En solo cinco años, el gasto público creció 4,5% del PIB y enciende alertas fiscales: así están las cuentas

El salto en el gasto entre 2019 y 2024 responde a subsidios de combustibles, salud y pago de intereses, mientras los ingresos se quedaron cortos y la deuda roza el 60% del PIB

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El gasto público en Colombia
El gasto público en Colombia creció 4,5 puntos del PIB en cinco años, presionando la sostenibilidad fiscal - crédito Colprensa

El comportamiento de la economía colombiana en los próximos dos años estará marcado por un factor ineludible: el creciente peso del gasto público frente a la capacidad de ingresos del Estado. Los analistas de BBVA Research advirtieron que, aunque se lograron avances en materia de recaudo, la presión del gasto no ha cedido y compromete la sostenibilidad fiscal.

En 2019, el gasto del Gobierno nacional representaba el 18,7% del PIB. Cinco años después, en 2024, esta cifra ascendió a 23,2%, lo que implica un aumento de 4,5 puntos porcentuales. Gran parte de este incremento se explicó por tres rubros específicos: los recursos destinados al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, las mayores necesidades del sistema de salud y el creciente peso del pago de intereses.

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El pago de intereses de
El pago de intereses de la deuda representa el 4,4% del PIB y limita la política fiscal del Gobierno - crédito Colprensa

El incremento de las obligaciones fiscales llevó al Ejecutivo a ajustar la inversión pública. Sin embargo, esa estrategia no logró compensar la magnitud del crecimiento del gasto, lo que dejó un margen de maniobra limitado para nuevos proyectos o políticas expansivas.

Los ingresos también aumentaron, pero en una proporción mucho menor. De acuerdo con el estudio, pasaron de representar 16,2% del PIB en 2019 a 16,5% en 2024, a pesar de que en ese lapso se implementaron tres reformas tributarias. Este rezago evidencia que las medidas de recaudo fueron insuficientes frente al ritmo del gasto.

Otro punto que genera preocupación es la deuda neta, que hoy se mantiene alrededor del 60% del PIB. Solo el pago de intereses equivale al 4,4% del PIB, lo que encarece el financiamiento tanto público como privado y reduce las opciones de política fiscal.

Con este panorama, los economistas advirtieron que el reto es doble, los ingresos efectivos podrían ser más bajos de lo que proyecta el Gobierno y, al mismo tiempo, el gasto primario se mantendría elevado frente a los patrones históricos. Esto significa que el déficit fiscal continuaría superando los supuestos oficiales.

Los ingresos del Estado aumentaron
Los ingresos del Estado aumentaron solo 0,3 puntos del PIB pese a tres reformas tributarias recientes - crédito Europa Press

Las proyecciones de mediano plazo incluyen un crecimiento económico de 2,5% en 2025 y de 2,7% en 2026. En materia de inflación, se estima que cerrará en 5% el próximo año y descenderá a 4,3% en 2026, cifras que, si bien muestran una tendencia a la baja, todavía están por encima de la meta del Banco de la República.

El comportamiento de la inflación está directamente relacionado con las decisiones del Emisor. Según el informe, la tasa de interés se ubicaría en 9,25% en 2025 y bajaría a 8,5% en 2026, lo que podría dar un respiro a los hogares y empresas en materia de financiamiento.

En cuanto al consumo privado, se prevé que será el motor de la economía en 2025. Hacia 2026, el protagonismo lo asumiría el sector de edificaciones residenciales y no residenciales, con un impulso importante en inversión hacia finales de ese año.

El tipo de cambio también entra en el análisis. Bbva Research estimó que el peso tendrá una depreciación moderada, con un promedio cercano a $4.150 por dólar tanto en 2025 como en 2026. Sin embargo, se anticipó que durante 2025 la divisa podría superar temporalmente ese umbral y mostrar mayor volatilidad, impulsada por factores como el periodo electoral, el incremento del déficit externo y las decisiones de política monetaria interna.

El déficit fiscal de Colombia
El déficit fiscal de Colombia podría superar las proyecciones oficiales por el alto gasto y bajo recaudo - crédito Europa Press

La entidad financiera resumió el panorama fiscal en tres grandes desafíos. Primero, la necesidad de reactivar la inversión y destrabar proyectos clave en infraestructura, vivienda y energía. Segundo, un fortalecimiento en la ejecución del presupuesto acompañado de mayor austeridad en el gasto. Y tercero, el mercado laboral, el impulso al empleo formal con medidas específicas como incentivos para la contratación de jóvenes y mujeres, alivios para el primer empleo e incluso la creación de una bolsa nacional de empleo que articule diversos sectores.

De cara a 2026, las conclusiones son cautelosas. El resultado fiscal dependerá del alcance de la próxima reforma tributaria, de la disciplina que logre mantener el Gobierno en el gasto, de la capacidad de recaudo real y de cómo evolucione el costo de la deuda. Todo ello definirá si Colombia logra mantener el equilibrio entre estabilidad macroeconómica y espacio para el crecimiento.