¿Más arte o más matemática? David Bueno es biólogo y tiene una respuesta

En su libro “El arte de ser humanos” cuenta qué pasa con el cerebro cuando nos ocupamos de una disciplina o de la otra. Y hace propuestas

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David Bueno reivindica el ‘homo artisticus’ que todos los ciudadanos llevan dentro en su ensayo El arte de ser humanos, ganador de la última edición del Premio Josep Pla, que se publica el próximo miércoles 5 de febrero.

En la presentación este lunes del libro, que publica la editorial Destino, Bueno ha indicado que se refiere al ‘homo artisticus’ “no como una metáfora”, sino como reclamo de “la necesidad de poner la creatividad y el pensamiento crítico en el centro de la educación”.

Bueno ha confesado que este ensayo lo tenía en la cabeza desde 2010 y que nació de “la necesidad de integrar todo lo que hacemos en la vida de una manera más global”.

Recuerda el autor que cuando se habla de reforzar las matemáticas en el sistema educativo, “la respuesta no debe ser más horas de matemáticas, sino reconducirlas de otra manera”, y pone como ejemplo su experiencia personal en las clases de bioética que imparte, que comienzan jugando a las cartas, o en las de biología, hablando de poesía”.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

De forma “provocativa”, Bueno comienza el libro con la advertencia de que “contiene capítulos de lectura prohibida”, pensando en “aquellos científicos a los que no les importan las humanidades, o en los humanistas a los que no les interesa la ciencia, como en cierto momento dijo Sartre”.

El autor desmitifica la separación entre ciencia y humanidades, demostrando que estas disciplinas comparten la esencia creativa y el pensamiento abstracto de cualquier forma de arte, y en consecuencia considera que “la ciencia y la filosofía son también disciplinas artísticas”.

En el trasfondo de su teoría, hay una realidad, “el cerebro funciona de la misma forma cuando estamos haciendo un trabajo científico que cuando miramos un cuadro o leemos una poesía”, señala Bueno.

Sostiene que “las artes son una herramienta fundamental para potenciar habilidades como la creatividad, la memoria, la atención y la socialización” y además “el arte es la única característica que nos define como especie biológica, algo que los primates, aun con inteligencia, no son capaces de hacer”.

Laringe humana

En un repaso de la evolución humana, el científico destaca como un hito el cambio que se produjo en la laringe, lo que permitió que el lenguaje humano fuera más complejo y al mismo tiempo también aparecieron las primeras pinturas rupestres.

A partir de entonces comenzó la carrera tecnológica de la especie humana, las primeras creencias filosóficas o místicas y los primeros enterramientos.

El planteamiento de Bueno tiene, a nivel educativo, “un potencial increíble”: propone la integración de las artes en la escuela como instrumento para desarrollar habilidades cognitivas, emocionales y sociales, para favorecer una formación más rica y equilibrada.

“Tendemos a especializarnos, pero olvidamos que, de forma instintiva, desde niños somos capaces de hacer garabatos, de hacer teatro, utilizar el lenguaje científico y razonamientos filosóficos, incluso antes de saber hablar”, apunta el ganador del Pla.

El doctor en biología y
El doctor en biología y divulgador científico David Bueno reivindica el 'homo artisticus' . (EFE/Alejandro Garcia)

Bueno propone esa interrelación entre todas las artes, incluidas la filosofía y la ciencia, puesto que “nuestro cerebro trabaja de forma integrada de manera innata”.

En el ensayo, el científico y divulgador pone ejemplos de esta integración artística, de la filosofía, la poesía, la música clásica, que Bueno disfruta más si la escucha en directo, o el rock and roll.

En el principio del libro, Bueno hace un llamamiento a dedicar más tiempo al arte de hablar, que ahora está en retroceso en competencia con las pantallas; y continúa sucesivamente con las artes escénicas, plásticas, musicales, el juego y la ciencia y la filosofía como artes.

Acaba el libro con el lenguaje escrito, “el único que no es instintivo, y en este campo la poesía es uno de los máximos exponentes de esta creatividad”.

(Fuente: EFE)

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