Día 7 de la Novena de Aguinaldos - lunes 22 de diciembre: la impaciencia divina, el deseo de Dios por revelar a su Hijo al mundo

Las celebraciones navideñas congregan a comunidades en hogares, oficinas e iglesias, donde se realizan rezos, cantos y actividades sociales durante nueve días, en espera del nacimiento simbólico del Niño Dios

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El ritual de la Novena
El ritual de la Novena de Aguinaldos incluye oraciones, lecturas, reflexiones y cánticos populares en hogares, oficinas e iglesias - crédito Colprensa

La Navidad se acerca y, como parte fundamental de las festividades, miles de familias católicas en Colombia inician el 16 de diciembre la tradicional Novena de Aguinaldos, también conocida como Novena de Navidad. Esta costumbre, que se extiende hasta el 24 de diciembre, reúne en hogares, oficinas e iglesias a comunidades que, durante nueve días consecutivos, rezan, cantan villancicos y comparten celebraciones mientras esperan simbólicamente el nacimiento del Niño Dios a la medianoche del 25 de diciembre.

La práctica de la Novena de Aguinaldos tiene un carácter distintivo en Colombia, donde se ha consolidado como una de las principales tradiciones de fin de año. Cada noche, los asistentes realizan rezos y cantos guiados por el texto de la novena, que incluye oraciones, lecturas, reflexiones y cánticos populares. Al concluir los actos litúrgicos, es frecuente que se realicen actividades sociales, como el intercambio de dulces, juegos tradicionales y la degustación de buñuelos y natilla, alimentos típicos de la temporada.

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De acuerdo con la Iglesia Católica, la novena en sí es un ritual en el que, durante nueve jornadas, se pide la intercesión de un santo o se busca preparación espiritual para alguna fecha significativa. Históricamente, una de las novenas más importantes ha sido la de preparación a la Navidad, que surgió en la Edad Media en países europeos como España y Francia.

Durante las celebraciones, la Novena de Aguinaldos no solo es un espacio para la fe, también un momento que fomenta la unión familiar y vecinal. Las actividades suelen ser organizadas por turnos entre los participantes, quienes decoran los espacios con pesebres, luces y música navideña. La preparación y el desarrollo de esta novena han pasado a través de generaciones, preservándose como una de las tradiciones más arraigadas de la cultura colombiana.

La costumbre de la Novena
La costumbre de la Novena de Aguinaldos se ha consolidado como una de las principales tradiciones de fin de año en la cultura colombiana - crédito Freepik

A continuación, les dejamos el orden del día, los cánticos y las oraciones para el tercer día de la Novena de Aguinaldos que se lleva a cabo el 22 de diciembre:

Oración inicial para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo, la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En torno a él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado; suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en su pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. (Se reza tres veces el Gloria al Padre).

Consideración del día 7

Representémonos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo, aún no nacido, al creador del universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y la obediencia de ese Divino Niño, que aunque de raza judía y habiendo amado durante siglos a su pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para él en esa circunstancia algo que le halagase, y quisiera apresurarse a aprovechar la ocasión de hacerse empadronar oficial y auténticamente como súbdito en el momento en que venía al mundo.

El anhelo de José, la expectativa de María son cosas que no puede expresar el lenguaje humano. El Padre Eterno se halla, si nos es lícito emplear esta expresión, adorablemente impaciente por dar a su hijo único al mundo y verle ocupar su puesto entre las criaturas visibles.

El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a la luz del día esa santa humanidad, que El mismo ha formado con divino esmero.

la Novena de Aguinaldos destaca
la Novena de Aguinaldos destaca la importancia del viaje de María y José hacia Belén y la espera del nacimiento de Jesús - crédito Freepik

Oración a la Santísima Virgen María

(Para todos los días) Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por madre suya, te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma, y la de todos los que en este tiempo hagan esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh dulcísima Madre! Comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con la que guardaste tú, para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén. (Se reza nueve veces el Avemaría).

Oración a San José

¡Oh Santísimo San José! Esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, me abrases en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén. (Se reza el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria).

Gozos

Dulce Jesús mío, mi niño adorado,

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh sapiencia suma del Dios soberano, que al nivel de un niño te hayas rebajado!

¡Oh Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh, Adonaí potente que, a Moisés hablando, de Israel al pueblo disteis los mandatos! ¡Ah! ven prontamente para rescatarnos.

¡Y que un niño débil muestre fuerte brazo!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh raíz sagrada

de José, que en lo alto presentan

al orbe tu fragante nardo!

¡Dulcísimo Niño que has sido

llamado lirio de los valles,

bella flor del campo!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Llave de David que abre al

desterrado las cerradas puertas

del regio palacio! ¡Sácanos, Oh

Niño, con tu blanda mano, de la

cárcel triste que labró el pecado!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh lumbre de Oriente sol de

eternos rayos, que entre las

tinieblas tu esplendor veamos!

¡Niño tan preciado, dicha del

cristiano, luzca la sonrisa

de tus dulces labios!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Espejo sin mancha Santo de los

santos, sin igual imagen

del Dios soberano! ¡Borra nuestras

culpas, salva al desterrado y,

en forma de Niño da al mísero

amparo!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Rey de las naciones, Emmanuel

preclaro, de Israel anhelo, pastor

del rebaño! ¡Niño que apacientas

con suave cayado ya la oveja

arisca, ya el cordero manso!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Ábranse los cielos

y llueva de lo alto Bienhechor

rocío, como riego santo! ¡Ven

hermoso Niño! Ven Dios

humanado luce, hermosa estrella,

brota flor del campo.

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Ven que ya María previene sus

brazos de su niño vean,

en tiempo cercano! ¡Ven, que

ya José, con anhelo sacro, se

dispone a hacerse de tu amor

sagrario!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Del débil auxilio del doliente

amparo, consuelo del triste,

luz del desterrado!

¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,

mi constante amigo, mi divino

hermano!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

Vé ante mis ojos, de ti

enamorados! Bese ya tus plantes,

bese ya tus manos! Prosternado

en tierra te tiendo los brazos, y aún

más que mis frases

te dice mi llanto!

¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

Los villancicos tradicionales como 'El
Los villancicos tradicionales como 'El Tamborilero' y 'Hacia Belén va una burra' acompañan las celebraciones de la Novena de Aguinaldos en Colombia - crédito Raúl Palacios/Colprensa

Oración al Niño Jesús

(Para todos los días) Acordados ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria.

Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos, por los méritos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia… de la cual necesitamos tanto.

Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.

Villancicos

El Tamborilero

El camino que lleva a Belén

Baja hasta el valle que la nieve cubrió

Los pastorcitos quieren ver a su rey

Le traen regalos en su humilde zurrón

Romponpon, romponponpon

Ha nacido en un portal de Belén

El niño Dios

Yo quisiera poner a tus pies

Algún presente que te agrade señor

Mas tú ya sabes que soy pobre también

Y no poseo más que un viejo tambor

Romponpon, romponponpon

En tu entorno frente al portal tocaré

Con mi tambor

El camino que lleva a Belén

Yo voy marcando con mi viejo tambor

Nada mejor hay que te pueda ofrecer

Su ronco acento es un canto de amor

Romponpon, romponponpon

Cuando Dios me vio tocando ante él

Me sonrió

Hacia Belén Va Una Burra, Rin, Rin

Hacia Belén va una burra, rin, rin

Yo me remendaba, yo me remendé

Yo me eché un remiendo, yo me lo quité

Cargada de chocolate

Lleva en su chocolatera, rin, rin

Yo me remendaba, yo me remendé

Yo me eché un remiendo, yo me lo quité

Su molinillo y su anafre

Maria, Maria, ven a acá corriendo

Que el chocolatillo se lo están comiendo

María, María, ven acá corriendo

Que el chocolatillo se lo están comiendo

En el portal de Belén, rin, rin

Yo me remendaba, yo me remendé

Yo me eché un remiendo, yo me lo quité

Ladronzuelos han entrado

Y al niño que está en la cuna, rin, rin

Yo me remendaba, yo me remendé

Yo me eché un remiendo, yo me lo quité

Los pañales le han robado

María, María, ven acá volando

Que los pañalitos los están robando

María, María, ven acá volando

Que los pañalitos los están robando

En el portal de belén, rin, rin,

Yo me remendaba yo me remendé

Yo me eché un remiendo yo me lo quité,

Han entrado los ratones

Y al bueno de san José rin, rin

Yo me remendaba yo me remendé

Yo me eché un remiendo yo me lo quité,

Le han roído los calzones

María, María, ven a acá corriendo

Que los calzoncillos los están royendo

María, María, ven a acá corriendo

Que los calzoncillos los están royendo