Uniformados que capturaron a alias Otoniel viven el exilio por amenazas de muerte del Clan del Golfo: el Gobierno no los ha protegido

Los exintegrantes de la unidad especial que dio caza al líder criminal coinciden en que no recibieron el apoyo necesario de la Policía Nacional para garantizar su seguridad

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Tras la captura de Otoniel
Tras la captura de Otoniel se filtró información al interior de la Policía, lo que expuso su identidad y la de otros agentes a la organización criminal - crédito X

El destino de quienes integraron las fuerzas especiales de la Policía Nacional y participaron en la captura de los principales líderes criminales del país dio un giro inesperado: hoy, algunos de estos excomandos sobreviven en el extranjero desempeñando trabajos ocasionales, lejos de sus familias y bajo la sombra de amenazas de muerte.

Edwin y William, antiguos miembros del Grupo de Operaciones Especiales Antiterrorismo (Grate), relataron cómo pasaron de ejecutar operaciones de alto riesgo contra el Clan del Golfo a buscar cualquier empleo en Estados Unidos para subsistir.

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La vida de Edwin, subintendente y francotirador con 18 años de experiencia en la lucha contra las Farc, paramilitares y el Clan del Golfo, cambió radicalmente en 2023. Tras años de operaciones en las que participó en la neutralización y captura de cabecillas de renombre, como el narcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, en 2009, Edwin se vio obligado a abandonar Colombia. Actualmente, se dedica a tareas como cortar césped, retirar nieve, demoler casas y prestar servicios de seguridad en eventos privados, mientras intenta mantenerse a flote lejos de su hija, a quien no ve desde hace tres años.

Dairo Antonio Úsuga, extraditado a
Dairo Antonio Úsuga, extraditado a EE.UU., proporciona información clave sobre casos de falsos positivos - crédito Colprensa

El detonante del exilio fue una serie de llamadas amenazantes que comenzaron a llegar a su teléfono en 2023. Al principio, Edwin pensó que se trataba de intentos de extorsión comunes, pero en noviembre de ese año una llamada en particular lo alertó. Un hombre con acento paisa le detalló la rutina diaria de su familia y le advirtió que llamaba en nombre de alias Chiquito Malo, el nuevo líder del Clan del Golfo tras la captura de alias Otoniel en octubre de 2021.

Para verificar la autenticidad de la amenaza, Edwin recurrió a contactos en inteligencia, quienes confirmaron que la llamada provenía de Necoclí, Antioquia, bastión de la organización criminal y lugar de origen de la operación Agamenón de la Policía.

“Chiquito Malo había iniciado un plan para cazar a quienes participamos en las operaciones contra Otoniel y que llevaron a su captura”, relató en entrevista con Semana. Al consultar con antiguos compañeros, varios confirmaron haber recibido amenazas similares. Aunque Edwin ya no formaba parte del Grate al momento de la captura de Otoniel, su experiencia como tirador de alta precisión lo llevó a integrar el esquema de seguridad del entonces presidente Iván Duque, donde se encargaba de la protección del jefe de Estado desde posiciones estratégicas.

En abril, 'Otoniel' testificó ante
En abril, 'Otoniel' testificó ante la Jurisdicción Especial para la Paz afirmando que su extradición buscó silenciarlo - crédito Colprensa

El cambio de gobierno de Duque a Gustavo Petro no alteró de inmediato su situación. Sin embargo, Edwin aseguró que durante la nueva administración comenzaron a producirse filtraciones de información que pusieron en riesgo su seguridad. Esta vulnerabilidad, sumada a las amenazas, lo llevó a buscar refugio fuera del país.

El caso de William, también exintegrante de la unidad especial que dió caza a alias Otoniel, refleja una situación similar. Tras la captura de Otoniel, William denunció al medio citado que se filtró información al interior de la Policía, lo que expuso su identidad y la de otros agentes a la organización criminal.

“Mi rol era de tirador de alta precisión (francotirador), tenía que hacer reconocimiento cercano al objetivo, hacer inteligencia, verificar presentemente de que toda la información que nos brindaban las agencias de inteligencia era verdadera”, explicó el exuniformado, que participó en más de 40 operaciones contra los máximos cabecillas del Clan del Golfo durante una década de servicio.

Los exintegrantes de la unidad
Los exintegrantes de la unidad especial que dio caza a alias Otoniel coinciden en que no recibieron el apoyo necesario de la Policía Nacional para garantizar su seguridad - crédito Reuters

Pocos días después de la captura de Otoniel, William fue víctima de un intento de asesinato. Tras una jornada laboral y una operación contra otro objetivo de alto valor, detectó a dos sicarios en moto que se acercaban. Su entrenamiento le permitió esquivar los disparos lanzándose junto a un automóvil. Antes de este atentado, ya había recibido llamadas amenazantes: “Antes de ese primer atentado, yo había recibido llamadas en las que me decían que no diera papaya, porque me iban a matar por haber capturado al patrón”, relató.

La escalada de intimidaciones continuó. Mientras se definía la extradición de Otoniel a Estados Unidos por narcotráfico, William visitaba a su madre cuando, a las 3:00 a.m., sujetos en moto arrojaron una piedra y un panfleto con una sentencia de muerte contra su familia. “En el escrito se leía: señora, la vamos a matar a usted y su familia, porque su hijo ayudó a capturar al patrón”, indicó. Dentro del plan de represalias impulsado por alias Chiquito Malo, el nuevo cabecilla del Clan del Golfo ofrecía hasta $70 millones por cada comando muerto.

Ante la falta de respaldo institucional y la ausencia de medidas de protección para él y su familia, William optó por retirarse de la Policía y abandonar Colombia. Tanto él como Edwin coinciden en que, tras cumplir con su deber en la persecución de los criminales más buscados del país, no recibieron el apoyo necesario de la institución para garantizar su seguridad.