Entre el amigo Pablo y la contraparte que representaba Escobar, “El Chino” Jiménez afirmó que el capo “engañaba a cualquiera”

El fotógrafo de la familia del líder del cartel de Medellín reveló detalles de cómo era la relación del capo con sus cercanos

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El fotógrafo de Pablo Escobar
El fotógrafo de Pablo Escobar indicó que el capo era totalmente diferente cuando estaba con su familia - crédito @Másalládelsilencio/YouTube/Colprensa

Edgar “El Chino” Jiménez, es recordado en Colombia por haber sido el fotógrafo personal de Pablo Escobar y su familia, llegando a convertirse en un invitado infaltable de las principales celebraciones del capo.

Es por ello que en el pódcast Más allá del silencio, en el que reveló secretos de lo que vivió entre 1980 y 1989, Jiménez también habló de su “amistad” con Pablo y lo lejano que estuvo de compartir con el Escobar que comandaba al cartel de Medellín.

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En primer lugar, Jiménez recordó que conoció a Pablo Escobar en el colegio, describiendo al capo como una persona tranquila.

“Pablo era un tipo callado, era incluso que no trascendía. Yo era buen estudiante y los buenos estudiantes tienen recordación, también los malos, pero Pablo no estaba en esos, estaba en el intermedio, era un tipo callado al que no le inquietaba el estudio, desde esa época pensaba en otras cosas”.

Jiménez indicó que no conoció
Jiménez indicó que no conoció la faceta de criminal de Pablo Escobar - crédito @Másalládelsilencio/YouTube

Sobre la juventud del capo, recordó que tuvo una ligera fama por su hermano, Roberto Escobar Gaviria, más conocido como “El Osito”, que en esa época era ciclista profesional.

“Pablo se volvió famoso porque llamaban a lista: Escobar Gaviria y en el 65 su hermano era ciclista, era un ídolo para nosotros. Pablo como hermano se volvió reconocido y lo comenzamos a llamar ”El Osito" también“.

En una anécdota que llamó la atención de Rafael Poveda, “El Chino” reveló que en su adolescencia Pablo Escobar fue famoso en su pueblo por el reconocimiento que tenía su hermano “El Osito” en el ciclismo.

“Pablo se hizo famoso por Roberto y después Roberto se hizo famoso por Pablo. La gente puede cambiar con el poder económico, cuando tienen se convierten en otro, pero a Pablo eso no lo cambio, él siguió siendo el mismo, un tipo sencillo, yo creo que le sacó eso al papá”.

Jiménez conoció a Escobar cuando
Jiménez conoció a Escobar cuando estaba en el colegio - crédito @Másalládelsilencio/YouTube

Al hablar de su reencuentro con Escobar, Jiménez mencionó que siempre conservó la tranquilidad que lo caracterizaba y la forma de tratar bien a sus cercanos.

“Uno imaginaba que el tipo más rico de Colombia era diferente, pero siempre me preguntaba si estaba acomodado, si me estaban atendiendo. Eso sí, era tranquilo con sus amigos y su entorno, eso fue lo que yo conocí. Con sus enemigos no era el mismo”.

Es por ello que el fotógrafo no pudo profundizar sobre el Escobar líder del cartel de Medellín, puesto que reconoció que nunca lo vio en esa faceta.

“Eso tiene que ser una persona que en la mente tiene que tener algo único. De ahí la fama que tiene, es un bandido que no existe más; sin embargo, en esa época de violencia, con los amigos, por lo menos conmigo, siguió siendo el mismo, con Pablo se engañaba cualquiera”.

Jiménez vio como Escobar dejó
Jiménez vio como Escobar dejó de ser considerado un empresario para ser mencionado como el mayor criminal del país - crédito @Másalládelsilencio/YouTube

Para Jiménez, la guerra cambió por completo a Pablo Escobar, que después de atacar al Estado, el cartel de Cali y los Pepes, se convirtió en un “demente”.

“Su transformación fue un odio tenas, muy fuerte contra las elites empresariales y políticas del país, no perdonaba y esa siempre fue su forma de ser. Todo el que lo atacaba era un enemigo y consideraba que podía hacer lo que quisiera, una condición mental que yo no pudiera explicar, eso es de alta psicología, se convirtió en un demente”.

Por último, reveló que el trato amable de Escobar también era visible con sus sicarios, a los que quería como hijos, pero no dudaba en asesinar si era necesario, recordando que esto último fue lo que paso con alias Yuca.

“La “Yuca” se fue llenando de plata, llegó a tener guardaespaldas y un día en la oficina de Pablo se enojó y dijo que era injusto que Pablo se quedara con la mayoría de la plata. Lo mandaron a la casa y le dijo a los demás lugartenientes que ya estaba asado, que tocaba chulearlo (asesinarlo), a los tres días lo estaban esperando ”Chopo”, “Arete” y le pegaron como 80 tiros. Así como los quería, así era duro cuando no eran leales".