En Transmilenio, dos sujetos se pelearon con armas cortopunzantes: uno de ellos estaba en muletas

Según se observa en un video que se viralizó en redes sociales, un sujeto con muletas buscó detener el enfrentamiento, que atrajo la atención de decenas de personas a plena luz del día

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Hombres se enfrentaron en plena estación de Transmilenio- crédito @ColombiaOscura/X

En definitiva, la intolerancia continúa posicionándose como una de las grandes problemáticas en todo el territorio nacional. Y es que más allá de los múltiples casos de inseguridad relacionados con el conflicto armado en las distintas regiones en el país, los casos basados en enfrentamientos entre ciudadanos, situación que se registra a diario, siguen generando terror entre la comunidad.

Por ejemplo, en uno de los casos más recientes, dos sujetos fueron captados enfrentándose con armas cortopunzantes en plena estación de Transmilenio. Al parecer, los hechos se registraron en una de las paradas de la avenida Caracas, uno de los tramos viales más importantes en la capital colombiana.

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Puntualmente, la escena muestra a un sujeto que tenía un trapero y, pareciera, estuviera haciendo aseo dentro de la estación, peleándose con otro hombre que contaba con un arma cortopunzante.

El individuo que tenía el trapero contaba con un palo que tenía una punta filosa e intentó, en reiteradas ocasiones, atacar al otro sujeto, que vestía con una camisa blanca, pantalón azul y tenis blancos.

La escena generó decenas de
La escena generó decenas de comentarios en redes sociales- crédito @ColombiaOscura/X

En el video se ve que la escena era atestiguada por decenas de personas que aguardaban dentro de la misma estación, como por ejemplo un hombre en muletas que buscó disipar la pelea cuando estaba en su punto más álgido.

No obstante, a pesar de los intentos del sujeto en condición de discapacidad por calmar la situación, el enfrentamiento se prolongó durante algunos segundos.

Los dos sujetos tenían armas
Los dos sujetos tenían armas cortopunzantes- crédito @ColombiaOscura_/X

La escena generó decenas de comentarios en redes sociales, donde internautas bromearon con la pelea: “Capítulo 276768 “Las personas de otras regiones que llegan a Bogotá le aportan mucho a la ciudad”: las personas de otras regiones“, ”Otra vez se está poniendo de moda la danza de los primates...“, ”Hermoso exhibición de esgrima y además con réferi con muletas que hermosura de deporte !!!“, ”Tranquilidad: están practicando esgrima para los próximos juegos Olímpicos. Los angeles 2028“, fueron algunos de los comentarios al respecto.

Y es que dicho episodio representa una muestra más de la problemática que representan los casos de intolerancia, no solo en Bogotá, sino en todo el país. De hecho, es por este tipo de casos de decenas de personas fallecen en el territorio nacional a diario.

Dos de cada diez asesinatos
Dos de cada diez asesinatos en Colombia están relacionados con casos de intolerancia- crédito Colprensa

Dos de cada diez personas mueren por casos de intolerancia

La intolerancia en Colombia representa una crisis latente que afecta la calidad del tejido social e impacta directamente en las tasas de violencia interpersonal. Según datos del Ministerio de Defensa, en 2025 dos de cada diez homicidios en todo el país ocurrieron en medio de riñas originadas por reacciones desproporcionadas ante pequeñas ofensas, chismes o “miradas provocadoras”.

En 2024, más de 1.800 personas fallecieron por ataques sujetos a intolerancia social —disputas entre conocidos o extraños que escalaron con armas blancas o manos limpias. La proporción no ha cambiado significativamente desde al menos 2021, cuando el 57 % de los homicidios fue atribuido a casos de intolerancia y riñas.

Este fenómeno encuentra raíces tanto emocionales como estructurales. En el plano digital y político, la Misión de Observación Electoral mostró que al menos el 18 % del total de mensajes durante procesos electorales contiene alto grado de agresividad, intolerancia o discurso polarizador; esta polarización también alimenta una permisividad social hacia el ataque verbal que puede traducirse en violencia física.

En Colombia, la intolerancia no solo se expresa en riñas urbanas, sino también como discriminación sistemática contra poblaciones vulnerables. La población migrante venezolana ha sido blanco recurrente de discursos de odio y ataques comunitarios, incluyendo linchamientos y amenazas en ciudades fronterizas como Cúcuta y Bucaramanga. Al mismo tiempo, comunidades afrodescendientes, indígenas y sakés enfrentan racismo estructural: la pobreza, recorte de servicios, subregistro del censo y acceso desigual a oportunidades persisten como formas institucionalizadas de intolerancia.