Cambian a la directora de un importante museo ruso por criticar a las autoridades

El gobierno realizó un cambio en la dirección del Museo de Bellas Artes Pushkin de Moscú tras que Elizaveta Lijachova criticara el cierre del Museo del GULAG y el mantenimiento de una obra histórica en poder de la Iglesia Ortodoxa

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Museo de Bellas Artes Pushkin
Museo de Bellas Artes Pushkin de Moscú

El Museo de Bellas Artes Pushkin de Moscú anunció la designación de la pintora y curadora rusa Olga Galaktiónova como nueva directora, en sustitución de su antecesora Elizaveta Lijachova, que podría haber sido depuesta por criticar a las autoridades.

“Galaktiónova fue designada directora del Museo de Bellas Artes Pushkin”, indicó la institución en un comunicado.

La nueva directora, graduada de la prestigiosa Academia de Pintura Glazunov de Moscú y de la Academia de Arte Teatral de Rusia, encabezó entre 2009 y 2021 los estudios cinematográficos Galáktica y organizó un gran número de exposiciones de gran envergadura en el museo ROSIZO.

Museo del Gulag, Moscú
Museo del Gulag, Moscú

Su designación, también anunciada en Telegram por la ministra de Cultura de Rusia, Olga Liubímova, pone fin a la breve estancia del Lijachova, que asumió el cargo hace apenas dos años, tras la dimisión de su antecesora, Marina Loshak, que condenó la guerra en Ucrania.

Aunque oficialmente no se explica la remoción de Lijachova, varios medios la vinculan a su crítica al cierre temporal del museo de la historia del GULAG en noviembre pasado, con la excusa de que infringía las medidas antiicendios, y su activo rechazo a la entrega del célebre ícono de la “Trinidad”, de Andréi Rubliov, a la Iglesia Ortodoxa rusa.

El museo de la historia del GULAG, que recibió en 2021 un premio del Consejo de Europa, entre otros motivos por mantener viva la memoria de las represiones estalinistas, era una de las últimas instituciones independientes vinculadas con la sociedad civil que aún operan en este país.

"Trinidad" de Rubliov
"Trinidad" de Rubliov

A su vez, el destino de la “Trinidad” de Rubliov, atesorada por la Galería Tretiakov y reclamada por la Iglesia, fue objeto de acaloradas polémicas en al ámbito cultural, hasta que las autoridades religiosas hicieron valer su influencia en el Kremlin y ganaron la batalla por su custodia.

En aquella ocasión Lijachova alertó que el ícono, un importante símbolo del patrimonio cultural ruso, “podría perderse o caerse en pedazos” si no recibía el tratamiento y la conservación museológicas adecuadas.

Fuente: EFE

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