El euro se debilita en Colombia mientras crece la expectativa por los recortes de tasas en EE. UU., así cerró el 23 de octubre

La divisa perdió impulso y cerró a la baja en Colombia, en una jornada marcada por la expectativa de recortes de tasas en Estados Unidos y la cautela del Banco Central Europeo frente a la inflación

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El euro cerró el 23
El euro cerró el 23 de octubre de 2025 en Colombia a $4.519,99, con una caída diaria de 0,30% - crédito David W Cerny/REUTERS

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 23 de octubre de 2025 en un promedio de $4.519,99, lo que representó una caída de $13,45 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de -0,30%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.538,36 y un mínimo de $4.497,61, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, la caída en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

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La divisa europea mostró volatilidad
La divisa europea mostró volatilidad moderada, con máximos de $4.538,36 y mínimos de $4.497,61 en la jornada - crédito Antonio Bronic/REUTERS

Teniendo en cuenta los últimos siete días, el euro marca una subida 0,49%; pese a ello desde hace un año todavía mantiene una disminución del 2,24%.

Con respecto a fechas pasadas, acumuló dos sesiones consecutivas en verde. La volatilidad referente a estos siete días presentó un comportamiento inferior a la volatilidad que reflejaron los datos del último año, de forma que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en estas fechas.

Narrativa del mercado

El comportamiento del euro frente al peso colombiano refleja la confluencia de factores globales y domésticos que están redefiniendo el panorama cambiario. En un entorno internacional marcado por la expectativa de recortes de tasas en Estados Unidos y una política monetaria cautelosa en Europa, la moneda europea mostró una volatilidad controlada, mientras que el peso colombiano enfrenta presiones tanto externas como internas que podrían condicionar su desempeño en los próximos meses.

Por un lado, el mercado espera que la Reserva Federal de EE. UU. anuncie en octubre un recorte de 25 puntos básicos en su tasa de referencia, en respuesta al enfriamiento del mercado laboral y al aumento de los riesgos fiscales. Este giro hacia una política más laxa podría debilitar al dólar en el corto plazo, lo que, en principio, favorecería una apreciación del euro y, por extensión, un fortalecimiento frente a monedas emergentes como el peso colombiano. Sin embargo, la situación no es tan lineal, las tensiones comerciales entre Washington y Pekín, sumadas al bloqueo de datos gubernamentales en EE. UU., mantienen un alto nivel de incertidumbre, lo que podría frenar los flujos de capital hacia mercados más riesgosos como el colombiano.

Factores internacionales y locales influyeron
Factores internacionales y locales influyeron en la baja del euro, incluyendo expectativas sobre tasas en EE. UU. y la inestabilidad global - crédito Europa Press

En la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) optó por mantener su tasa en 2,15%, pese a una inflación de 2,2% que supera ligeramente su meta. La decisión refleja una estrategia de prudencia, si bien la economía muestra una expansión modesta, el bloque enfrenta un crecimiento desigual entre el sector servicios (en expansión con un PMI de 51,3) y la industria manufacturera (en contracción con 49,8). Esta dualidad limita la capacidad del euro para consolidarse como una moneda fuerte, ya que su desempeño depende cada vez más de un consumo interno frágil y de un entorno geopolítico cargado de sanciones y tensiones energéticas derivadas del conflicto en Ucrania.

En este contexto, el peso colombiano se encuentra en una posición ambivalente. Por un lado, la expectativa de un dólar más débil y un euro relativamente estable podría darle cierto respiro. No obstante, las condiciones internas no ayudan a consolidar ese impulso. El déficit comercial de Colombia se amplió en agosto a USD2.010 millones, reflejando una mayor dependencia de las importaciones y un bajo dinamismo exportador. Además, la incertidumbre sobre la nueva reforma fiscal, que busca unificar la retención del 1,5 % en pagos electrónicos, podría introducir ruido en los mercados, afectando la percepción de estabilidad regulatoria y el apetito por activos denominados en pesos.

En la última semana, el
En la última semana, el euro subió 0,49% frente al peso colombiano, pero mantiene una caída anual de 2,24% - crédito Antonio Bronic/REUTERS

A mediano plazo, el comportamiento del euro frente al peso dependerá de tres factores clave, la magnitud del recorte de tasas de la Fed, la evolución de la inflación europea y la capacidad del Gobierno colombiano para contener el déficit comercial sin recurrir a medidas que afecten la confianza inversionista. Si el BCE mantiene su cautela y la Fed confirma su giro expansivo, el euro podría fortalecerse moderadamente, situándose en un rango de $4.500 a $4.600 en Colombia hacia finales de 2025. Sin embargo, si el ruido fiscal local persiste y los flujos de inversión se desaceleran, el peso podría volver a ceder terreno, reafirmando la tendencia de vulnerabilidad que ha caracterizado al país en el entorno cambiario global.