Así fue como Carlos Lampe, arquero de Bolivia, se hizo amigo de James Rodríguez: “Nos conocimos cambiando dinero”

El portero celebró la clasificación al repechaje de la selección Bolivia con la camiseta número 10 del equipo colombiano: una historia de compañerismo y respeto entre ambos futbolistas

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Este fue el momento cuando Lampe relató como conoció al capitán de la selección Colombia - crédito @ESPNColombia / X

La imagen de Carlos Lampe celebrando la clasificación de Bolivia al repechaje con la camiseta número 10 de James Rodríguez generó comentarios en redes sociales y despertó la curiosidad sobre el origen de esa prenda en manos del arquero boliviano.

Luego de la clasificación de la “Verde” al repechaje de la Copa del Mundo, el portero del equipo Bolívar, de La Paz, habló con varios medios de comunicación de ese país, como Espn F90, para recordar cómo fue el momento cuando conoció a James Rodríguez.

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Carlos Lampe se destacó como
Carlos Lampe se destacó como una de las grandes figuras de Bolivia y vivió con emoción la clasificación al repechaje del Mundial 2026 - crédito Jorge Ábrego / EFE

Durante su participación en Espn F90, Lampe relató el trasfondo de su vínculo con el futbolista colombiano y explicó cómo una anécdota con 20 dólares marcó el inicio de una amistad que se mantiene hasta hoy.

El arquero boliviano recordó que el primer encuentro con James Rodríguez se produjo en 2007, durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.

Ambos se encontraban en la Villa Olímpica, cuando una situación cotidiana los acercó.

En ese momento se acercó James porque la fila era larga y me pidió cambiarle dinero, también 20 dólares. Nos pusimos a conversar ahí y me decía que era el ’10′ de Colombia, era jovencito en ese momento. Nosotros llegamos a semis, salimos cuartos del torneo. Ahí empezó la relación con él, conversamos y nos deseamos lo mejor”, relató el portero de la selección Bolivia.

La relación, según el propio arquero, no parecía destinada a perdurar.

“Pensé que no lo iba a ver nunca más, pero luego lo volví a cruzar en Envigado, en Colombia. Desde ahí mantenemos una relación de que nos escribimos de vez en cuando, el año pasado justo cambié camiseta con él en amistoso, cuando cumplió 100 partidos con Selección. La primera que cambiamos la tengo enmarcada junto a una foto, en una Eliminatoria de 2018 en la que le tapo el penal y me hace el rebote”, agregó Lampe en la misma entrevista.

Como vivió Carlos Lampe el momento de la clasificación al repechaje

Así se grabó el curioso momento en El Alto cuando Bolivia clasificó al repechaje - crédito @_brianna_figueredo_ / TikTok

El episodio de la camiseta de James Rodríguez en los festejos bolivianos tuvo su origen en una serie de hechos fortuitos. Lampe explicó que su intención inicial era conseguir la firma de James en la camiseta que habían intercambiado, aprovechando que el partido se disputaba en Colombia. Sin embargo, la concentración previa al encuentro hizo que olvidara ese propósito.

Contra Brasil, me había ido con todas mis cosas para jugar y tenía la camiseta de James, me la puse después, le mandé foto a él y justo salí a saludar a la gente. No fue para molestar a nadie la verdad, imposible hacer algo así porque entiendo el dolor que tuvieron. Así fue la situación, fue pura casualidad y me volví sin la camiseta firmada”, detalló el arquero en ESPN F90.

Luis Haquin y Carlos Lampe
Luis Haquin y Carlos Lampe abrazándose tras conseguir la clasificación al repechaje - crédito Juan Karita / AP Photo

La clasificación de Bolivia al repechaje no solo dependió de su propio desempeño, sino también del resultado obtenido por Colombia en Maturín. La selección colombiana superó a Venezuela por 6-3, con una actuación destacada de Luis Suárez, quien anotó cuatro goles. Este resultado dejó a la Vinotinto sin posibilidades de acceder al repechaje, a pesar de jugar como local.

Durante el partido, Lampe describió la tensión que se vivía en el ambiente y cómo la información sobre los otros resultados llegaba de manera fragmentaria.

La gente no gritaba a coro los goles, pero todos gritaban ‘sí se puede’. Se sentía la presión, yo estaba muy concentrado. Fue capaz más difícil que jugar una final. Me enteraba poco lo que pasaba afuera, pero cuando hicimos gol nosotros, un arquero que estaba atrás de alcanza pelotas me dijo que iba 2-2. Sabía que íbamos al entretiempo con la clasificación y en el segundo tiempo se escuchaba todavía ‘sí se puede’, dos o tres veces. Yo pensaba qué estaba pasando y cuando me acerqué a tomar agua la gente me hacía el marcador con las manos, me gritaban que iba 5-2 y estaban enloquecidos. Se me erizó la piel ahí. Sabía que dependía de nosotros en ese momento”, relató.