Así suena El Buen Pastor en Bogotá: reclusas compartieron sus canciones favoritas y por qué se identifican

El video que recoge estos testimonios se viralizó, sorprendiendo a miles de internautas que se sintieron intrigados por los gustos musicales dentro de una institución carcelaria femenina

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El resultado de la iniciativa fue documentado y compartido en redes sociales, donde el video acumuló rápidamente más de 829.000 reproducciones - crédito @tourestudiantil_ / IG

La vida cotidiana en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, aunque marcada por la privación de la libertad, está atravesada por momentos inesperados que rompen la rutina de sus internas.

Un ejemplo reciente de ello fue la llegada sorpresiva de Jhonny Rivera, que ofreció un concierto que generó gran entusiasmo entre las reclusas. Este tipo de actividades, además de brindar entretenimiento, abre espacios para la interacción cultural y la expresión emocional dentro del penal.

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A raíz de este evento, la empresa Toures Estudiantiles, dedicada a la organización de conciertos y experiencias musicales, llevó a cabo una dinámica especial, preguntar a las mujeres cuál es la canción que más se escucha tras los muros de El Buen Pastor. El resultado de la iniciativa fue documentado y compartido en redes sociales, donde el video acumuló rápidamente más de 829.000 reproducciones, por lo que generó una respuesta masiva entre los usuarios de distintas plataformas.

Los temas más sonados en El Buen Pastor

Beéle es uno de los
Beéle es uno de los que más suena en El Buen Pastor - crédito MV BELEE

Las entrevistas revelaron un panorama musical variado y personal entre las internas. Temas como Quédate de Beéle, Perdí mi libertad de Jhonny Rivera, Amista de Blessd, Eso en 4 no se ve de Ñejo y Dálmata y La Chica 10 de Fusión Perreo aparecieron con frecuencia en las respuestas. La selección musical refleja tanto los estados de ánimo como los recuerdos y vivencias de las reclusas, que encuentran en la música un canal para sobrellevar la separación y crear un ambiente de pertenencia y compañía.

El video que recoge estos testimonios se viralizó, sorprendiendo a miles de internautas que se sintieron intrigados por los gustos musicales dentro de una institución carcelaria femenina. Los comentarios dejaron ver reacciones diversas, algunos se mostraron conmovidos al escuchar relatos de fondo ligados a canciones, mientras otros destacaron la función emocional y social que la música cumple para quienes se encuentran en contextos adversos.

El artista documentó la jornada
El artista documentó la jornada en sus redes sociales, por lo que permitió que sus seguidores presenciaran una atmósfera especial que se vivió en el recinto - crédito @jhonnyrivera / IG

Algunas de las canciones mencionadas, como Perdí mi libertad, resonaron especialmente en el grupo debido a la identificación literal y simbólica con la condición de privación que viven día a día. Otras piezas, caracterizadas por ritmos urbanos y mensajes desinhibidos, funcionan como una vía de evasión, alegría o resistencia, permitiendo a las internas mantener vínculos con el mundo exterior y entre ellas mismas.

La música como salud emocional

El interés de productores, artistas y empresas por explorar y visibilizar la cultura musical al interior de los centros penitenciarios pone de manifiesto el papel de la música en la salud emocional y el bienestar psicológico de colectivos históricamente marginados. Las listas de reproducción, las letras y los artistas seleccionados dan cuenta de la diversidad de historias, sueños y anhelos que coexisten al interior del penal, quedando plasmados tanto en los acordes de una balada como en los versos de un tema urbano.

La música como terapia para
La música como terapia para las reclusas de El Buen Pastor - crédito @jhonnyrivera/Instagram

Por otro lado, la difusión de este tipo de contenidos fomenta una reflexión social más amplia acerca del significado de la música en los espacios de reclusión, su poder como herramienta de autocuidado, socialización, memoria y esperanza. Así, lo que comenzó como una simple encuesta se transformó en un fenómeno viral, sirviendo de puente entre la experiencia colectiva de las internas y la curiosidad de quienes transitan la vida cotidiana en el exterior. La popularidad del clip evidencia cómo la cultura y la emotividad pueden derribar, aunque sea por instantes, los muros del encierro y conectar realidades separadas por el sistema carcelario.

En definitiva, el acercamiento de Toures Estudiantiles y la participación espontánea de las mujeres de El Buen Pastor ilustran cómo, a pesar de las restricciones y del contexto adverso, la música sigue siendo un refugio infalible. El hecho de compartir repertorios musicales preferidos revela historias personales, sueños, ausencias y alegrías, transformando cada melodía en un lazo de humanidad y comunidad entre quienes más lo necesitan.