Renuncia silenciosa en Bogotá: este es el fenómeno que afecta a casi un millón de trabajadores de la ciudad

Investigadores advierten sobre los riesgos de mantener ambientes laborales poco estimulantes y sin garantías, lo que podría afectar el crecimiento económico

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La desmotivación laboral afecta principalmente
La desmotivación laboral afecta principalmente a personas entre 29 y 49 años, base productiva de la economía bogotana - crédito Luisa González/REUTERS

Un estudio reciente del Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá reveló una realidad preocupante: cerca de 965.000 personas, es decir, el 22,9% de los ocupados en la ciudad, experimentan lo que se ha denominado “renuncia silenciosa”.

Este fenómeno describe a trabajadores que, aunque mantienen sus empleos, presentan bajo nivel de compromiso y se sienten emocionalmente desconectados de sus funciones. La investigación, titulada Renuncias silenciosas en Bogotá: una mirada a la desmotivación en el trabajo, arroja luz sobre un problema que, si bien es global, en la capital tiene consecuencias y dinámicas locales particulares.

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El estudio señala que la renuncia silenciosa no implica abandonar el empleo, sino la pérdida de motivación para realizarlo con entusiasmo y productividad. El fenómeno afecta especialmente al segmento de personas entre 29 y 49 años, un grupo que suma más de medio millón de trabajadores y representa la base productiva de la economía de Bogotá.

Además, se evidenció que esta desmotivación está íntimamente ligada con la precariedad laboral: casi la mitad de quienes muestran señales de renuncia silenciosa (48,2%) laboran en condiciones de informalidad, carentes de garantías, estabilidad y acceso a la seguridad social.

Casi la mitad de quienes
Casi la mitad de quienes sufren renuncia silenciosa en Bogotá trabaja en condiciones de informalidad y sin seguridad social - crédito Secretaría de Desarrollo Económico

La situación contractual agrava la problemática: mientras el 71,2% de este grupo sí cuenta con contrato, un 32,8% lo hace bajo acuerdos verbales, lo que deja a miles expuestos a la ausencia de protección y desconocimiento de sus derechos. El fenómeno tiene mayor presencia en sectores como comercio y reparación de vehículos (16%), administración pública, defensa, educación y salud (14,9%), y actividades profesionales, científicas y técnicas (14,4 %). Sin embargo, actividades como alojamiento, servicios de comida, transporte y construcción experimentan los índices más altos de insatisfacción o deseo de cambio, llegando a declararlo hasta una tercera parte de sus empleados.

De acuerdo con los resultados, la desmotivación laboral no está determinada únicamente por los bajos salarios. El 77,8% de quienes buscan cambiar de empleo manifiestan que su razón principal es mejorar el uso de sus capacidades y formación profesional, frente a un 20,2% que lo haría por mayores ingresos. Este dato sugiere que la clave para reducir el fenómeno está en la creación de ambientes laborales donde el talento pueda desarrollarse y los trabajadores se sientan valorados y reconocidos.

El 32,8% de los empleados
El 32,8% de los empleados desmotivados solo cuenta con contratos verbales, lo que incrementa su vulnerabilidad laboral - crédito Luisa González/REUTERS

Comparativamente, la situación en Bogotá muestra una menor incidencia respecto a países como Estados Unidos, donde más del 50% de los empleados declara no estar comprometido, y a otras regiones de América Latina, con índices del 58%. Esto indica que el fenómeno en la capital está más vinculado a la informalidad y la vulnerabilidad laboral que a una crisis cultural general de la idea de trabajo.

Entre los principales resultados del estudio se destacan:

  • La renuncia silenciosa afecta al 22,9% de la población ocupada, impactando la productividad y estabilidad organizacional.
  • El grupo mayormente afectado tiene entre 29 y 49 años (54,9% del total en renuncia silenciosa) y predominan los trabajadores con educación media (38,2%), mientras que solo 7,9% tienen formación de posgrado.
  • Un 48,2% de los afectados son informales, frente al 30,4% en quienes no presentan esta condición; además, el 90,1% tiene una débil afiliación a salud y el 32,8% solo cuenta con un contrato verbal.
  • Sectores económicos como comercio, reparación de vehículos, administración pública, defensa, educación y salud concentran la mayor parte de la población desmotivada.
  • El 77,8% busca un trabajo donde pueda potenciar su formación, mientras que solo el 20,2% prioriza la obtención de mayores ingresos.
El 77,8% de los trabajadores
El 77,8% de los trabajadores que busca cambiar de empleo prioriza el desarrollo profesional sobre el aumento salarial - crédito Jaime Saldarriaga/

Según Pilar Torres Alvarado, subdirectora de Estudios Estratégicos de la Secretaría de Desarrollo Económico, “la renuncia silenciosa nos está diciendo algo más profundo que un simple malestar laboral: nos está mostrando los límites de un modelo que no garantiza estabilidad ni desarrollo. Si queremos una ciudad más productiva, debemos empezar por construir empleos donde las personas puedan proyectar su vida y no solo sobrevivir en ella”.

El informe concluye que la calidad del empleo —marcada por formalidad, estabilidad contractual y protección social— es el determinante esencial del compromiso laboral. Las empresas que fortalecen estos factores obtienen mayores niveles de motivación y productividad entre sus trabajadores. Por el contrario, la inestabilidad y la falta de garantías alimentan un círculo de desmotivación que termina afectando la competitividad y el crecimiento de Bogotá.

El reto, según los investigadores, es avanzar hacia un entorno laboral más digno, competitivo y humano. Conozca el informe completo haciendo clic aquí.