Colombiana advierte nueva modalidad de robo en Miami “Con el solo hecho de tocarla ya la sustancia se impregna”

El testimonio de una joven que experimentó mareos y visión borrosa tras manipular una flor en su vehículo ha encendido las alarmas para los extranjeros

Guardar
Aunque la mujer no pudo
Aunque la mujer no pudo ver quienes estaban detrás de la modalidad de robo, el hecho le causó miedo - crédito pantallazo de video

Aunque mucho crean que llegar a un país como Estados Unidos es sinónimo de seguridad, colombianos que residen allá también son víctimas de los delincuentes, que aprovechan su desconocimiento para robar.

Una colombiana que reside en Miami contó en sus redes sociales que estuvo a punto de ser víctima de una nueva modalidad de robo que utiliza una flor impregnada con una sustancia desconocida.

La mujer describió cómo el simple contacto con el objeto le provocó mareo y pérdida de control, lo que evidencia la sofisticación de las estrategias empleadas por los delincuentes en Estados Unidos.

El episodio comenzó cuando la joven se dirigía a su vehículo y encontró una flor sobre la manija de la puerta del conductor. En ese momento, se hallaba en videollamada con su pareja y, al interpretar el gesto como un posible detalle romántico, agradeció el gesto.

El novio de la joven negó haber dejado el objeto en el auto y le advirtió que lo desechara. Ella, confundida por la situación, siguió su consejo y así evitó las posibles consecuencias de intentar oler la flor.

A pesar de no haber tenido mayor contacto con el extraño detalle, la colombiana aseguró que el solo hecho de tocarla fue suficiente para experimentar síntomas físicos adversos. “Con el solo hecho de tocarla ya la sustancia se impregna”, explicó en redes sociales, donde advirtió sobre los riesgos de manipular objetos extraños encontrados en la vía pública o sobre los vehículos.

La mujer contó cómo intentaron robarla en Miami cuando salió a la calle con su carro - crédito redes sociales

Pocos minutos después de desechar la flor, la joven intentó continuar con su rutina diaria, pero comenzó a sentir mareo y visión borrosa mientras conducía, lo que dificultó su capacidad para mantener el control del automóvil.

La situación se agravó cuando notó que un vehículo negro la seguía de manera sospechosa, lo que incrementó su temor de estar siendo perseguida. Ante este escenario, logró enviar su ubicación a personas de confianza y asegurar su auto, evitando así consecuencias mayores.

El caso, que rápidamente se viralizó, ha generado inquietud entre los usuarios de redes sociales, que manifestaron su preocupación por la creatividad y peligrosidad de los métodos empleados por los delincuentes.

La joven insistió en que no se deben subestimar señales extrañas, por insignificantes que parezcan, e invitó a la ciudadanía a evitar el contacto con objetos desconocidos, especialmente si se encuentran en lugares públicos o sobre vehículos.

La denuncia de la colombiana ha puesto en alerta a la comunidad de Miami, evidenciando la necesidad de extremar precauciones ante tácticas delictivas cada vez más elaboradas.

Una mujer contó cómo los
Una mujer contó cómo los delincuentes actúan en Miami- crédito REUTERS/Kylie Cooper/

Colombiano denunció estafas laborales en Polonia

Las denuncias de estafa laboral dirigidas a agencias de viajes que ofrecen empleo en Europa continúan en aumento.

El joven Yovanny Hernández relató su experiencia tras contratar un paquete laboral en una agencia de Zipaquirá, Cundinamarca. El acuerdo prometía trabajo en la industria de autopartes en Varsovia, Polonia, con salario mensual atractivo, horarios regulares y residencia cómoda. Para acceder al contrato, pagó cerca de 5 millones de pesos a la agencia y 2 millones adicionales a coordinadores en Europa.

Al llegar a Polonia, Hernández descubrió que nada correspondía con lo acordado. Fue trasladado a un poblado desconocido, muy lejos de la capital, donde alojaron a decenas de migrantes en habitaciones saturadas y sin condiciones mínimas de salubridad. Narró que convivían con problemas de drogadicción, hacinamiento y suciedad, mientras la agencia en Colombia evitaba dar respuestas concretas sobre el trabajo prometido.

Yovanny Hernández, un colombiano, fue víctima de una estafa laboral en Polonia, enfrentando condiciones infrahumanas y amenazas legales tras denunciar su caso - crédito yovannyhernandezc/TikTok

Después de varios días de espera infructuosa, fue cambiado a otra vivienda, donde la situación empeoró. Los coordinadores exigían nuevos pagos mientras las jornadas laborales reales doblaban las prometidas, con descansos mínimos y sueldos muy inferiores a los anunciados. Hernández definió el ambiente como similar al de una prisión, sin respeto por los derechos básicos de los trabajadores.