Joven relató el infierno que vivió su abuela debido a las peleas con su hermano: una brutal agresión contra ella terminó en tragedia

El testimonio de Ana Mile Mesa revela una infancia difícil, la ausencia de una figura materna y el dolor de una agresión inesperada

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Las constantes agresiones de dos hermanos muy conflictivos terminó en una tragedia de la que aún Ana Mile intenta reponerse - crédito Conducta delictiva/Instagram

La historia de Ana Mile Mesa es el vivo testimonio de los ciclos de violencia intrafamiliar en hogares del país, donde el consumo de drogas marcan el inicio de una infierno que no solo afecta al consumidor, también a su familia.

El relato de la joven, compartido en el videopódcast Conducta Delictiva, expuso en detalle las difíciles condiciones en las que creció, marcada por constantes agresiones, matoneo y conflictos con su hermano mayor, ambos al cuidado de su abuela porque su mamá era consumidora de drogas.

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Mesa describió cómo su infancia estuvo bajo el cuidado de su abuela, una figura central para ella y sus cuatro primos. “Mi abuela fue la que nos crio. Nosotros somos cuatro primos y ella la que nos crió a los cuatro”, declaró Mesa en la entrevista.

Agregó que su familia siempre estuvo fragmentada, pero unida en torno a la abuela y una tía, formando un núcleo pequeño y solidario ante la ausencia de sus padres biológicos.

Desde los primeros años, la relación con su hermano estuvo marcada por discusiones y juegos que frecuentemente se convertían en riñas físicas. “Con mi hermano, nosotros teníamos una bonita relación, aunque de chiquitos peleábamos mucho, alegamos demasiado porque le gustaba alegar mucho y yo también era muy grosera”,

Los apodos, y las agresiones verbales y físicas se convirtieron en una constante, agravadas por el machismo que, según la joven, caracterizaba a su hermano.

La adolescencia trajo consigo otro factor decisivo en la escalada de violencia: el consumo de drogas por parte de su hermano. Mesa explicó: “Él ya no me hablaba, sino que me gritaba, no me decía, haga el favor, sino que me trataba mal. Entonces, ahí fue que empecé a darme cuenta de que él estaba consumiendo porque se volvió muy agresivo”. La joven también admitió que ella misma llegó a consumir en algún momento y que la situación en la casa se volvió insostenible, con peleas y discusiones continuas.

Pese a estos problemas, relató que su hermano era un joven estudioso y trabajador, próximo a graduarse como contador. Sin embargo, las dificultades emocionales y la presión del entorno social lo condujeron a la droga y a un carácter cada vez más irascible. La violencia se extendió no solo contra Mesa, también contra otros miembros de la familia, como su tío en condición de discapacidad, a quien su hermano agredió en una ocasión con una botella, según recordó la joven en el pódcast.

La joven aún vive las
La joven aún vive las secuelas que le dejó la tormentosa relación que tuvo con su hermano como consecuencia del consumo de drogas - crédito Conducta delictiva/Youtube

La situación llegó a un punto crítico cuando, después de un episodio especialmente violento en el que fue agredida físicamente, Mesa debió abandonar la casa familiar por cuatro meses.

Al volver, la convivencia regresó a una normalidad tensa que precedió al ataque más grave, cuando su hermano, alterado por las discusiones y el consumo, la atacó brutalmente con un cuchillo. “Cuando miré, estaban amigos míos, mi familia, mis primos, mis tías estaban ahí en la casa. Se metió todo el mundo a la casa, claro, pues para defendernos, porque yo no quería parar la pelea. Mi hermano ya se había calmado... yo bajé a seguirlo buscando pelea, porque yo no sabía el porqué me estaba pegando”, relató Mesa.

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Al día siguiente de la brutal agresión contra su hermana, el joven apareció muerto - crédito Pixabay

El ataque terminó con la joven gravemente herida y hospitalizada. La recuperación que enfrenta es larga y requiere tratamientos médicos y apoyo emocional. Mesa también hizo referencia al trágico desenlace que vivió la familia un día después del hecho. Su hermano, tras quedar señalado por el ataque, desapareció y fue encontrado sin vida, víctima de un presunto ajuste de cuentas en el barrio por parte de, según ella, una persona que estaba enamorado de ella y que tomó justicia por mano propia contra su hermano.

En medio del dolor, Mesa expresó su deseo de que la violencia no se repita, que se respete la vida y se valore el afecto entre hermanos. “Respeten a sus hermanas y más si son mujeres, que las escuchen, que hablen con ellas, que no las hagan sentir mal y que valoren cada momento que se vive con los hermanos”, afirmó.

Finalmente, Mesa hizo un llamado a quienes deseen ayudarla aportando a su tratamiento y recuperación laboral, facilitando un trabajo o colaborando con recursos durante el proceso de sanación que aún atraviesa. Su número de contacto, difundido por ella misma en el pódcast, es 318 75 1836.