Influencer china destacó los beneficios de reconocido plato típico colombiano: “Es casi un remedio natural disfrazado de comida casera”

Esta sopa no solo es alimento típico del altiplano, también tiene beneficios para la salud

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La influencer destacó el plato
La influencer destacó el plato por su sabor particular gracias a sus ingredientes - crédito @Emily_Hong_official / Instagram

El ajiaco santafereño, esa sopa que enciende pasiones y divide familias, vuelve a estar en boca de todos por cortesía de Emily Hong, la influencer china quien ha pedido a sus seguidores colombianos prestar más atención a esta sopa típica.

Hong, quien suma más de 198 mil seguidores en su cuenta principal y 17 mil en su canal secundario, donde habla de comida, ha declarado su amor gastronómico por el ajiaco.

El ajiaco no es solo un plato típico, es casi un remedio natural disfrazado de comida casera”, afirmó en su video con más de cinco mil me gusta.

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Emily Hong, tiene una cuenta exclusiva para hablar de comida y ha dedicado varios videos a exaltar la gastronomía colombiana - - crédito @Emily_Hong_official / Instagram

Según Hong, las guascas facilitan la digestión y apaciguan inflamaciones, mientras las alcaparras aportan antioxidantes.

“Incluso el aguacate y la crema de leche mejoran la absorción de nutrientes“, por lo que no dudó en recomendarla a sus seguidores.

Aunque al ajiaco en Colombia se le considera bandera gastronómica, hay sopas similares se encuentran en Chile, Perú, Venezuela y Cuba.

La receta colombiana se fue acomodando a los ingredientes disponibles en la sabana: papa sabanera, la pastusa y la criolla, las mazorcas y las guascas, un ingrediente clave en su preparación. Los europeos le dieron su herencia con el pollo y las alcaparras y fue solo hasta mediados del siglo XX que se empezó a colar la crema de de leche.

Cada variante tiene sus excentricidades, en Venezuela se le puede añadir fríjoles y auyama, o carne de cerdo y yuca en la versión cubana. Eso sí, el ajiaco santafereño siempre debe ir acompañado de una porción de arroz y aguacate.

Esta la presentación tradicional del
Esta la presentación tradicional del ajiaco santafereño, dado que algunas personas prefieren no consumir ciertos ingredientes - crédito Bogota.gov.co

El misterio del nombre todavía es discutido, algunos historiadores sostienen que viene del ají (ingrediente que no lleva en su preparación), mientras versiones mencionan a la pareja formada por el Cacique Aco y su esposa Aj, quienes con esta sopa alimentaban a su pueblo.

Por otra parte el escritor José María Cordovez Moure aseguró en 1899 que el ajiaco con pollo es “una obra maestra del arte culinario”, opinión que podría compartir la creadora de contenido Emily Hong.

Durante el siglo XIX el ajiaco se reservaba para festividades como el Corpus Christi o la Navidad, y también para atender a las visitas distinguidas en los hogares. También se solía acompañar con dulce de mora, brevas con arequipe, arroz con leche y helado de curuba como postres a juego.

Algo curioso en su preparación es el uso del pollo, que llegó gracias a gallinas europeas que desembarcaron por 1537 y lograron, contra todo pronóstico, adaptarse al clima del altiplano. Antes de su uso en la cocina tradicional, la sopa se hacía de res u oveja.

Hoy el ajiaco moderno tiene tres aderezos internacionales odiados por muchos que prefieren no incluirlos en las preparaciones: alcaparras, guascas y crema de leche.

Las guascas se usan en
Las guascas se usan en la cocina tradicional a pesar de no ser las favoritas de muchos - crédito colombia.com

Según los recetarios las alcaparras aparecen recién en 1923, mientras las guascas se usaban de manera común en siglo XIX, aunque aún en varias regiones del país, estas hierbas son consideradas rastrojo.

Por otra parte, la crema de leche, fue agregada en 1937 en la Minuta del Buen Comer de Fenita de Hollman, actualmente considerada como la primera versión moderna de este platillo y de la que se presume el uso de este ingrediente por las campañas de aquella época que buscaban aumentar el consumo de productos lácteos en el país. Curiosamente, esta receta no lleva guascas.

Es así como este platillo tradicional de la sabana ha llegado hasta la actualidad conquistando el corazón no solo de las nuevas generaciones de bogotanos, sino de extranjeros quienes no dudan en recomendarlo e incluso extrañarlo gracias al sabor y confort que brinda a quienes le prueban.