Don Jediondo se quebró al aire al recordar la liquidación de su negocio de comidas, tras casi 20 años: “Uno siente que murió un pariente”

Pedro González, comediante que hace parte de varios programas de radio y televisión, contó detalles de la forma en que intentó salvar a su cadena de restaurantes del proceso de liquidación que fue definido por la Superintendencia de Sociedades, tras una serie de incumplimientos a sus acreedores

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Don Jediondo Sopitas y Parrilla
Don Jediondo Sopitas y Parrilla abrió sus puertas el 2 de diciembre de 2005 - crédito Colprensa

La noticia de la liquidación de Don Jediondo Sopitas y Parrilla, tras casi dos décadas de actividad, dejó una huella profunda en su fundador, el comediante Pedro González, conocido como Don Jediondo. La decisión judicial, que implica el cierre de los treinta y tres restaurantes de la cadena, marca el final de un ciclo que, en palabras del personaje, se siente como una pérdida familiar. “Uno siente que murió un pariente”, confesó entre lágrimas.

El proceso de liquidación fue el desenlace de un largo periodo de dificultades financieras, pues pese a que los activos de la firma alcanzaban los $25.601 millones, los pasivos alcanzaban $25.580 millones, lo que dejó un corto margen de maniobra para solventar las obligaciones que según recordó el humorista arrastraba desde hace más de seis años. Y que no pudo revertir, aunque buscó diferentes alternativas para salvar su negocio, entre ellas la búsqueda de socios.

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En el programa radial del que hace parte, La Luciérnaga de Caracol Radio, González explicó en detalle lo que sucedió con el sueño que, con el pasar de los meses, se convirtió en una pesadilla para él y su familia, al no ver la luz para solventar las millonarias pérdidas. Que se agravaron con la pandemia del COVID-19 y, del mismo modo, con el paro nacional del 2021, aunque las dificultades empezaron, según reveló, desde el primer día en que arrancó esta aventura.

El restaurante de Don Jediondo
El restaurante de Don Jediondo ofrecía platos típicos de la región Andina - crédito Colprensa

Un duro revés para Don Jediondo: el cierre de su cadena de restaurantes

“Hace seis años, y después de cumplir los requisitos, la Superintendencia de Sociedades nos aceptó en la Ley 1116 (de 2006). Había que cumplir unos pagos, unos compromisos... Infortunadamente, por cuestiones del mismo mercado, no se fueron cumpliendo y como dice sumercé, el pasado martes ya la sentencia de un juez de la Superintendencia de Sociedades fue entrar a liquidación a Don Jediondo Sopitas y Parrilla”, contó Don Jediondo visiblemente conmovido.

El empresario reveló que, como siempre, acatarán lo que disponga la autoridad y respetará la decisión de que la cadena de restaurantes sea liquidada. “Nosotros, obviamente, como respetuosos de la ley, nos acogeremos a todo lo que diga la Superintendencia”, remarcó. Y es que el impacto de esta determinación fue especialmente doloroso para González, que vio cómo poco a poco la planta de personal se redujo y las posibilidades de superar este escollo también.

“Llegamos a tener más de 400 trabajadores, ahorita teníamos 208, pero, no porque ellos no puedan conseguir trabajo, porque ellos se van a otra empresa y seguramente van a conseguir, incluso algunos que comenzaron de cuarenta y más años, entonces ya se están pensionando para eso... Pero, los que no volvemos a ver es lo doloroso: gente muy valiosa, gente muy trabajadora y muy comprometida, es lo más que me duele, la parte de las familias”, afirmó.

Las protestas frente a los
Las protestas frente a los locales de Don Jediondo fueron frecuentes, en medio de las dificultades para pagar sus obligaciones - crédito X

Don Jediondo señaló al ego como uno de los culpables de la quiebra

El empresario boyacense, hincha de Independiente Santa Fe, reconoció que la ambición de crecer fue un factor determinante en la crisis. “El ego y de pronto la ambición, querer hacer una empresa grande, porque nosotros llegamos a tener más de 50 puntos”, admitió el comediante. No obstante, aclaró que su motivación nunca fue el dinero, sino el querer darle la oportunidad a familias de ganarse el sustento en sus establecimientos, que gozaron de fama.

“Plata no, porque ahora nos toca comenzar de ceros otra vez en la cuestión monetaria, en la cuestión económica. Y fue que quisimos tener una empresa grande, pero se salió de control, se salió del manejo, nos comprometimos mucho con los bancos, con dinero de los impuestos, entonces que ahorita se van a pagar con los activos que quedan”, agregó González, que reflejó esa frustración en el libro que recientemente publicó y en el que cuenta otros aspectos íntimos.

La cadena de adversidades que enfrentó la empresa comenzó mucho antes de la pandemia. González relató que “la crisis comenzó con una oleada invernal fuerte que hubo hace como unos 10 o 12 años. Creo que fue en el gobierno de Juan Manuel Santos. Otra cosa que quiero aclarar, esto no tiene nada que ver con políticos. Ningún gobierno le dice a uno: ‘Quiébrese’. Ningún gobierno le dice a uno: ‘Deje de pagar impuestos’”, aclaró, frente a lo sucedido.

Este fue el momento durante la campaña presidencial de 2022 cuando Gustavo Petro le recordó a Don Jediondo que había sido Iván Duque el culpable de la quiebra de su negocio - crédito @JANDR3S__/X

Sobre la pandemia, reconoció que el mandato de Iván Duque brindó cierto apoyo. “El Gobierno nos ayudó no solamente a nosotros, sino a muchas empresas. No mucho, pero algo ayudaba a pagarle algo a los trabajadores”, confesó; sin embargo, el paro nacional agravó la situación. “Con el paro se bloquearon las carreteras, dejó de llegar el mercado, dejó de llegar la carne. Un kilo de pechuga de pollo, que por ejemplo, valía $6.000 empezó a costar más de $30.000″.

Don Jediondo pensó en suicidarse tras problemas con su negocio: así se desahogó

El peso emocional de la crisis llevó al humorista a enfrentar episodios de depresión y pensamientos suicidas. “Eso fue... como en el 2012, porque yo ya venía con un tema de ataques de pánico, como se dice ahí, y depresión. En ese tratamiento estuve dos años”, relató en el espacio al que acude para hacer reír a miles de colombianos que van de camino a sus hogares, pero que lo escucharon quebrarse ante una situación de la que tenía fe que se recuperaría.

Y recordó un momento crítico en el que, al borde de una ventana, una fuerza lo detuvo. “Fue Dios. Con toda seguridad. Fue él, porque el cuerpo me decía ‘láncese’. Y un milagro, una fuerza divina me hizo agarrarme del balcón de la baranda”. El origen de Don Jediondo Sopitas y Parrilla estuvo marcado por la incertidumbre y la perseverancia, pues contó una serie de dificultades que pusieron en duda el arranque de lo que fue, en principio, un emprendimiento.

Don Jediondo es uno de
Don Jediondo es uno de los personajes más queridos de la televisión colombiana - crédito Bravissimo/Captura de pantalla

“Cuando fuimos a arrendar el local, el señor se arrepintió, el que lo iba a tomar, y era dueño de un restaurante. Eso fue en el Centro Comercial Imperial. El local era esquinero y el señor fue, y lo vio, lo vio y dijo: ‘No, es que a ustedes los pusieron muy al rincón’. Entonces, con María Eugenia, mi esposa, dijimos: ‘Pues montemos nosotros el restaurante’”. El primer día de ventas fue modesto: “¿El primer día sabes qué vendimos? Una Coca-Cola y una arepa”, rememoró.

Sin embargo, fue una publicista amiga la que le ayudó a cambiar la imagen y a crear un menú en el que no faltó su doble sentido, típico en su humor y, también, en sus platos. Es por ello que, al ser consultado sobre qué representaba el fin de la empresa para él, no dudó ni un segundo en lanzar una demoledora y conmovedora respuesta.

¿Eso es un hijito, Pedro? ¿Se puede decir que es como un hijo?”, le preguntaron los panelistas del programa. Tras una pausa, González respondió: “Sí. Y uno siente que... que murió un pariente”, dijo Don Jediondo, que tomó un respiro para poder continuar en su labor de generar sonrisas, como lo sabe hacer gracias a sus capacidades de fijarse en situaciones cotidianas y convertirlas en un factor para distraerse de la dura realidad.