El Carnaval de Venecia celebra los 300 años de Giacomo Casanova

Con un amplio cronograma de actividades, uno de los eventos culturales más importantes del mundo se realiza hasta el 4 de marzo

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El Carnaval de Venecia celebra los 300 años de Giacomo Casanova

Máscaras, arte, música y muchísimo color. El Carnaval de Venecia vuelve a encantar al mundo y transforma a dicha ciudad en un mosaico de eventos artísticos, de entretenimiento y cultura, en una edición especial por el 300 aniversario del nacimiento de Giacomo Casanova. El festival comenzó el pasado 14 de febrero y se extenderá hasta el 4 de marzo, por toda la ciudad. E incluso podría extenderse a otras ciudades italianas.

Con el título “Il tempo di Casanova”, dedicada a la figura atemporal del veneciano, el carnaval tuvo 20 mil personas en su noche inaugural, celebrada en la Plaza de San Marcos y en una temática dedicada exclusivamente al amor. Para dicha ocasión, los organizadores establecieron un concurso especial llamado “Grita tu amor”, donde los asistentes podían declarar sus sentimientos en vivo y en directo.

Sin embargo, en los días previos también se desarrollaron varias actividades, como el desfile de carrozas en Dese (el pasado 2 de febrero) y la selección de las 12 Marías (jueves 13 de febrero), un suceso que recuerda la tradición medieval de presentar y mostrar a las jóvenes más bellas de toda la ciudad.

Para esta jornada y a partir de las 11 de la mañana de Italia, varios centenares de embarcaciones decoradas y gondoleros disfrazados se reunirán en la Punta della Dogana, con la meta de navegar por el Gran Canal y en dirección a Rialto. Además, previo al puente, la famosa ‘caorlina’ –que es una embarcación de seis remos, que porta la ‘pantegana’ de cartón, uno de los símbolos más importantes de la festividad- se abrirá envuelta en una llamarada de humo de colores, confeti y serpentinas, para darle salida oficial a todas las celebraciones.

En la localidad de Putignano, dentro de la provincia de Bari, hoy se hará el primer desfile de carrozas alegóricas, previo a la actuación de Eugenio Cesaro, del grupo Eugenio, en Via di Gioia, y de un concierto de Le Vibrazioni.

En tanto que en Civita Castellana, dentro de Viterbo, para este día está previsto la realización del Carnaval Histórico Civitonico. Mientras que en Roma y hasta el 9 de marzo, el parque de atracciones Cinecittà World propone un programa de animaciones para celebrar el carnaval, con desfiles, carrozas, espectáculos, concursos de disfraces y eventos dedicados a los niños.

En lo que respecta a la ciudad local de las festividades, en su cronograma destaca el desfile “Festa delle Marie” desde Santa Sofía hasta la Plaza de San Marcos (22 de febrero), el Vuelo de Ángel desde el Campanario de San Marcos (23 de febrero), el Vuelo del Águila (2 de marzo), la presentación de las 12 Marías (3 de marzo) y el cierre del carnaval con el Vuelo del León. Además, todos los días habrá concurso de disfraces y espectáculos teatrales, en diferentes puntos.

Una rica historia cultural

El primer documento escrito que menciona oficialmente al Carnaval de Venecia como fiesta pública es de 1296, en un edicto del Senado de la Serenísima. Fue desde allí que la fiesta evolucionó hasta el siglo XVIII, cuando logro la popularidad en toda Europa.

Sin duda, uno de los grandes atractivos de la festividad es el uso de máscaras, que ya había logrado fascinación entre los venecianos en 1200, cuando empezaron a verse los primeros disfraces en cada una de las calles de Venecia con la llegada de las mujeres de Constantinopla. Las mismas solían pasean con el rostro completamente cubierto, lo que despertaba el interés y la curiosidad de la gente local.

Las máscaras cumplían un rol casi poético o de justicia, ya que garantizaban el anonimato y nivelaba las clases sociales, lo que permitía la burla pública a la aristocracia de entonces y a las propias autoridades. Incluso, hay constancia del establecimiento de talleres y técnicas de fabricación 71 años después del avistamiento de aquellas mujeres misteriosas.

Fue así que, en el siglo XV, el oficio de mascareri (o artesanos especializados en la fabricación de máscaras de papel maché) fue reconocido oficialmente por la Serenísima. Entre sus trabajos más solicitados resaltan el médico de la peste, que, con forma de cuervo, en sus inicios se usaba para evitar los contagios. Y la Bauta, que consiste en un tricornio negro sobre un rostro blanco.

Sin embargo, el uso de máscaras también trajo aparejado los robos, los delitos y los acosos, hechos que llevó a la Serenísima a limitar su uso. En 1797, la situación se agravó cuando la histórica ciudad-estado cayó bajo el yugo de Napoleón Bonaparte y prohibió los disfraces de carnaval.

Luego de 170 años, los venecianos organizaron en forma pública las primeras fiestas con desfiles de máscaras y disfraces, con el objetivo de revivir sus propias tradiciones. Y en 1979 se elaboró el primer programa que implicó a la propia gente de Venecia en las celebraciones y así volver a los orígenes del carnaval, para convertir a toda una ciudad en un mosaico de pura cultura, arte y entretenimiento.