Juliana Guerrero, designada viceministra de la Juventud, aclaró su relación con Petro: “Si está laborando ahí es porque tiene algún vínculo amoroso o sexual con el jefe”

Al incorporarse a cargos de relevancia en el Gobierno, afirmó que las jóvenes reciben críticas infundadas relacionadas con un supuesto mérito basado en relaciones personales con los funcionarios

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Juliana Guerrero, coordinadora de gabinete
Juliana Guerrero, coordinadora de gabinete del Ministerio del Interior - crédito Captura de Pantalla

La polémica sobre la presencia de mujeres jóvenes en puestos clave dentro del aparato estatal colombiano ha ganado prominencia, especialmente tras las declaraciones de Juliana Guerrero, integrante del gobierno del presidente Gustavo Petro.

Guerrero, de 23 años, denunció públicamente los prejuicios y señalamientos a los que ha sido sometida en el entorno político, conectando su experiencia con la de otras figuras femeninas del gabinete presidencial.

Durante una entrevista concedida a Blu Radio el 2 de septiembre, Guerrero se refirió directamente a los rumores sobre una presunta relación cercana con Gustavo Petro, estableciendo desde el inicio que “yo, con el señor presidente, tengo una relación estrictamente profesional”.

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Estas palabras fueron pronunciadas en medio de la creciente especulación en distintos escenarios políticos sobre la naturaleza de su vínculo con el jefe de Estado, escenario común que, según ella, también afectó a la excanciller Laura Sarabia y a la exjefe de gabinete María Paula Correa.

Guerrero relató cómo, al incorporarse a cargos de relevancia en el Gobierno, afirmó que las jóvenes reciben críticas infundadas relacionadas con un supuesto mérito basado en “si está laborando ahí es porque si tiene vínculos amorosos o sexuales con el jefe, eso no funciona así”, una situación que, afirmó, está arraigada en el machismo presente en la política y no en fundamentos ideológicos o de competencias.

Guerrero, de 23 años, denunció
Guerrero, de 23 años, denunció públicamente los prejuicios y señalamientos a los que ha sido sometida en el entorno político, conectando su experiencia con la de otras figuras femeninas del gabinete presidencial - crédito Colprensa y @infopresidencia/X

“Me está pasando a mí, le pasó a la excanciller Laura Sarabia y a la exjefe de gabinete María Paula Correa. Esto va más allá de un tema de ideología o de postura política, si no del machismo que existe en el mundo de la política”, manifestó Guerrero durante la charla con el medio radiofónico.

Insistiendo en la dimensión estructural del problema, Guerrero añadió que estos prejuicios afectan a muchas otras mujeres jóvenes empleadas en las UTL (Unidades de Trabajo Legislativo) de congresistas a lo largo del país. Explicó: “si se está laborando ahí es porque se tiene algún vínculo amoroso o sexual con el jefe y eso no funciona así. Estoy donde estoy ―estoy segura de que también Laura Sarabia y María Paula Correa― por mi trabajo, por mi convicción y por lo que he luchado para estar donde estoy”.

Pese a no contar con
Pese a no contar con un título universitario, Juliana Guerrero fue delegada por altos funcionarios para representar al Gobierno - crédito @AABenedetti/X

Las dudas sobre la formación académica de Juliana Guerrero se intensificaron tras una publicación de una revista que cuestionó la veracidad de su título, justo un día después de su grado como contadora pública.

Guerrero desmintió categóricamente los señalamientos en la conversación con el medio de comunicación, puntualizando el recorrido que la habilitó profesionalmente: “Yo me gradué el 19 de julio de contadora pública. Lo primero que hice fue actualizar mi hoja de vida”, subrayó, y recordó que el medio nunca la contactó para contrastar la información antes de difundir su investigación.

- crédito Captura de panatalla/Presidencia
- crédito Captura de panatalla/Presidencia de la República

El momento de la publicación, ocurrido el 20 de julio, se convirtió en punto álgido del escrutinio mediático. Guerrero destacó que no controla el calendario universitario: “Realmente yo no escojo cuándo me gradué; la universidad fue la que fijó la fecha. El problema es que nunca me preguntaron mi versión”, lamentó durante la charla. Así, la joven defendió la legalidad y el rigor de su proceso de titulación.

Más allá de la polémica, Guerrero narró las dificultades personales y de seguridad que marcaron su trayectoria. El inició de su carrera en la Universidad Popular del Cesar se vio interrumpido “por amenazas contra mi vida debido a mi activismo juvenil”, confesó. La situación se agravó en 2021, cuando sobrevivió a un atentado, situación que la obligó a trasladarse forzosamente a Bogotá para recomenzar sus estudios.

Ya establecida en la capital, Guerrero “homologó estudios técnicos realizados en el SENA, avanzó con un tecnólogo y culminó la carrera en la Universidad San José”. Esta trayectoria académica mixta y por etapas, detalló, explica por qué en su hoja de vida aparecen simultáneamente registros como técnica, tecnóloga y profesional, un aspecto utilizado en su contra pero que, según manifestó, refleja únicamente perseverancia y continuidad en su formación, no irregularidades.