Fotógrafo personal de Pablo Escobar relató cómo vivió la muerte del capo: “Un tipo convertido casi que en un demonio”

Desde los 13 años, ambos coincidieron en el colegio y sus vidas se cruzaron 15 años más tarde cuando “El Patrón” estaba por convertirse en el narcotraficante más poderoso del mundo

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Fotógrafo de Pablo Escobar reveló detalles de algunas tomas que le realizó - crédito Más allá del silencio/Instagram

Edgar “El Chino” Jiménez fue una de las pocas personas que evidenció y retrató para la historia varias facetas de Pablo Escobar Gaviria.

Desde los 13 años, ambos coincidieron en el colegio y sus vidas se cruzaron 15 años más tarde cuando Escobar Gaviria estaba en su etapa de ascenso a convertirse en el narcotraficante más poderoso del mundo, mientras que él se ganaba la vida tomando fotografías.

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“El Chino” recientemente concedió una entrevista a Más allá del silencio, que conduce Rafael Poveda, donde reveló detalles inéditos de las fotografías más icónicas que le tomó al capo, a quien le trabajó por más de nueve años.

"El Chino" recordó qué sintió
"El Chino" recordó qué sintió al conocer la muerte de "El Patrón", un "demonio" que dejó de dormir en paz a raíz del asedio de las autoridades y otros grupos criminales - crédito Colprensa

Tras su repaso por instantáneas que mostraban a Escobar Gaviria en extrema vulnerabilidad, como la que le tomó mientras se echaba una siesta en una cama modesta, hasta eventos familiares como cumpleaños de sus hijos o encuentros con socios del narcotráfico, “El Chino” rememoró lo que sintió cuando se enteró de la muerte de “El Patrón”.

“Eso fue un boom (...) Tuve un sentimiento encontrado de alivio por un lado y de tristeza por el otro", indicó en la citada entrevista.

Jiménez explicó que la muerte de Escobar resultó siendo un alivio debido al constante riesgo que vivía su familia e incluso él mismo como persona de su círculo cercano.

“Mientras Pablo estuviera vivo seguirían atacando su familia, seguían matando gente, mucha gente murió. El cuñado lo habían matado dos meses antes, les estaban volando las propiedades, los estaban secuestrando. Una incertidumbre total para toda la familia que yo los conocía, todo el mundo estaba temeroso de lo que pudiera suceder. Los Pepes arremetían contra todo mundo (sic). A mí mismo me pudieron haber matado porque ellos mataban a todo el que tuviera que ver con Escobar. Todos los que tuvieron que ver con él eran objetivo militar de Los Pepes”, sostuvo.

Jiménez afirmó que sintió cierto
Jiménez afirmó que sintió cierto "alivio" tras conocer la muerte de su jefe - crédito @Másalládelsilencio/YouTube

Para quien fue el fotógrafo personal del poderoso nartcotraficante, su muerte también representó el cese de la escalada violenta que vivía el país entre los 80 y 90, especialmente contra políticos, periodistas y todo el que le llevara la contraria.

“(...) y saber además de Escobar tampoco le podía hacer más daño a la sociedad, porque ya era mucho el daño que le había causado a la sociedad. Esos carrobombas indiscriminados, esa matanza de policías, jueces, magistrados, periodistas, arremetió contra todo el mundo, un tipo ya convertido casi que en un demonio. La mente de Pablo se perturbó totalmente y entonces se había convertido en un problema de orden público y en el enemigo público número uno del país”, añadió.

Anotó que sintió tristeza por saber cómo terminó su compañero de secundaria, con quien llegó a forjar un lazo de amistad a lo largo de los años.

“(...) de todas formas Pablo fue mi compañero de estudio, lo conocía de niño. Esos afectos y esos lazos de amistad que se forman en la secundaria, en la niñez, en la adolescencia, perduran para siempre. Y más en cuanto a que Pablo siempre conmigo, en lo personal, siempre se manejó muy bien, siempre fue muy amable, y no solamente él, sino toda la familia. Entonces yo no tengo sino, en cuanto al trato personal, agradecimiento y cariño por Pablo”, recordó en la entrevista.

El fotógrafo de Pablo Escobar
El fotógrafo de Pablo Escobar indicó que el capo era totalmente diferente cuando estaba con su familia - crédito @Másalládelsilencio/YouTube/Colprensa

En otro parte de la conversación, Jiménez recordó que, tras el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla, todos los allegados a Escobar, incluida su esposa, quien se encontraba embarazada, se vieron obligados a dejarlo todo y huir. Para él, este hecho marcó el inicio de una etapa de guerra y fue el último momento en el que observó cierta calma entre Escobar, sus familiares y socios.

“Pablo era un hit, era el capo de capos, eso fue hasta 1984. 30 de noviembre de ese año, hasta ahí fue la época de esplendor, en ese momento la vida de Pablo cambió completamente. A pesar de que financiaron la campaña de Belisario Betancur, ellos tuvieron que salir a esconderse a Panamá“, relató.