Carlos Fernando Galán nombró nuevo director de la Uaesp y aceptó crisis con las basuras en Bogotá: “Se nos está acabando el tiempo”

Ojeda, que anteriormente desempeñó funciones en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaeb), será el responsable de coordinar la implementación de un renovado plan para el manejo de basuras en la capital del país

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El alcalde Carlos Fernando Galán
El alcalde Carlos Fernando Galán anuncia que la UAESP estará bajo la dirección de Armando Ojeda - crédito Alcaldía de Bogotá

La designación de Armando Ojeda como nuevo director de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) marca el comienzo de una etapa de transformaciones en la gestión de residuos sólidos en Bogotá, según comunicó este lunes 15 de septiembre en rueda de prensa el alcalde Carlos Fernando Galán.

Ojeda, que anteriormente desempeñó funciones en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaeb), asume la responsabilidad máxima del organismo y será el principal responsable de coordinar la implementación de un renovado plan para el manejo de basuras en la capital.

Carlos Fernando Galán expuso, durante si intervención, tres ejes fundamentales de la estrategia.

  • El primero apunta a un fortalecimiento de los operativos de recolección, lo que permitirá una mayor cobertura y eficiencia en el servicio.
  • El segundo componente contempla un robusto programa de pedagogía ciudadana, con el fin de lograr que tanto residentes como empresas comprendan y adopten prácticas adecuadas en la disposición de residuos.
  • El tercer pilar incorpora un régimen sancionatorio, el cual, según precisó Galán, será más estricto y se ejercerá “con mayor rigor frente a quienes incumplan la normatividad vigente”.

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Galán habla del programa de mejoramiento de sistema de basuras - crédito Alcaldía de Bogotá

El mandatario enfatizó la necesidad de una mejor coordinación entre las distintas entidades distritales, insistiendo en la obligación de sus directivos por asumir “acciones concretas para enfrentar la problemática de la basura y contribuir a que la ciudad se vea cada vez más limpia”.

En la misma comparecencia, Galán reveló que actualmente existen 149 procesos sancionatorios en curso contra operadores del servicio. El alcalde aclaró que las sanciones serán ejecutadas “en caso de que las empresas no subsanen las fallas detectadas” y adelantó que se aplicará el mismo tratamiento a cualquier compañía que infrinja la normativa sobre la manipulación de basuras en Bogotá.

Con estos anuncios, la Alcaldía Mayor de Bogotá pretende dar un giro sustancial en la administración de residuos y avanzar hacia una ciudad donde la limpieza y la corresponsabilidad entre autoridades y ciudadanía se conviertan en prioridades. El propio Carlos Fernando Galán reconoció el problema que hay en Bogotá y la urgencia de solucionarlo:

“Somos conscientes, soy consciente, de que Bogotá está sucia. Bogotá tienen un reto en el manejo de residuos. Es una problemática que conocíamos desde que llegamos y no hemos sido eficaces para poder cambiarla la tenencia como se requiere y como la ciudadanía lo está esperando. A la ciudadanía se le está agotando la paciencia y a nosotros se nos está agotando el tiempo”, señaló.

Armando Ojeda asume la dirección de la Uaesp con un plan para transformar la gestión de basuras en Bogotá - crédito Alcaldía de Bogotá

Llamados desde el Concejo a atender la situación

El Concejo de Bogotá encendió las alarmas frente a una posible crisis de residuos que podría afectar a la capital en los próximos meses. La advertencia se centra en la falta de definiciones sobre el esquema que reemplazará los contratos actuales de aseo, cuya vigencia concluye el 11 de febrero de 2026.

Según la corporación, si no se concreta un modelo antes de esa fecha, la ciudad podría pasar de manera abrupta a un escenario de libre competencia, aún sin condiciones para operar plenamente. En ese contexto, el vicepresidente del Concejo, Juan David Quintero, advirtió que la acumulación de basuras en calles y barrios sería un riesgo real y con potencial de generar una emergencia sanitaria.

“La ciudad no puede llegar al vencimiento de los contratos sin un esquema definido que asegure la prestación del servicio”, dijo el cabildante en declaraciones a medios.

El concejal le pidió al
El concejal le pidió al mandatario distrital declarar la emergencia en la ciudad por la proliferación de basuras - crédito @JD_Quinteror/x / Concejo de Bogotá

Producción y puntos críticos

De acuerdo con las cifras presentadas por Quintero, Bogotá produce cerca de 8.000 toneladas de residuos diarios. A esto se suman aproximadamente 700 puntos críticos de acumulación ya identificados en distintas zonas de la ciudad. El concejal cuestionó la falta de articulación en la política distrital, un panorama que se agravó tras la renuncia de Consuelo Ordóñez a la dirección de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), entidad clave en la planeación del sector.

La preocupación radica en que la capital llegue al final de los contratos sin un mecanismo que asegure la continuidad del servicio. Para los cabildantes, esa eventualidad dejaría a Bogotá en una situación de vulnerabilidad frente al manejo de sus desechos.

Modelo en discusión y retos estructurales

La gestión de basuras en la ciudad se desarrolla bajo el modelo de Áreas de Servicio Exclusivo (ASE), que ha recibido críticas en distintos sectores políticos y sociales. Voceros del Concejo señalan que este esquema no ha cumplido con los objetivos planteados, por lo que insisten en la necesidad de diseñar un modelo de transición que evite improvisaciones.

El debate, sin embargo, no se limita al marco institucional. Persisten problemas de fondo como la falta de cultura ciudadana en la separación de residuos, las condiciones precarias en las que trabajan numerosos recicladores informales y la operación de bodegas no reguladas de almacenamiento y clasificación. Además, desde la corporación se ha vinculado el fenómeno de acumulación de basuras con la generación de entornos que facilitan la criminalidad y el microtráfico, lo que introduce una dimensión de seguridad pública en la discusión.