Carmiña Villegas explicó la manera correcta de comer oblea, según la etiqueta: “Lo había hecho mal toda mi vida”

La experta en etiqueta y empresaria colombiana regresó sobre su recomendación para comer buñuelos y amasijos

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Carmiña explicó la técnica para
Carmiña explicó la técnica para comerla en la mesa o de pie - crédito Carmiña Villegas

Continuado con su serie de recomendaciones sobre cómo manipular los típicos de la cocina colombiana en la mesa, la experta en etiqueta y empresaria colombiana Carmina Villegas explicó a sus seguidores la manera correcta de comerse una oblea, en la mesa o estando de pie.

Tradicional de la cocina Andina, consta de dos láminas delgadas y un relleno que puede cambiar dependiendo del gusto del comensal, que, usualmente, debe luchar para no mancharse ni derramar las salsas en su interior.

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Con esto en mente, Carmiña precisó: “Apasionados de la mesa, no se coma la oblea a mordiscos. Les recomiendo que, cuando ofrezcan una oblea en la mesa, la trocen a la mitad y, por pequeños pedazos, se la vayan comiendo”.

La experta en etiqueta compartió su ténica en la mesa o estando de pie - crédito Carmiña Villegas / Facebook

Al hablar sobre la oblea y la manera de comerla sin perder el estilo, Carmiña regresó sobre sus recomendaciones para buñuelos y otros amasijos, en los que se toma el alimento y se parte en pequeños pedazos, para luego llevarlos a la boca con la mano:

Así evitan llenarse toda la boca de arequipe, migas, untarse los dedos y comen correctamente”, añadió.

Pero, incluso, en el caso de la oblea, contempló cómo ingerirla en un contexto informal, o estando de pie, como suele hacerse en la mayoría de los casos con este alimento:

En caso de que no estén sentados en la mesa y ofrezcan la oblea estando de pie, de la misma manera, se va comiendo por pedazos”.

¿Dónde aprendió Carmiña lo que sabe de etiqueta?

Entre los recuerdos más vividos que Carmiña Villegas conserva de su infancia se encuentran los objetos y detalles de la casa de una familia de origen libanés, que la acogió como una hija más durante su adolescencia. La empresaria colombiana, hoy reconocida por su labor en el mundo de la etiqueta y como referente de la mesa, relató en el programa La Sala de Laura Acuña que estas experiencias marcaron el inicio de la pasión que más tarde definiría su vida y carrera. Según explicó, fue ese contacto diario con una cultura doméstica de refinamiento y tradición el que sembró en ella el aprecio por la calidad inigualable de los artículos para el hogar, desde sábanas hasta manteles y vajilla, piezas que —en palabras de Villegas— destilan “manualidad, cultura y tradición”.

De acuerdo con La Sala de Laura Acuña, la historia de Carmiña Villegas no comenzó directamente en el universo de la mesa, ni en el comercio de artículos de lujo. Tras titularse como psicóloga en la Universidad Javeriana, la empresaria fue encontrando, casi sin proponérselo, la vocación que la conduciría a las ventas de vajillas, mantelería y cubiertos de alta calidad, convirtiéndose así en la primera “apasionada de la mesa” en Colombia. Su transición profesional, explicó Villegas, estuvo marcada por la influencia de dos mentoras clave. La primera fue la madre de su amiga de colegio, una mujer libanesa que la invitó a formar parte de su hogar y cuyos hábitos y costumbres captaron la atención de la joven Carmiña.

En el colegio y en la universidad fue acercándose a su pasión por la mesa - crédito @lasaladelauraacuna / TikTok

En ese entorno, Villegas encontró un universo completamente distinto al de su propia familia. En la casa de su amiga, la disposición de los elementos en la mesa, la calidad de los tapetes y la procedencia de los manteles —hechos a mano en Beirut y conservados durante décadas— dejaron una impresión profunda. La empresaria narró con emoción cómo, hasta hoy, las sábanas usadas en el cuarto de huéspedes hace setenta años continúan en perfecto estado. A su regreso al hogar, Carmiña sentía el contraste: “Fue un conflicto de adolescente, porque veía ciertas cosas en la casa de mi amiga y en la mía no había nada. No tenía edad para hacer esos comentarios, quedaba como malcriada, pero después entendí que anda que ver”.

Pero no solo se dejó descrestar. Villegas también relató, durante la entrevista, cómo se convirtió en una “esponja” que absorbía no solo las imágenes, sino la historia y la esencia de cada pieza: “Me fascina, llegaba a mi casa a contarlo todo”, mencionó sobre su afición por compartir y replicar lo que veía en la familia libanesa. Este entusiasmo inicial fue la semilla de su interés por preservar y difundir la cultura de la mesa, aún antes de imaginar que convertiría esa pasión en un proyecto empresarial.

Desde que era una niña,
Desde que era una niña, la también psicóloga conectó con su pasión por la mesa, que la llevó a convertirse en empresaria y una voz de autoridad en cuanto a las buenas costumbres - crédito @lasaladelauraacuna / TikTok

La segunda gran influencia llegó unos años después, durante su etapa universitaria en la Pontificia Universidad Javeriana. Carmiña compartió que cursó la carrera de psicología junto a una compañera bastante mayor, una bogotana criada en Europa cuya casa era un ejemplo cotidiano de etiqueta y hospitalidad. “Había un entrenamiento en el personal”, contó Villegas, aludiendo a las muchachas que servían almuerzos con guantes blancos y bandejas de plata, tanto a los invitados nocturnos como a los propios estudiantes en las tardes de estudio.

Villegas destacó el carácter natural y no impuesto de la etiqueta en esa casa, así como la oportunidad de aprender desde la observación y la curiosidad. Según describió en La Sala de Laura Acuña, sus compañeros de universidad solían sentirse incómodos en ese ambiente tan formal y preferían dejar de asistir, mientras que ella decidió aprovechar cada encuentro como fuente de aprendizaje: “El que quiso aprender, aprendió y yo me dediqué a preguntar”. Esta disposición la llevó, años más tarde, a viajar a Bélgica y reencontrarse con su amiga —ya instalada en Bruselas—, acompañándola a recorrer tiendas especializadas en recibir vajillas y artículos exclusivos.