Elon Musk lo hizo y lo seguirá haciendo

Cuando se lo pidieron, el magnate logró poner a Estados Unidos nuevamente en la carrera espacial y pretende que los humanos habiten más de un planeta. Aquí, la introducción al capítulo tecnológico del libro “Todas las caras de Elon Musk”, que se puede descargar gratuitamente.

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El libro que muestra al
El libro que muestra al Elon Musk tecnológico y humano.

Corría el fin del año 2013 y el Gobierno de los Estados Unidos estaba sumamente presionado por la opinión pública local y por los ojos del mundo, que observaban que otro año más terminaba y la primera potencia del mundo no contaba con la capacidad de poner hombres en el espacio. Es más, dependía de los rusos para hacerlo, por lo que debía pagar unos 20 millones de dólares por cada asiento que sus astronautas ocupaban en los viajes a la Estación Espacial Internacional (EEI)

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Todas las caras de Elon Musk

Por Belén Marinone y Víctor Ingrassia

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Es que ya habían pasado más de dos años desde el 2011, cuando el programa espacial de Estados Unidos decidió retirar los transbordadores espaciales y concentrarse en el desarrollo de cohetes para subir astronautas a la Estación Espacial Internacional, el lugar donde se experimentan todas las condiciones físicas y psíquicas de los hombres y mujeres que viven en el espacio, para luego poder proyectar dichos estudios a futuras colonias espaciales en otros mundos.

Imposibilitada de crear en poco tiempo cohetes confiables para subir estadounidenses al espacio, a principio de 2014, la NASA sentó a la mesa a Elon Musk, dueño de SpaceX y a los directivos de la poderosa empresa aeroespacial Boeing. Y les dijo que quería tener un cohete en los próximos cinco o seis años que pudiera llevar astronautas al laboratorio orbital y así no depender más de los rusos y su tecnología.

Musk perfeccionó su novedoso cohete Falcon 9, creó una cápsula espacial llamada Dragon y en 2020 logró enviar humanos al espacio desde suelo estadounidense por primera vez en 9 años.

Un cohete Falcon 9 se
Un cohete Falcon 9 se prepara para salir en Florida, Estados Unidos, en septiembre de 2024. (REUTERS/Joe Skipper/File Photo)

Por su lado, el gigante aeronáutico Boeing tardó el doble de tiempo y su primer vuelo realizado en 2024 fracasó con la nave Starliner, que debió volver a la Tierra sin tripulación, dado los riesgos que implicaba a sus dos astronautas que la utilizaron en su viaje de ida a la EEI. El resultado fue que la nave espacial de Musk será la que en 2025 los rescate del espacio.

Elon Musk lo hizo y lo seguirá haciendo. Tuvo un cohete para volver a poner a Estados Unidos en la carrera espacial y no depender de su más complejo competidor, cuestionado mundialmente en los últimos tres años por la guerra en Ucrania que protagoniza. Musk busca promover bajo su liderazgo la exploración espacial también cuidando el planeta. ¿Por qué? Porque todos sus cohetes son reutilizables.

El empresario entendió que era inconcebible desarrollar una industria espacial con tanto gasto implícito en la construcción de cohetes, cápsulas, motores y otros componentes espaciales. Por eso adaptó sus cohetes con un sistema que les permite volver a aterrizar desde la misma plataforma de donde fueron lanzados, o a miles de kilómetros en una barcaza en medio del océano. Así, pudo cerrar la extraordinaria cifra de 118 cohetes lanzados solo en 2024. Más que todos los países del mundo juntos.

Pero la visión de Musk en el espacio no se limita a alcanzar un récord de lanzar cohetes. En su mente solo ve un destino para el ser humano: fuera de la Tierra. El exitoso empresario creador de Pay Pal, Tesla, SpaceX y ahora dueño de la red social X sueña con colonizar la Luna y Marte, como primeros pasos de ciudades espaciales donde hombres y mujeres puedan vivir y desarrollarse. El magnate considera que esta es una medida crucial para asegurar la continuidad de la humanidad como especie capaz de habitar más de un planeta.

“Si la civilización es razonablemente estable durante los próximos 30 años, se construirá en Marte una ciudad autosuficiente de más de un millón de personas”, publicó en X.

Vivir en Marte

Según Musk, uno de los mayores retos para la colonización de Marte es crear un entorno que sea capaz de sostener la vida humana a largo plazo. Para ello, se deberán aprovechar los recursos de la atmósfera del planeta para producir oxígeno y garantizar así la sostenibilidad de la colonia. Y también el suelo marciano para la construcción de hábitats sostenibles.

El cohete Starship.
El cohete Starship.

El plan de colonización de Marte por Elon Musk fue diseñado en etapas que buscan desarrollar y construir una infraestructura sólida para que permita la habitabilidad sostenida y progresiva del ser humano. Así, con su nave insignia, la Starship, Musk planea llegar a Marte en 2026 en un primer prototipo del proyecto que realizará su primer vuelo orbital. Recordemos que hoy ese megacohete, el más grande del mundo con 122 metros de largo, está realizando pruebas no tripuladas para estudiar su comportamiento, con resultados positivos y grandes avances efectuados.

Musk planea que para 2028 la primera misión no tripulada llegará a Marte con el fin de transportar carga y preparar el terreno para la llegada de los primeros humanos en 2030. Ese viaje será un paso crucial que sentará las bases para las siguientes etapas de la colonización marciana.

Para 2035, el cronograma indica que se instalarán bases permanentes en el planeta, con el objetivo de construir invernaderos, fábricas y viviendas que permitan a los colonos producir alimentos y materiales esenciales para su supervivencia.

Y hacia 2040-2050 la colonización deberá tomar impulso con el desarrollo de ciudades autosuficientes y la implementación de una red de túneles automatizados que faciliten el transporte de personas y recursos en la superficie marciana. Si bien los avances recientes en el desarrollo del nuevo cohete y la investigación médica sobre el comportamiento del cuerpo humano viviendo en el espacio, son alentadores, los desafíos técnicos y logísticos siguen siendo muy grandes.

Elon Musk habla del cohete
Elon Musk habla del cohete Starship, en Texas, en septiembre de 2019. (REUTERS/Callaghan O'Hare/File Photo)

La distancia de Marte a la Tierra, que varía entre 54 y 401 millones de kilómetros, plantea un reto en términos de comunicación y transporte de suministros hacia el futuro hogar de los humanos. A esto se suman las dificultades para proteger a los colonos de la radiación cósmica y las temperaturas extremas, factores que requieren soluciones tecnológicas avanzadas y sostenibles que por ahora no están al alcance nuestro.

Pero para Musk cada reto, cada dificultad, es superable con trabajo, esfuerzo y constancia. El hombre es un explorador nato y no se quedará en la Tierra mucho tiempo. Y en su camino, la Luna y luego Marte, son los próximos mundos a conquistar y colonizar en forma permanente.

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