Esta es la isla cerca a Cartagena vinculada a capos del cartel de Medellín que la Fiscalía no ha podido incautar

El enfrentamiento legal por el terreno en Cartagena reabre el debate sobre memoria histórica y derechos de propiedad

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La disputa por la isla
La disputa por la isla en Barú, que es conocida con el nombre de Punta la Isleta, se ha intensificado en los últimos meses, luego de que la Fiscalía emprendiera nuevas acciones para recuperar activos que considera relacionados con dineros del narcotráfico - crédito redes sociales

La familia Ochoa Vásquez, conocida por su pasado vinculado al cartel de Medellín, sostiene una firme defensa sobre la propiedad de una isla en Barú, en Cartagena, frente a la intención de la Fiscalía General de la Nación de incautarla por su presunta relación con actividades ilícitas.

El conflicto, que se desarrolla en una de las zonas turísticas más codiciadas de Colombia, ha reavivado el debate sobre la incautación de bienes relacionados con el narcotráfico y la legitimidad de la propiedad privada en contextos de memoria histórica, según informó Las2orillas.

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La disputa por la isla en Barú, que es conocida con el nombre de Punta la Isleta, se ha intensificado en los últimos meses, luego de que la Fiscalía emprendiera nuevas acciones para recuperar activos que considera relacionados con dineros del narcotráfico.

La familia Ochoa Vásquez sostiene que la propiedad fue adquirida de manera legal y que la persecución judicial carece de fundamento.

El medio de comunicación afirmó que el terreno, ubicado en un enclave estratégico de Cartagena, representa un valioso activo inmobiliario y un símbolo de la fortuna acumulada por los Ochoa durante los años de auge del cartel de Medellín.

Juan David, Jorge Luis y
Juan David, Jorge Luis y Fabio Ochoa Vásquez, Cartel de Medellín - crédito redes sociales

En su defensa, los Ochoa han presentado documentos y argumentos legales que, según su versión, demuestran la legitimidad de la adquisición de la isla.

La familia ha insistido en que no existen pruebas que vinculen el terreno con actividades ilícitas y que la acción de la Fiscalía responde más a una persecución histórica que a hechos comprobados.

Los representantes legales de los Ochoa reiteran que la compra de la isla se realizó conforme a la ley y que cualquier intento de incautación constituye una vulneración de sus derechos de propiedad.

Por su parte, el ente investigativo mantiene la postura de que la isla debe ser incautada, argumentando que existen indicios suficientes para considerar que el bien fue adquirido con recursos provenientes del narcotráfico.

Las2orillas señala que la entidad ha intensificado en los últimos años la recuperación de activos presuntamente vinculados a organizaciones criminales, en medio de una política de extinción de dominio que busca reparar a las víctimas y desarticular las estructuras económicas del crimen organizado.

La familia ha insistido en
La familia ha insistido en que no existen pruebas que vinculen el terreno con actividades ilícitas y que la acción de la Fiscalía responde más a una persecución histórica que a hechos comprobados - crédito Luis Jaime Acosta/Reuters

La Fiscalía sostiene que la propiedad en Barú forma parte de este proceso y que la incautación es una medida necesaria para garantizar la justicia.

Familia Ochoa

El trasfondo histórico del caso se remonta a los años 80, cuando la familia Ochoa Vásquez se consolidó como una de las principales aliadas de Pablo Escobar en el cartel de Medellín.

Durante esa época, los Ochoa acumularon una considerable fortuna, parte de la cual se habría invertido en bienes raíces de alto valor, como la isla en Barú.

Aunque la familia ha enfrentado procesos judiciales y confiscaciones en el pasado, la disputa por este terreno en particular ha adquirido una relevancia especial por su ubicación y por el simbolismo que representa en la memoria colectiva del país.

Fabio Ochoa Vásquez volvió a
Fabio Ochoa Vásquez volvió a Colombia después de cumplir 26 años en una cárcel de Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico - crédito Colprensa/Reuters

El caso plantea implicaciones legales y sociales de gran alcance. Por un lado, la controversia pone en evidencia las dificultades que enfrenta el Estado colombiano para recuperar bienes asociados al narcotráfico, especialmente cuando existen disputas sobre la legitimidad de la propiedad. Por otro, el conflicto entre la familia Ochoa y la Fiscalía reabre el debate sobre la justicia transicional, la reparación a las personas afectadas y la necesidad de garantizar el debido proceso en la extinción de dominio.

Como destaca Las2orillas, los Ochoa mantienen su posición y aseguran que la adquisición de la isla se realizó conforme a la ley, sin que existan elementos que la relacionen con actividades ilícitas, reafirmando así su determinación de conservar el terreno frente a las acciones de la Fiscalía.