
Ángel tenía 8 años la primera vez que dibujó una tormenta. Hay una obsesión en ese chico. Y también hay celos. Pero eso lo sabremos después, casi al final del primer relato de Caballo de verano, el libro del escritor argentino Hernán Ronsino publicado por Eterna Cadencia en 2024.

Caballo de verano
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“Cuando la madre descubrió esa obsesión, primero trató de disuadirlo, de entablillarlo como a un árbol torcido: le pedía que dibujara otras cosas, le hacía copiar ilustraciones, cuadros con paisajes serranos. Pero Ángel no podía dibujar otra cosa: las nubes aparecían negras, monstruosas amenazando los jardines coloridos”. El cuento se titula Tormenta, como la que el único hijo de Leticia y Julio dibuja sin cesar, casi de manera enfermiza. “Los infiernos se parecen a tormentas interminables. Pero toda tormenta empieza en un punto”. La que se forma afuera, en el cielo plomizo y la que se forma adentro, en el alma. El nene dibuja, el padre está ajeno mirando la tele y la madre se enoja porque está harta. Entonces el aire se enrarece. “Ángel necesita golpear a su madre. (…) pero antes de patearla, algo lo frena: piensa en el hermano que nacerá pronto. (…) Eso lo demora, lo hunde en un estado de tristeza”.
Luego de 21 años de su primer libro, Ronsino escribe esta antología de 119 páginas, que se divide en dos partes. Los primeros seis relatos: Tormenta, La curva, Pie sucio, Y a los perros también, Febrero y caballo fueron escritos a lo largo de varios años mientras que los de la segunda, Los ladrones, El origen de la tos y Ejército enemigo, son más recientes. Todos ellos dan cuenta de historias pequeñas, que revelan frustración, vacío e ilusiones perdidas. Es que somos tan vulnerables. Hay tensión y mucha. Y a medida que avanzamos en la lectura, la inquietud crece junto con el dolor de panza. Y ahora: ¿qué? El silencio.

“Tiene las piernas largas. (…) Dice que mató al tío. (…) Y dice que dejó un hijo recién nacido en un campito de Benítez, hace como 5 años”. La curva es el cuento más corto de la obra de Hernán Ronsino. La protagonista anda sola, descalza. Silba cumbia y vive en una tapera. Los remiseros de la curva hablan. Porque no hay otra cosa que hacer en ese pueblo de mala muerte, más que hablar sin saber. Y el vacío de información se llena con fantasía. Y la imaginación opera.
Las mujeres del escritor tienen una “belleza precaria”: la madre del chico que dibuja tormentas, la chica que vive en la tapera, la esposa de Pie sucio (otro de los relatos), que se llama Emilia y que en otro cuento hizo algo terrible pero que nadie sabe. O la mamá y la hermana de Fabián, que cuentan que se murió el tío y que tienen que ir al velatorio en la ciudad. Y se suben a la camioneta. Y pasan cosas. “Como que mami se vuelve fuerte ahora. Y frente a la tía no llora. Y todos lloran. Mami le estira la mano. Y la tía espera, firme, fría, que mami le apoye la mejilla, que se someta a su dolor. Pero mami le da la mano y no llora, como lloran todos. No lloramos como lloran todos.”
Los ladrones abre la segunda parte del libro y habla de Tomaso, un jubilado de banco, que durante 28 años atrapó un sapo por día y lo guardó en un lugar en el fondo, abajo del galpón de herramientas. Se lo dice a Blanca, su pareja nueva, una mujer que nada que ver y él que aceptó para no estar solo. “Un sapo por día durante 28 años? Pregunta Blanca con una voz fría pero controlada. Sí, dice Tomaso”. Rari, ¿no? Más adelante descubriremos que lo que escondía en el cuartucho de atrás no eran batracios. Y entonces: ¿qué eran? No sé. Mejor, fíjate vos.

Caballo de verano es lo que te espera detrás de la puerta. Siestas interminables. Calor. Tierra. Bichos. Me recuerda a Selva Almada y su viento que arrasa. Todo bajo un cielo celeste o negro. Y el río. Da igual. Están ahí. Algunos de un lado del alambre de púas y otros mirando que hace el de enfrente. La gente de Hernán Ronsino habita la tragedia y la rareza, pero no lo sabe. Rotos o remendados andan por ahí como queriendo, pero tropiezan. Están cansados. Pero al final hay una vuelta de tuerca. Hay un guiño. Hay una recompensa para todos ellos. Capaz que al principio no la ves. Pero después sí.
Quién es Hernán Ronsino
♦ Hernán Ramón Ronsino es sociólogo y escritor.
♦ Nació en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, en 1975.
♦ Su obra está compuesta por cinco novelas, dos libros de cuentos y uno de ensayos. Entre las novelas están: La descomposición (2007), Glaxo (2009, Lumbre (2013), Cameron (2018) y Una música (2022), todas publicadas por Eterna Cadencia.
♦ En 2020 recibió el Premio Anna Seghers. En 2021, el Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires y en 2023 el Premio de la Crítica que otorga la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
♦ Fue traducido al francés, italiano, inglés, alemán y griego.
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