
En Calamar (Guaviare) hay luto, pero también mucho dolor e indignación luego de que la Fiscalía General de la Nación realizara la exhumación de los restos de ocho líderes y religiosos en una fosa común que ubicaron en la zona rural de esa población.
Las víctimas fueron citadas a una reunión, a mediados de abril, por una de las estructuras de la disidencia de la extinta guerrilla guerrilla de las Farc que obedece a las ordenes de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco, de acuerdo con la investigación del ente acusador.
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Y aunque las autoridades locales alertaron a sus pares nacionales, porque las víctimas no regresaron de ese encuentro, fue hasta el pasado martes 1° de julio que se hizo el trágico hallazgo.
Sobre ese deleznable hecho, el alcalde de Calamar, Farid Camilo Castaño, expresó su desconsuelo, pero también su impotencia, ya que aseveró que hay un debilitamiento en la seguridad a nivel nacional, como también lo han reclamado, sus homólogos en todo el territorio colombiano.
“Esa es una de las principales frustraciones que tenemos hoy como mandatarios locales, tanto desde el gobernador como todos los alcaldes del departamento. Nos sentimos completamente olvidados, nos sentimos solos”, afirmó en una entrevista que concedió en la emisora Caracol Radio.

El mandatario municipal, en otro diálogo con la emisora La W Radio, expresó su enfado con el jefe de Estado, Gustavo Petro, ya que, según él, no solo no se tomó en serio la complicada situación de orden público en ese territorio del sur del país, sino incluso pidió que hicieran fiestas, pese a las graves amenazas.
“No es posible que el presidente, a través de un celular montado en un avión o detrás de un escritorio, hasta jocosamente, diga o invite a la población a que haga una verbena popular y que no está pasando nada”, cuestionó.
Castaño se refería al trino que publicó el presidente el pasado 5 de junio, cuando le estaban advirtiendo de que el grupo de ‘Iván Mordisco’ había impuesto un toque de queda en ese departamento.
“Invito a toda la población del Giuaviare a hacer verbena popular todos las noches. El ejército debe garantizar presencia en cada poblado ddl Guaviare. El comandante del ejército naciinal en esta área me responde personalmente [sic]”, trinó en esa ocasión.

Y 10 días después le volvieron a advertir de la situación de peligro para la población y de un nuevo confinamiento forzado en una de las zonas rurales.
Sin embargo, dio un parte de tranquilidad, incluso llegando a decir que había estado en el departamento y que no pasaba nada.
“Yo estuve personalmente en San José de Guaviare hasta la lindosa, ayer, donde está la capilla sixtina del arte rupestre de 20.000 años de antiguedad. Cuna de la cultura humana. No esta confinada.. [sic]”, reiteró.

Sobre estas expresiones aparentemente despreocupadas del presidente Petro, el alcalde de Calamar reaccionó con coraje, porque no tomo en serio sus alertas.
“Va lastimosamente el presidente al departamento y dice que no está pasando nada. Dice que todo está muy bien. Dice que no hay confinamiento, que no hay guerra. Pero hoy la realidad es otra”, afirmó en una conversación con el informativo de televisión Noticias RCN.
Indicó en ese mismo medio de comunicación que no podía considerarse como algo cotidiano que un grupo armado organizado sometiera de esa manera a sus territorios y hubiese tamaña inacción del Estado.
“No es normal una masacre de ocho personas. No es normal que confinen un departamento durante una semana completa. No es normal lo que estamos viviendo. Que hoy lo que vivimos en el Guaviare no es diferente a lo que se vive en otras partes del mundo. Y no es diferente a lo que vive el Cauca. No es diferente a lo que vive Chocó y otros departamentos”, dijo.

El alcalde de Calamar recordó, además, que las víctimas eran ciudadanos de la población civil que no tenían nada que ver con el conflicto y que eran reconocidos por su trabajo en la comunidad, por lo que resultaba tan doloroso e indignante la poca acción del Gobierno nacional.
“Eran ocho personas que vivían en una vereda de un municipio, personas que tenían casi todas una calidad de liderazgo, había un presidente de junta, un líder religioso, hablo de un pastor de un movimiento cristiano evangélico de la vereda, dos afrodescendientes también líderes de la región, ganaderos, comerciantes que fueron desaparecidos, todos de una u otra forma con una condición de liderazgo, pues, en la vereda y en el municipio”, afirmó.

Se debe recordar que durante el paro nacional de 2021, contra el Gobierno de Iván Duque, los manifestantes exigían acciones para frenar los crímenes en contra de los líderes sociales. Y aunque esa fue una de las promesas de campaña del hoy jefe de Estado, durante su administración este flagelo no cesa.
Según las cifras de del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), sin contar esta masacre, iban 79 líderes sociales asesinados en lo corrido de este 2025.
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