Boom inmobiliario en Colombia: estas son las ciudades y regiones donde invertir hoy puede multiplicar su dinero

Con la caída de tasas de interés, el ingreso récord de remesas y el auge turístico, expertos señalan los destinos más prometedores para comprar vivienda y proteger el capital en 2025

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La inversión inmobiliaria en Colombia
La inversión inmobiliaria en Colombia crece impulsada por la caída de tasas de interés y el récord de remesas - crédito Colprensa

En Colombia, la inversión inmobiliaria atraviesa un momento de especial dinamismo. La caída paulatina de las tasas de interés, sumada al ingreso récord de remesas, está reconfigurando el mapa de las oportunidades para quienes buscan refugiarse en el ladrillo.

De acuerdo con el Banco de la República, entre enero y octubre de 2024 ingresaron al país USD9.717 millones en remesas, una cifra que no solo alivió la economía de miles de familias, también se destinó en buena medida a la compra de vivienda en distintas regiones. Este flujo de capital tuvo un impacto directo en la valorización de los mercados locales.

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El flujo de remesas y
El flujo de remesas y la baja de tasas dinamizan la compra de vivienda en Colombia - crédito Parques Nacionales Naturales/ iStock/ TripAdvisor

No obstante, los analistas advierten que el auge no es homogéneo. Mientras Ambana sitúa a Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena como las ciudades que más ganaron valor en el último año —junto con el Eje Cafetero, que consolida un presente inmobiliario sólido—, otras fuentes sugieren un mapa distinto.

El Blog de Bancolombia, por ejemplo, recomienda observar con atención a municipios de la Sabana de Bogotá como Chía y Cajicá, además de Santa Marta, Medellín y Zipaquirá. La razón principal es que los precios competitivos frente a la capital. En Chía, se pueden adquirir propiedades hasta un 35% más grandes que en Bogotá por montos más asequibles. Cajicá, por su parte, registra un rango de entre $2,2 y $8 millones por metro cuadrado, hasta un 50% más barato que en la ciudad.

En la Costa Caribe, Santa Marta emerge como otra apuesta interesante. Su mercado se caracteriza por la valorización progresiva de los proyectos, donde una vivienda puede incrementar su precio en 30% desde el inicio hasta la entrega de la obra.

Medellín, con su alta tasa de turismo, un sistema de transporte público reconocido y un entorno laboral atractivo, sigue siendo uno de los puntos más sólidos para la inversión. Y en el caso de Zipaquirá, según datos de Camacol, fue el municipio que más viviendas comercializó en Cundinamarca durante 2023.

Santa Marta destaca en la
Santa Marta destaca en la Costa Caribe por la valorización progresiva de sus proyectos inmobiliarios - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La mirada, sin embargo, no se queda únicamente en las grandes urbes. Tolima, Santander, Boyacá, Nariño, Norte de Santander y Córdoba también empiezan a figurar como destinos de inversión, especialmente para quienes buscan diversificar en regiones menos saturadas.

El analista financiero y trader Juan Pablo Vieira señaló en el diario La República que, “se trata de un buen momento para invertir en ladrillo, ya sea de manera directa o a través de fondos especializados. El reto está en seleccionar proyectos y vehículos que realmente maximicen el retorno ajustado al riesgo, teniendo en cuenta que no todo el auge obedece a fundamentos puramente económicos, sino también a dinámicas complejas de la economía colombiana”.

Vieira añadió otro elemento que podría reforzar esta tendencia, el ciclo de reducción de tasas iniciado por el Banco de la República, que, de continuar en 2025, abriría espacio a la reactivación gradual del crédito hipotecario y empresarial.

Expertos destacan que la reducción
Expertos destacan que la reducción de tasas y la demanda turística impulsan el mercado inmobiliario colombiano, aunque advierten sobre la importancia de elegir bien los proyectos - crédito Frank Saavedra

La firma Colraíces coincidió en que se trata de un escenario propicio. Además de la valorización sostenida, señalaron que la demanda turística y corporativa incrementa la presión por nuevos desarrollos inmobiliarios en distintas regiones emergentes. En palabras de Vieira, “además existe la esperanza de un cambio de gobierno que devuelva la confianza inversionista y nos traiga estabilidad jurídica y tributaria y que incentive la inversión privada”.

El panorama, entonces, combina factores internos, tasas más bajas, dinamismo regional y demanda turística, con expectativas políticas que generan tanto cautela como optimismo entre empresarios, familias y pequeños inversionistas. Lo cierto es que, hoy por hoy, el mercado inmobiliario colombiano se perfila como un espacio clave, versátil y estratégico para quienes buscan proteger y multiplicar su capital en un entorno desafiante pero lleno de oportunidades.