Con el objetivo de consolidar un sector aéreo más eficiente en materia ambiental y alineado con las metas internacionales de descarbonización, la Aeronáutica Civil y Ecopetrol firmaron un Memorando de Entendimiento que da vida al programa SAF Vuela, una estrategia conjunta que busca posicionar a Colombia como referente regional en la producción y uso de Combustible de Aviación Sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).
Este acuerdo, de carácter interinstitucional, contempla mecanismos de cooperación técnica, articulación regulatoria y fortalecimiento de capacidades, pilares indispensables para alcanzar la ambiciosa meta nacional: producir 450 millones de galones de SAF hacia 2050.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
La hoja de ruta para el desarrollo de este biocombustible, establecida como uno de los componentes del Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026, plantea una serie de objetivos escalonados. El primero de ellos es lograr la producción de 100 millones de galones para 2035. Para esto, se prevé un proceso de transición progresiva que abarque desde la identificación de materias primas sostenibles hasta la implementación de plantas industriales especializadas, con capacidad suficiente para atender la demanda interna del transporte aéreo y, potencialmente, de exportación.
Colombia diseña su primera planta exclusiva de SAF, en una ruta entre Ecopetrol y la Aeronáutica
Este nuevo memorando suscrito entre Ecopetrol y la Aeronáutica Civil, el 10 de julio de 2025, no solo responde a los compromisos climáticos del país, sino que traza una ruta para fortalecer el ecosistema productivo asociado a los biocombustibles avanzados.
En palabras del director general de la Aeronáutica Civil, brigadier general José Henry Pinto Rodríguez, para la misma entidad de transporte aéreo que, “la firma de este memorando de entendimiento es una muestra del compromiso del Estado colombiano con una aviación moderna, ambientalmente responsable y conectada con los desafíos globales. ‘SAF Vuela’ representa un primer paso hacia una aviación más limpia y comprometida con la seguridad operacional que nos caracteriza”.
La iniciativa parte del reconocimiento de que el sector aéreo enfrenta retos considerables en su transición energética. Aunque el SAF puede mezclarse hasta en un 50% con el combustible convencional sin requerir modificaciones en las aeronaves ni en la infraestructura aeroportuaria, su incorporación masiva requiere condiciones habilitantes que van desde incentivos económicos hasta regulaciones específicas.
En este sentido, el memorando no contempla por ahora beneficios tributarios ni exenciones, aunque gremios del sector energético como Fedebiocombustibles mostraron la urgencia de una legislación que otorgue estímulos similares a los concedidos a otras energías renovables.
El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa Barragán, recalcó la importancia de esta alianza como un paso decisivo en la transformación energética de Colombia: “El programa ‘SAF Vuela’ representa un avance fundamental en la hoja de ruta de los combustibles sostenibles de aviación, en la cual Ecopetrol viene trabajando de forma comprometida. Como compañía tenemos la expectativa de seguir impulsando la transición energética para el país, de manera sostenible y responsable”.
Uno de los ejes estratégicos del acuerdo es el impulso a la investigación aplicada y la validación técnica de materias primas viables, lo que implica un diálogo continuo entre actores públicos, privados y académicos. En el escenario actual, se exploran opciones como aceites vegetales residuales, residuos agrícolas y grasas animales procesadas.
La viabilidad de estos insumos está condicionada por su disponibilidad sostenible, su capacidad de reducción de emisiones y su compatibilidad con los procesos de producción establecidos por los estándares internacionales.
En paralelo, se encuentra en marcha el diseño técnico y logístico de la primera biorefinería destinada exclusivamente a la producción de SAF en Colombia. Según Fedebiocombustibles, esta planta —que estaría liderada por la empresa BioD, reconocida actualmente por su producción de biodiésel— tendría capacidad para producir hasta 50 millones de galones anuales, con un horizonte de entrada en operación para 2029.
Su construcción implicaría inversiones en infraestructura, adecuaciones tecnológicas y un modelo de suministro de biomasa estable, factores que serán claves para garantizar la competitividad del SAF frente a los combustibles fósiles.
En cuanto a las acciones inmediatas derivadas del memorando, se contempla la creación de una mesa técnica interinstitucional encargada de coordinar las acciones de certificación, normatividad y apoyo técnico en todas las etapas de la cadena de valor del SAF.
Este órgano también tendrá la misión de articularse con organismos multilaterales y programas internacionales que ya avanzan en esta línea, como la Iniciativa Global de Combustibles Sostenibles de Aviación promovida por la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci).
Más Noticias
Cortes de la luz en Santander: las suspensiones del servicio eléctrico este 30 de noviembre
ESSA dio a conocer los cortes al servicio eléctrico que se realizarán este día en el departamento de Santander
Con emotivo mensaje, Shakira agradeció a Dua Lipa por cantar ‘Antología’ en su concierto en Bogotá: “¡Qué regalo!”
La cantante barranquillera recordó que escribió la pieza en la capital colombiana
Detienen a dos hombres tras presunto caso de robo en Medellín: uno de los capturados sería un reconocido creador de contenido
Juan Diego Gutiérrez, conocido por sus videos de maniobras ilegales en moto, fue arrestado junto a otro hombre tras ser señalado de participar en un presunto intento de hurto
Gobierno nacional declaró como prioridad nacional la actualización de 130 aviones A320: “Colombia está respondiendo”
Desde el Ministerio de Transporte solicitaron a Airbus agilizar la entrega del software que todavía hace falta, para culminar las actualizaciones
Condominios no podrán mantener símbolos religiosos fijos en capillas comunes, determinó la Corte Constitucional
El alto tribunal protegió los derechos de una residente cristiana que reclamó el uso neutral de la capilla ubicada en la copropiedad, argumentando que su credo prohíbe orar frente a imágenes religiosas ajenas
