguaje es lo primero en que se están como borrando las fronteras. Y después, por suerte, Argentina también se volvió permeable al rock uruguayo, desde que empezamos a ir nosotros con otros grupos... Eso era impensable cuando empezamos. Y lo hicimos sin redes sociales, sin streaming.

—Hablaste de melancolía y claramente eso está presente en la música popular de Argentina y Uruguay. Sin embargo, a veces puede tener mala prensa por estar asociada al bajón. ¿Cuánto te nutre a vos? ¿Cuán melancólico realmente sos?

—Me nutre porque me encanta... Me gusta la música con esa impronta. La disfruto, esté mal o esté bien. A mí me resulta positivo. O sea, “ponés canciones tristes para sentirte mejor” decía Cerati. Me gusta eso, incluso de la música mexicana, o sea: el despecho. Me encanta eso de toda la vida. No es algo a lo que le huya.

[Fotos: Lu Lee]