Amiga, ya que nos queremos, ¿me acompañás a matarme?

El estremecedor planteo de la película “La habitación de al lado” está tomado de la novela “Cuál es tu tormento”. En qué puntos la película se aparte del libro, qué dijo la autora y por qué muestra lo más noble

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Tilda Swinton en el papel
Tilda Swinton en el papel de la amiga enferma que toma decisiones difíciles.

No se me ocurre encargo más terrible: “Amiga, ya que nos queremos, ¿me acompañás a matarme?”. Ya se sabe: este es el conflicto central de La habitación de al lado, la película de Pedro Almodóvar que probablemente se quede con unos cuantos premios Goya este sábado. Pero, antes, es uno de los temas centrales de Cuál es tu tormento, una novela de la estadounidense Sigrid Nunez.

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Cuál es tu tormento

Por Sigrid Nunez

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La pregunta terrible, en el libro, se formula así: “Lo que necesito es que alguien esté allí conmigo, dice. Quiero cierta soledad, desde luego, es a lo que estoy acostumbrada, después de todo, lo que siempre he deseado: estar muriéndome no me ha hecho cambiar. Pero no puedo estar completamente sola. Me refiero a que se trata de una nueva aventura: ¿quién puede saber cómo será realmente? ¿Y si algo sale mal? ¿Y si todo sale mal? Necesito saber que hay alguien en la habitación contigua”.

“Siento que ella dice que sí porque no sabe cómo decir que no”, contó la escritora en una entrevista. “Y cuando llega al lugar se siente una idiota”. Pero, claro, ya no hay cómo volver atrás.

Aunque dice que algo de autobiográfico hay en su novela -los puntos de vista, no la anécdota-, Nunez no se parece nada a Julianne Moore, la actriz que interpreta a la amiga que acepta acompañar a la otra hasta su muerte. Pero Almodóvar sugiere que sí: en el libro, esa amiga es la voz que narra y no tiene nombre; en la película, el director le puso “Ingrid”, que suena bastante parecido a “Sigrid”.

Sigrid Nunez nació en 1951 en Nueva York, su madre es alemana y su padre, un chino-panameño al que se le debe haber caído la virgulilla de la Ñ cuando emigró a los Estados Unidos. Pelo corto, rostro tranquilo, Nunez contó ottue venía pensando en la amistad entre mujeres y que sabía que a Almodóvar lo inquietaba la mortalidad y el paso del tiempo, así que tanto no se sorprendió cuando recibió el mail que decía que el español quería filmar su novela. O, bueno, la sobresaltó: cuando abrió esos mails acababa de llegar del cine. Había visto Madres paralelas... del mismo director.

"Cuál es tu tormento", la
"Cuál es tu tormento", la novela de Sigrid Nunez.

La novela inicia con una frase de Simone Veil: “La plenitud del amor al prójimo estriba, simplemente, en preguntar al prójimo: ‘¿Cuál es tu tormento?”. Y si la película va directo al grano, en la novela pasaremos por otros tormentos. El del académico que predica en el vacío sobre el desastre ecológico por venir, el de la mujer que perdió su gato amado, el de la que ve un espejo en la académica ya mayor que también tiene que ser sexy. El tormento de la pintora, Dora Carrington, enamorada de un hombre homosexual, que se casa con el hombre al que su amado ama. El de tener distancia afectiva con una hija. “La única cosa más dura que verte a ti misma envejecer es ver cómo envejecen aquellos a los que quisiste”, escribe la narradora mirando a su ex. Y todavía ni se imagina cómo es NO verlos envejecer.

Eso, más lento, con mucha mirada política, con guiños a la vida de los escritores, es el libro. La película es muy diferente.

“Fui muy infiel”, dijo Almodóvar, hablando de Sigrid y del texto. Ella no está de acuerdo: en el espíritu, dice, no lo fue. En la melancolía no lo fue. “No esperaba una transcripción”. Aunque, sí, el final... la sorprendió. Pero pesó más la interpretación de las actrices, el modo en que encarnaron a sus personajes. Eso sí lo reconoció Nunez.

Tilda Swinton, como la amiga
Tilda Swinton, como la amiga enferma, y Julianne Moore, como quien la acompaña. Para Sigrid Nunez, interpretan bien a sus personajes. (Sony Pictures Classics via AP)

Resulta difícil, después de ver la película, no pensar en los personajes con esas caras, esa flacura extrema de Swinton, esa dureza que la hace seguir adelante, incluso la alegría de su cara cuando toma la decisión de alquilar un lugar hermoso y, una noche, sin avisar, tomarse la pastilla que consiguió en lo más profundo de Internet y que es ilegal.

Claro que Cuál es tu tormento también es -aunque no tanto como la película- un alegato por la muerte digna, por la posibilidad de acabar con la propia vida de manera indolora cuando uno crea que no da para más. Pero mucho más es una prueba de hasta dónde puede llegar el amor, qué cosas se pueden hacer por otro.

Sólo así es posible instalarse en la habitación de al lado -o de abajo- para esperar la señal: la puerta cerrada. El día en que veas la puerta cerrada resulta que ya habrá ocurrido.

Así que las mujeres parten a esa casa soñada de la que sólo volverá una de las dos -suponemos. Y cuando llegan, oh, se olvidó las pastillas. De todas las pastillas, ESAS. En el libro, la escena vuela: hay que volver a buscarlas y punto. En la película -ay, como no spoilear- la búsqueda tiene otra dimensión y otro dilema: ¿qué debe hacer Ingrid si las encuentra? ¿Dárselas y seguir con el plan? ¿Hacerlas desaparecer?

La escritora Sigrid Nunez es
La escritora Sigrid Nunez es hija de una alemana un chino-panameño.

Mil detalles separan la novela de la película. Uno es el racconto en que Martha -la amiga enferma- entrevista a dos sacerdotes españoles en Bagdad y el fotógrafo le dice que uno de ellos fue su amante y que supone que el otro ocupa ese lugar ahora. Un gestito almodovariano.

Hay risas, recuerdos. Está la dura historia de la enferma con su hija, que en el libro no tiene la salvación que el cine le otorga. Está la historia de esa otra mujer, también enferma, también terminal, a la que su marido cuida con amor porque falta poco para sacársela de encima y ella lo sabe. Y los compañeros del grupo de contención tratan de convencerla de que no es así, es decir, no la dejan hablar de lo que de verdad pasa porque es más cómodo vestir los dolores de seda.

Está, también, el rescate de lo más noble, esa fuerza sacada quién sabe de dónde que permite correrse del centro de los propios intereses y estar en un lugar incómodo por otro. Algo que otro, que no entiende nada, describe como una “folie a deux”, una locura no de cada una sino entre las dos.

Tilda Swinton, Pedro Almodóvar y
Tilda Swinton, Pedro Almodóvar y Julianne Moore, en la alfombra roja en el 81º Festival de Cine de Venecia, en septiembre de 2024. (REUTERS/Yara Nardi)

Recorremos la novela, como la película, una tristeza de base y cierta emoción de thriller: ¿Lo hará? ¿Morirá? ¿De verdad no llegará el 7° de Caballería o el llamado con el indulto en el último momento... para salvarla y aliviarnos? “Lo que atrae al lector a la novela es la esperanza de templar su vida helada al abrigo de una muerte, de la que lee, dijo Benjamin”, escribe la amiga escritora al final. Nos atrae leer sobre la muerte porque el libro termina y estamos vivos.

Cuál es tu tormento, es en definitiva, una novela de crecimiento y aprendizaje. Contra el sentido común. Me recordó esos versos de Luis García Montero, el marido de la escritora Almudena Grande, que la cuidó el año y pico que duró su cáncer y luego habló de: “estos días finales que ya son, ahora, recordados, los más felices de mi vida”.

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