El personaje principal de uno de los fenómenos cinematográficos del momento, The brutalist, es un arquitecto llamado Laszlo Toth, que nunca existió, no así su lucha, porque ésta es ni más ni menos que la lucha de una idea, una visión, contra la realidad, algo que fascina al cine.
Con motivo de la presentación de The brutalist en Madrid, su director y coguionista, Brady Corbet, dijo que la película pretende recrear, entre otras tramas, “la dinámica de la relación entre el artista y el empresario, una dinámica muy específica en el mundo del arte y en el mundo del cine, en concreto en el mundo del cine independiente”.
Toth, migrante húngaro que llega a Estados Unidos para huir de los nazis y de la Segunda Guerra Mundial, es un arquitecto educado en el estilo de la Bauhaus, reconocido por su obra en Europa. En su nueva vida norteamericana no es nada. Pero cuando un adinerado empresario le encarga la construcción de un centro social en Pensilvania, Toth desplegará una idea, una visión, una ambición, una manera de ver la grandeza. No le resultará nada fácil sacarla adelante.
Cine y arquitectura
“La arquitectura está llena de individuos que han intentado construir una utopía y, además, está muy relacionada con el poder. De hecho, en Estados Unidos, se ha recurrido mucho a grandes arquitectos para dar una imagen de poderío ante el mundo”, dice el arquitecto Vicente Monroy., programador de un ciclo sobre la relación entre el cine y la arquitectura en la cineteca del Centro Cultural Matadero de Madrid
Monroy no ha visto The brutalist, confiesa, pero tras escuchar someramente la trama, encuentra similitudes entre el Toth ficticio y el arquitecto alemán-estadounidense Mihes van der Rohe, y además, entre esa “dinámica” de la que hablaba Corbet y la presencia constante, frente a la arquitectura, condicionándola, de “grupos de poder muy potentes”, a veces empresariales, a veces religiosos.
Cinco películas sobre arquitectura
Trazado el contorno, la historia del cine ofrece películas sobre arquitectos y sus luchas, o sobre la influencia de la arquitectura en la trama, erigiéndose en un personaje más. A continuación, cinco películas, aparte de The brutalist, representativas:
1- ‘Metrópolis’, de Fritz Lang. 1927
Lang estudió arquitectura en Viena, aunque abandonó pronto la carrera. Su impronta se nota, sin embargo, en este hito de la ciencia ficción, plagado de guiños políticos y de referencias arquitectónicas. La ciudad futurista, ambientada en un hipotético 2026, se alimenta de la influencia del ‘art decó’, y por tanto, de las líneas de rascacielos emblemáticos de Nueva York y Chicago.
2- ‘El manantial’, de King Vidor. 1949
Gary Cooper da vida a un arquitecto muy atado a sus ideales creativos, por lo que, cuando descubre que la empresa que le ha contratado está desvirtuando su proyecto con el fin de abaratar los costes, se desbocará en él un potente conflicto interior. Dirige King Vidor esta adaptación de una novela de Any Rand que, supuestamente, se inspira en el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright.
3- ‘Playtime’, de Jacques Tati. 1967
Considerara la obra maestra de Jacques Tati, Playtime imagina un París de arquitectura y urbanismo futuristas para contar el día a día de una sociedad desmedidamente consumista a través de los ojos de una turista estadounidense y del alter ego más conocido del cineasta francés, el señor Hulot. Para esta película se construyó un enorme decorado.
4- ‘High Rise’ (‘Rascacielos’), de Ben Wheatley. 2016
Adaptación de la novela de J.G. Ballard, esta película británica se desarrolla en un enorme rascacielos de diseño entre brutalista y futurista, trasunto de las diferencias entre clases sociales según los niveles de renta, en el que los residentes se van poco a poco olvidando del mundo exterior... Hasta que el rascacielos empieza a fallar.
5- ‘Megalópolis’, de Francis Ford Coppola. 2024
Un arquitecto como protagonista. Una trama basada en la lucha de su ideal contra el poder. César Catilina se enfrenta a un alcalde corrupto por la reconstrucción de una enorme ciudad llamada Nueva Roma tras una catástrofe devastadora. Ciencia ficción desbordante en la última película del director de la saga de El Padrino.
Epílogo
Dice Monroy que cuando se habla de la relación entre el cine y la arquitectura se habla, sobre todo, de la “recreación de espacios” desde diferentes miradas cinematográficas.
Destaca la de Beka & Lemoine, dos cineastas especializados en documentales sobre arquitectura absolutamente novedosos, o la del español Elías León Siminiani. Más muestras de una atracción inagotable.
Fuente: EFE