Gobierno Petro tumba el arancel del 10% a estos textiles y deja al sector en un pulso abierto con los empresarios

El decreto que elimina temporalmente el impuesto a los hilados sintéticos y de algodón desató críticas de la Andi, que advierte sobre pérdida de empleos y mayor dependencia de proveedores asiáticos

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El Gobierno suspende por un
El Gobierno suspende por un año el arancel del 10% para hilados sintéticos y de algodón, insumos clave de la industria textil colombiana - crédito Shutterstock

La discusión por el futuro de la cadena textil volvió a encenderse esta semana, luego de que el Gobierno nacional adoptara una medida que modifica de manera temporal las reglas del comercio para una parte clave de las materias primas del sector.

En medio de un escenario marcado por la presión de los mercados externos y la necesidad de mantener a flote la producción local, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo anunció un cambio que ya genera reacciones encontradas.

La cartera publicó el Decreto 1197, con el cual se suspende por un año el arancel del 10% para diez subpartidas de hilados sintéticos y de algodón, insumos básicos para la industria confeccionista. La eliminación aplicará exclusivamente para productos provenientes de países con los que Colombia no tiene acuerdos comerciales vigentes.

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Aunque se trata de una decisión técnica, sus implicaciones tocan de frente al sector empresarial y al empleo. La ministra de Comercio, Diana Morales, explicó que la medida busca mitigar un problema que viene creciendo desde hace meses, la falta de abastecimiento de estos insumos.

Según dijo, “la insuficiencia en el suministro de estos insumos, sumada a los efectos de la competencia internacional y las distorsiones de precios en los mercados externos, amenaza con trasladar mayores costos a la industria nacional, reducir la producción e impactar los puestos de trabajo”. Por eso, aseguró, “es por esto que decidimos implementar esta medida temporal”.

Además de atender la escasez, el Gobierno de Gustavo Petro espera que la eliminación del arancel contribuya a frenar el contrabando, un factor que desde hace años golpea a los productores nacionales. En la práctica, la apuesta es crear un entorno más equilibrado para las empresas locales y permitir que las confeccionistas colombianas puedan competir con mayor fortaleza frente al comercio electrónico y las importaciones de bajo costo.

A esto se suma otra expectativa oficial, que el Estado incremente el recaudo por impuestos a partir de una posible mayor formalización del sector.

La ministra Morales enmarcó la decisión dentro de un proyecto más amplio de fortalecimiento industrial: “La visión del presidente Gustavo Petro se expresa en decisiones de política industrial que consolidan, con rigor y estrategia, las cadenas productivas del país”, afirmó.

La eliminación del arancel solo
La eliminación del arancel solo aplica a productos importados de países sin acuerdos comerciales vigentes con Colombia - crédito Adobe Stock

Pero no todos comparten esa mirada. Desde el sector empresarial, las críticas llegaron de inmediato. El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, sostuvo que el decreto abre las puertas de manera desmedida a proveedores internacionales. Según él, con la eliminación del arancel, el Gobierno entregó “a los productores de China, Vietnam, Camboya, India y Turquía el mercado nacional”.

En su análisis, la consecuencia sería dramática: “Desaparecerán 8.000 empleos y algunas de las compañías más representativas del sector. Se afectarán por lo menos seis compañías del sector y sus trabajadores, que tienen capacidad para producir más de 45.000 toneladas y atender el 25 % del mercado nacional”, escribió en X.

El debate escaló rápidamente hasta la Casa de Nariño. El presidente Gustavo Petro respondió al dirigente gremial defendiendo la decisión, al afirmar que, “un proceso de industrialización implica permanentemente bajar costos”.

Con la norma ya en vigencia, el próximo año será decisivo para medir el impacto real de la medida, si logra aliviar las tensiones sobre los fabricantes locales, o si, como advierten algunos empresarios, abre una nueva brecha en un sector históricamente golpeado por la competencia externa.

La ministra Diana Morales afirma
La ministra Diana Morales afirma que la medida pretende proteger el empleo y evitar el traslado de mayores costos a la industria nacional - crédito Colprensa

Por ahora, la industria se mueve entre la expectativa y la cautela. Mientras algunos empresarios ajustan sus cálculos para enfrentar un escenario más abierto, otros esperan que la flexibilización alivie la presión que vienen arrastrando desde hace años.

En cualquier caso, el decreto no solo redefine la conversación sobre la competitividad del sector, sino que pone a prueba la capacidad del país para equilibrar protección y apertura en un mercado cada vez más desafiante. Lo que ocurra en los próximos meses mostrará si la medida se convierte en un alivio real o en un nuevo punto de tensión.