La ‘Barbie colombiana’ reveló cómo la afectó el ‘bullying’: “Por el estatus económico de mi papá, que era un campesino”

Murillo contó cómo crecer en una comunidad rural que la discriminaba por su situación económica, por su nariz y color de piel la llevó a querer cambiar su imagen física

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La barbie reveló que tiene
La barbie reveló que tiene 35 cirugías en distintas partes de su cuerpo - crédito @labarbiecolombianaoficial / Instagram

El relato de Tatiana Murillo, conocida como la “Barbie Colombiana”, expone cómo la presión social y experiencias adversas desde la infancia han modelado no solo su imagen pública, sino también sus profundas decisiones personales.

El testimonio de Murillo, recogido durante una conversación con la periodista María Elvira Arango en el videopodcast En aguas profundas, revela los orígenes rurales y los desafíos sociales que enfrentó en Caicedo, Antioquia.

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El ambiente en el que creció Murillo, marcado por pobreza y violencia cotidianas, forjó desde temprano la percepción negativa que otros tenían sobre ella. Si bien toda su comunidad compartía una identidad campesina, la situación económica de su familia la distinguía y la expuso a la discriminación, como ella misma señaló.

“Sufrí bullying en el colegio, no tanto por los niños, más bien por los adultos (...) Mis momentos más crueles en la escuela fueron por el estatus económico de mi papá que era un campesino, pero paradójicamente todos son campesinos en mi pueblo”.

Contó que su color de
Contó que su color de piel era una de las cosas que más deseaba cambiar - crédito @labarbiecolombianaoficial / Instagram

Aquel rechazo no se limitó al ámbito material: la influencer descubrió que el desprecio se debía también “a el color de piel y la nariz”. Estas experiencias la llevaron a abandonar la escuela en séptimo grado.

No obstante, encontró un espacio laboral como locutora local gracias a su carácter decidido, aunque lo perdió al poco tiempo. La situación se agudizó cuando, con 16 años, un embarazo inesperado derivó en su expulsión del hogar familiar.

Con su hija Sofía recién nacida, Murillo se trasladó a Medellín junto al padre de la niña. Allí empezó a estudiar periodismo y radio, pero pronto se dedicó a cuidar a su hija.

Poco después, creo su empresa de eventos, no obstante, enfrentó nuevas barreras, al intentar establecer un negocio de eventos, la joven experimentó el rechazo de alcaldes y otros hombres: “ellos no hacían negocios con mujeres”.

Al quedar embarazada a los
Al quedar embarazada a los 16 años comenzó a buscar su camino lejos de su familia - crédito @labarbiecolombianaoficial / Instagram

Fue apenas en ese contexto cuando obtuvo sus primeras ganancias, de las cuales destinó casi la totalidad (3.500.000 de los 4.000.000 de pesos ganados en su primer evento) a una rinoplastia, no obstante esa primera operación le quedó mal. Tal como admitió en el podcast, “Para mí era la nariz y ya, eso era lo que no me gustaba de mi rostro”.

Sin embargo, la transformación física avanzó mucho más allá. Murillo detalló que después de cada procedimiento su entorno la trataba de manera diferente: “A medida que me iba haciendo una cirugía la gente me veía con más respeto, a medida que iba transformándome mi seguridad cambió, yo sentía que con cada cambio físico me tomaban más en serio”.

Su historial de intervenciones alcanza más de 35, entre ellas varias rinoplastias, bichectomía, cirugía de párpados, levantamiento de cejas, liposucción de papada, dos aumentos mamarios, múltiples lipoesculturas y lipotransferencias.

Señaló que el procedimiento de blanqueamiento cutáneo fue el más drástico, ya que “Mi piel era lo que más me costaba aceptar en mi vida”.

En fechas recientes, Murillo optó por una vaginoplastia, la cual equiparó en dificultad física con el resto de intervenciones: “La cirugía más dolorosa que me hecho de mis 35 cirugías”.

Afirma que a medida que
Afirma que a medida que cambió su aspecto físico, las personas la empezaron a tratar mejor - crédito @labarbiecolombianaoficial / Instagram

Explicó que estos cambios forman parte de su búsqueda de “amor propio”, aunque actualmente recibe atención psicológica para abordar las consecuencias emocionales derivadas, reconociendo: “Estoy tratándome con terapia porque obviamente hay un problema de dismorfia corporal, estoy tratándome porque sí es un problema que me puede costar la vida, pero al sol de hoy me encanta lo que veo en el espejo”.

Entre los episodios más debatidos que ha protagonizado la “Barbie Colombiana” figura su decisión de autorizar a su hija, con 12 años, a realizarse una rinoplastia.

Defendió la intervención por motivos médicos, manifestando: “Su cirugía de nariz la necesitaba, yo no le vi problema de si vamos a arreglar algo funcional, por qué no solucionar algo estético, pero una lipo a esta edad no”. Recalcó que, aunque su hija le ha pedido más cirugías, con dieciséis años ha encontrado una negativa: “ella se ha negado a concederlas”.