Bogotana relató las curiosas recomendaciones que le dieron presuntos delincuentes que intentaron estafarla por Marketplace

La mujer relató que, una vez enfrentó las excusas de los supuestos compradores, estos la bloquearon de redes sociales y eliminaron toda evidencia de su actuar criminal

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La joven por poco resulta siendo víctima de estafa bajo una modalidad que cada vez es más común - crédito @Qorazondemelocoton /Tiktok

Las redes sociales se han convertido en el puente ideal para, no solo entablar relaciones nuevas, también para llevar a cabo negocios, en su mayoría de mínima cuantía.

Estas prácticas, aunque inofensivas, han abierto la puerta para que los delincuentes actúen de manera audaz y estratégica, algunos incautos caen, mientras que otros se salvan y pueden contar la historía como una anécdota más.

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De hecho, una joven aprovechó su cuenta de TikTok para relatar cómo estuvo a punto de perder su consola Xbox por una sofisticada modalidad de estafa en Marketplace de Facebook, donde los delincuentes combinan presión psicológica, documentos falsos y acciones sincronizadas para convencer a sus víctimas de entregar sus bienes sin recibir el dinero.

La joven acudió al Marketplace
La joven acudió al Marketplace de Facebook para vender su consola Xbox - crédito @Qorazondemelocoton/Tiktok

Mari, conocida en redes sociales como @qorazondemelocoton, relató en un video el paso a paso del intento de engaño mientras intentaba vender su consola a través de la red social del gigante Meta.

Todo comenzó cuando una compradora identificada como Allison mostró interés y pidió fotos y detalles del producto. En medio de la supuesta negociación, Allison afirmó que vivía en Soacha, pero viajar hasta el municipio no le quedaba sencillo a la vendedora, pues reside en Bogotá.

“Me dijo: ‘Sí yo te lo compro, pero yo vivo en Soacha, lo puedes traer hasta Soacha y yo uy, me queda re lejos”.

Tras acordar condiciones, la presunta compradora ofreció enviar un taxi a recoger la Xbox.

Al día siguiente, otro personaje, que se presentó como Kevin Niño, esposo de Allison, la contactó por WhatsApp para coordinar el retiro.

La joven vivió la desagradable
La joven vivió la desagradable experiencia al intentar vender su consola - crédito Matt Slocum/ AP Foto

“Me dice: ‘¿Cómo lo vas a empacar?’. Le respondí: ‘Está envuelto, en una caja’. Y me dice: ‘Te recomiendo que lo metas en una bolsa y que la selles con cinta… dile al taxista que son unos cuadros’”, recordó Mari. Para ese momento, dijo, ya había señales que le generaban desconfianza.

“Llega el taxista y el man me hace una videollamada, y desde el momento en el que el man vió el taxi empezó a decirme ‘hey, pero entrégale el Xbox y ya te mando la plata’, y yo, no, hasta que no me mandes la plata”, dijo la joven.

Luego, la insistencia por entregar el producto aumentó. Los supuestos compradores enviaron pantallazos poco claros de una supuesta transferencia. “El pantallazo más borroso… quién sabe cuántas estafas se ha aguantado ese pantallazo”, afirmó.

La presión incluyó la presentación de documentos posiblemente falsificados. Kevin le envió imágenes de una cédula y fotografías de un carné policial. “Me dice: ‘Yo soy funcionario público, yo soy policía. ¿Por qué le haría daño a alguien?’”, detalló Mari, señalando la estrategia de generar confianza con identidades oficiales.

Esta modalidad normalmente involucra a
Esta modalidad normalmente involucra a supuestos funcionarios públicos, con el propósito de generar confianza en la víctima - crédito Johan Largo/Infobae

Sin dejarse intimidar, la joven decidió revisar su cuenta bancaria. “Obviamente no había nada”. El supuesto comprador envió otro pantallazo y un correo electrónico falso que aseguraba que el dinero se liberaría en dos horas por “actividad sospechosa”. Aun así la joven mantuvo su postura de no entregar el paquete al taxista.

El hombre que la había presionado intentó entonces apelar al enojo y la culpa. “El man se emputa, me empieza a hablar como golpeadito y me dice: ‘Ay, me cobraron $30.000’”. La respuesta de Mari fue clara: “Pues, a mí no me llegó la plata. Lo siento”.

Ante la duda, Mari informó que llamaría al banco para constatar el pago. Sin embargo, de inmediato, la conversación desapareció, las imágenes enviadas quedaron borradas y la supuesta compradora la bloqueó de la red social.

“No había terminado de colgar cuando ya habían eliminado todos los pantallazos de la conversación, y Allison ya me había bloqueado”, relató.

Gracias a la cautela y la verificación directa de la operación bancaria, la venta no prosperó y la joven evitó el fraude. Su consejo final: “Confíen en su intuición. No entreguen nada hasta que la plata esté en la cuenta. Si algo les huele raro, párenlo de una”.