Banco de la República prende alarmas: inflación más lenta de lo previsto y alimentos seguirían golpeando el bolsillo en 2026

El informe del emisor colombiano subraya los desafíos para el mercado laboral. Las discusiones sobre remuneraciones se ven afectadas por la evolución de los precios

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El costo de los alimentos
El costo de los alimentos y factores externos retrasan el retorno de la inflación a la meta del 3% - crédito Luis Jaime Acosta/REUTERS

El Banco de la República encendió una luz de alerta sobre el ritmo al que la inflación está convergiendo hacia la meta del 3%. En su más reciente Informe de Política Monetaria, el equipo técnico advirtió que las proyecciones se ajustaron al alza frente a las estimaciones de abril, lo que implica que el descenso de los precios será más lento de lo previsto.

Uno de los puntos más sensibles para los hogares colombianos, el costo de los alimentos, ocupa un lugar clave en el análisis. Según el informe, los pronósticos incluyen “sorpresas al alza” que retrasan el retorno de la inflación total y la básica al nivel objetivo. Ahora, el Banco de la República calcula que a finales de 2025 la inflación total cerrará en 4,7% (antes 4,4%) y la básica en 4,2% (antes 3,9%).

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El Banco de la República
El Banco de la República advierte que la inflación en Colombia bajará más lento de lo previsto - crédito Europa Press

Esta revisión tiene un efecto adicional: “en 2026 varios grupos importantes del IPC se indexarían a una tasa de inflación más alta proyectada para finales de 2025”, señaló el documento. La corrección esperada no será inmediata, aunque el Banco prevé que la inflación siga reduciéndose gracias a los efectos acumulados de la política monetaria, que mantendrán la brecha del producto en terreno negativo hasta finales de 2026.

Las proyecciones para el próximo año también dependen de variables externas y decisiones internas. Entre ellas, el informe resalta el papel que jugará el ajuste del salario mínimo. Sobre esto, el emisor explicó que, “contribuiría a la convergencia de la inflación hacia la meta, y bajo el supuesto de aumentos en el salario mínimo para 2026 que no sean muy superiores a la inflación más el aumento de la productividad laboral”.

En el frente alimentario, la expectativa es que los precios pierdan fuerza en 2026 debido a una base de comparación más alta y a la desaparición de choques de oferta que presionaron al alza productos clave de la canasta familiar. Si ese escenario se cumple, para finales de ese año la inflación total se ubicaría en 3,2% (antes 3,0%) y la básica en 3,3% (antes 3,1%).

Aun así, el Banco de la República reconoce que estas cifras están rodeadas de “incertidumbre elevada”, en especial por el impacto que podrían tener factores como el comportamiento de la tasa de cambio, el aumento de aranceles en el comercio global, las alteraciones en la oferta interna de gas natural y las disposiciones que ajustan los precios de bienes y servicios regulados. Todo ello, junto con el desempeño de los precios internacionales y locales de los alimentos, seguirá marcando el pulso de la inflación en Colombia durante los próximos dos años.

Las nuevas proyecciones del Banco
Las nuevas proyecciones del Banco de la República elevan la inflación esperada para finales de 2025 y 2026 - crédito Colprensa

Impacto en la economía

El ajuste en las proyecciones de inflación del Banco de la República tiene implicaciones profundas para la economía colombiana, más allá del simple encarecimiento del costo de vida. Un pronóstico más alto implica que los agentes económicos —empresas, inversionistas y consumidores— deberán recalibrar sus expectativas, lo que puede retrasar decisiones clave de inversión y consumo.

En el sector productivo, una inflación que tarda más en volver a la meta presiona las estructuras de costos, especialmente en industrias que dependen de insumos importados o de cadenas logísticas sensibles a los precios internacionales. Esto no solo encarece la producción, sino que reduce la competitividad de las empresas frente a competidores externos, en un momento en el que el comercio global se ve afectado por tensiones arancelarias.

Para el mercado laboral, la persistencia de una inflación por encima del 3% complica las negociaciones salariales. Si los incrementos nominales en el salario mínimo o en las remuneraciones de sectores estratégicos superan lo esperado, se podría generar un efecto de segunda vuelta que mantenga alta la inflación, dificultando el trabajo del Banco Central.

El ajuste en las expectativas
El ajuste en las expectativas de inflación impacta la economía, el mercado laboral y la política monetaria en Colombia - crédito Colprensa

En términos de política monetaria, este escenario podría obligar a mantener tasas de interés en niveles restrictivos por más tiempo, lo que enfría el crédito y limita el acceso a financiamiento para hogares y empresas. Esto, a su vez, puede ralentizar el crecimiento económico, especialmente en sectores dependientes del consumo interno.

En suma, el impacto no es solo estadístico, una desaceleración más lenta de la inflación puede traducirse en menor dinamismo económico, mayor cautela empresarial y un ajuste más prolongado en las condiciones de vida de los colombianos.