Experto en mecánica explicó la forma correcta de parquear un carro automático: evite dañar la transmisión y que le cueste ‘un ojo de la cara’

Seguir la secuencia correcta al parquear—freno, “N”, freno de mano y “P”—evita daños costosos en la transmisión y mantiene el carro seguro, incluso en pendientes y tráfico pesado

Guardar
Parquear correctamente protege la transmisión
Parquear correctamente protege la transmisión y evita reparaciones costosas a futuro - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Parquear un carro automático puede parecer una tarea sencilla: pisar el freno, poner la palanca en “P”, y listo. Sin embargo, esta práctica cotidiana es más delicada de lo que muchos piensan.

Hacerlo de manera incorrecta no solo desgasta la transmisión, sino que puede generar ruidos extraños, dificultades para mover la palanca y, en el peor de los casos, reparaciones costosas.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

Conocer la secuencia correcta y prestar atención a los detalles marca la diferencia entre un parqueo seguro y un dolor de cabeza para el bolsillo.

La palanca de cambios de un vehículo automático sigue, en la mayoría de los casos, un patrón estándar: “P” (Parking), “R” (Reverse), “N” (Neutral) y “D” (Drive). Algunos modelos incluyen posiciones adicionales como “1” y “2” para pendientes pronunciadas, o “M” para cambiar marchas de manera manual.

La palanca de cambios de
La palanca de cambios de un automático sigue la secuencia P-R-N-D. Conocer su uso correcto evita daños en la transmisión y gastos inesperados - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Estos modos no solo facilitan la conducción en tráfico pesado, sino que permiten al conductor intervenir cuando la situación lo requiere, sin poner en riesgo la mecánica del carro.

La secuencia correcta para estacionar

El procedimiento correcto para estacionar comienza con el pie presionando el freno. Luego, la palanca se pasa a “N” y se acciona el freno de mano antes de colocarla en “P”.

Este paso intermedio, aunque muchos lo pasan por alto, es crucial: asegura que el peso del vehículo repose sobre los frenos y no sobre el mecanismo de bloqueo de la transmisión.

“Si primero se pone en ‘P’ y después se activa el freno de mano, el peso del vehículo quedará sobre el mecanismo de bloqueo de la transmisión, lo que con el tiempo puede generar ruidos o dificultad para mover la palanca”, explica Pablo Sáenz, piloto experto y creador de contenido.

En pendientes, la atención debe ser aún mayor. Tras detener el vehículo y accionar el freno de mano, la palanca se coloca en “P”. Además, en subida, las ruedas deben orientarse hacia el contrario de la acera, mientras que en bajada se giran hacia la acera.

Qué hacer en paradas largas

Esta maniobra simple reduce considerablemente el riesgo de desplazamiento accidental si falla el sistema de frenos. Sáenz añade que ha visto casos en los que, por no usar el freno de mano correctamente, la pieza de bloqueo de la transmisión se rompe y el vehículo comienza a rodar sin control.

Durante paradas prolongadas en tráfico, como semáforos o congestiones, tampoco es recomendable mantener el carro en “D” con el freno presionado.

Un buen parqueo asegura que
Un buen parqueo asegura que el carro quede estable, incluso en pendientes, y prolonga la vida útil del vehículo - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Esto genera calor en la transmisión y acorta su vida útil, sobre todo en modelos con transmisiones CVT o de doble embrague, que son más sensibles. Lo ideal es pasar a “N” mientras la espera se prolonga, reduciendo la carga sobre el convertidor de par y evitando sobrecalentamiento.

Apagar el carro sin riesgos

Apagar el motor también tiene su ciencia. La secuencia correcta consiste en frenar, pasar a “N”, accionar el freno de mano, colocar la palanca en “P” y finalmente apagar el vehículo.

En carros con motores turboalimentados o híbridos, conviene esperar unos segundos tras una conducción exigente para que el sistema de lubricación y enfriamiento cumpla su función.

Interrumpir este proceso podría afectar la temperatura de trabajo de ciertos componentes, comprometiendo su rendimiento a largo plazo.

Entre los errores más comunes que cometen los conductores se encuentran: no usar el freno de estacionamiento, cambiar a “P” antes de que el carro esté completamente detenido, estacionar fuera de los límites marcados, olvidar las luces de advertencia en zonas de baja visibilidad o confiar únicamente en cámaras y sensores sin verificar los puntos ciegos.

No usar el freno de mano genera presión innecesaria sobre la transmisión, mientras que colocar la palanca en “P” con el carro en movimiento puede dañar los engranajes internos.

Parquear un automático de forma
Parquear un automático de forma incorrecta puede dañar la transmisión y dejar el carro inmovilizado, incluso a merced de la grúa del taller - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

El aprendizaje y la adaptación a la conducción automática requieren familiarización con las funciones de la palanca y los sistemas de asistencia.

Las posiciones adicionales, como “S” (Sport), “B” (Brake), ofrecen configuraciones específicas para conducción deportiva, frenada regenerativa o superficies resbaladizas, respectivamente.

Aunque estas funciones permiten mayor control, el sistema siempre prioriza la protección de los componentes para evitar daños.

En resumen, la correcta operación de un vehículo automático no solo optimiza su rendimiento y prolonga la vida útil de la transmisión, sino que también incrementa la seguridad y la eficiencia en la conducción.

Evitar errores comunes y seguir los procedimientos recomendados es esencial para prevenir daños costosos y garantizar una experiencia de manejo satisfactoria.