Estudiantes en Colombia mejoran en calificaciones, pero pierden salud emocional: el mapa oculto del malestar escolar

Un nuevo informe revela brechas profundas en bienestar emocional entre regiones, géneros y niveles socioeconómicos, pese a los avances académicos del país

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El Índice de Habilidades Socioemocionales
El Índice de Habilidades Socioemocionales revela brechas persistentes en el bienestar emocional de estudiantes en Colombia - crédito iStock

Los últimos resultados del Índice de Habilidades Socioemocionales (HSE) revelaron un panorama complejo que atraviesa todos los niveles del sistema educativo colombiano. Aunque el país registra avances frente al año anterior, las brechas en bienestar emocional siguen marcando diferencias profundas entre regiones, sectores y grupos sociales. El análisis, elaborado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana a partir de los datos aplicados por el Icfes en las pruebas Saber de primaria y secundaria, muestra que el desarrollo emocional continúa siendo un desafío estructural que afecta la vida escolar y la salud mental de niños y adolescentes.

El estudio insiste en que estas habilidades se convirtieron en un eje central del proceso educativo. El documento recordó que “estas habilidades no son un ‘lujo’ opcional, sino un componente estructural del proceso educativo integral”, y advierte que dificultades como la agresividad, la desmotivación, las conductas de riesgo y el abandono escolar tienen vínculos “directos o indirectos con déficits en la formación socioemocional”. La relación con la salud mental también es evidente, la consolidación emocional tiende a debilitarse en los momentos en los que aumentan las exigencias académicas y sociales.

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Las diferencias regionales en el
Las diferencias regionales en el desarrollo socioemocional muestran contrastes marcados entre departamentos como Boyacá y Guainía - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

El puntaje promedio nacional fue de 5,8 sobre 10 en 2023. Sin embargo, la curva por grados revela un comportamiento inquietante en la transición hacia la adolescencia. Mientras los estudiantes de tercero alcanzan 6,6 puntos y los de séptimo registran 6,3, los promedios de quinto y noveno caen a 5,1, un descenso que, según el informe, puede estar asociado a los cambios propios de esa etapa y a un proceso de desarrollo emocional que avanza más lento cuando el entorno empieza a demandar más.

Una de las brechas más nítidas aparece al comparar los puntajes por sexo. Las estudiantes obtienen en promedio 6 puntos, frente a 5,6 de los hombres. En habilidades como la autorregulación emocional, la distancia se acentúa puesto que, las mujeres se ubican entre 5,1 y 5,3 puntos, mientras los hombres registran entre 4,5 y 4,8. El LEE señaló que esta diferencia refleja mecanismos de socialización que moldean la expresión emocional desde edades tempranas.

El tipo de institución también influye. Las escuelas privadas reportan el promedio más alto (6,1), seguidas por los colegios públicos urbanos (5,8) y los públicos rurales (5,5). Aunque todas las categorías mejoraron frente a 2022, la brecha entre el sector privado y el rural aumentó de 0,4 a 0,6 puntos. Para los investigadores, la distancia responde a desigualdades en infraestructura escolar, acceso a psicorientación y disponibilidad de recursos pedagógicos.

El tipo de institución educativa
El tipo de institución educativa influye en el bienestar emocional, con mejores resultados en colegios privados frente a rurales - crédito Freepik

En el mapa territorial, los contrastes son incluso más amplios. En tercer grado, departamentos como Boyacá (8,0), Cundinamarca (7,6), Quindío (7,5) y Santander (7,4) presentan los puntajes más altos, mientras que zonas como Guainía, Vichada y Amazonas registran cifras por debajo de cinco puntos. Aunque todas las regiones mejoraron frente a 2022, los avances en departamentos como Vichada, Guainía y Guaviare fueron mínimos, lo que evidencia rezagos persistentes.

El nivel socioeconómico también se asocia de forma directa con el bienestar emocional. Los estudiantes de los niveles bajos (NS1 y NS2) obtienen 5,6 puntos, mientras que los niveles medios y altos (NS3 y NS4) alcanzan 6,1 y 6,0. Las brechas más amplias se concentran en Chocó, Risaralda, La Guajira y San Andrés. En contraste, departamentos como Caldas, César, Huila y Santander muestran distribuciones más equilibradas.

Entre los grupos étnicos, los estudiantes que no se identifican con ninguna comunidad alcanzan el promedio más alto (6,0), seguidos por afrodescendientes (5,8) e indígenas (5,6). Los valores más bajos corresponden a los grupos Rrom y raizal (4,7) y a los palenqueros (5,0). En varios departamentos, como Quindío, Nariño y Cundinamarca, los estudiantes indígenas obtienen incluso puntajes superiores a los de quienes no pertenecen a ningún grupo étnico, lo que indica dinámicas locales particulares.

Las estudiantes colombianas superan a
Las estudiantes colombianas superan a los hombres en autorregulación emocional y puntajes generales de habilidades socioemocionales - crédito Alcaldía de Bogotá

La asistencia escolar marca otro punto crítico. Los estudiantes sin ausencias alcanzan 6,0 puntos, mientras que quienes faltaron más de diez días caen a 5,0. Boyacá, Atlántico, Nariño y Magdalena presentan los mejores promedios entre quienes asisten de forma constante.

En noveno grado, la percepción económica del hogar también diferencia el desempeño, los estudiantes que vieron mejorar su situación alcanzan 5,2 puntos, frente a 4,7 entre quienes reportan un empeoramiento. El trabajo adolescente completa el cuadro, quienes no laboraron la semana anterior registran 5,2 puntos, mientras que quienes trabajaron más de 30 horas llegan a 4,3, con brechas superiores a dos puntos en territorios como Vichada, Caldas y Casanare.

“El bienestar socioemocional no depende únicamente de factores individuales”, concluye el informe, que insiste en integrar acciones educativas, de salud mental y de equidad. Aunque las cifras nacionales mejoraron, las brechas siguen mostrando que el país tiene un reto profundo por resolver.