Un hombre conocido como el ‘ahorca abuelos’ de Cúcuta fue condenado por dos homicidios

Wilfran Andrés Zarza Passos, conocido como alias Mugre, de 27 años, recibió una sentencia de 25 años de prisión por los homicidios de dos adultos mayores en Cúcuta, ocurridos entre abril y octubre de 2020. Tras aceptar un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, el juez lo condenó por los delitos de homicidio agravado y hurto calificado agravado.

Los crímenes se cometieron con un mismo patrón: asfixiar a las víctimas para apoderarse de sus objetos de valor. Desde su captura en diciembre de 2020, Zarza Passos ha permanecido recluido en la Cárcel Modelo de Cúcuta a la espera de cumplir la pena impuesta.

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El 23 de abril de 2020, en el barrio Toledo Plata, la víctima fue Luis José Rincón Villalobos, peluquero de 68 años. Según la investigación, “Mugre” solicitó un corte de cabello para ingresar a la vivienda ubicada en la avenida 15 con calle 16. Una vez dentro, golpeó a Rincón en la cabeza, lo amarró de manos y pies y lo estranguló hasta causarle la muerte. Las autoridades establecieron que el móvil fue el robo de un cilindro de gas, una grabadora antigua y un celular.

Los vecinos notaron la presencia de la ambulancia al día siguiente, cuando hallaron el cuerpo del hombre ensangrentado. También encontraron la mascota de Rincón muerta frente a la casa, por lo que la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación iniciaron la recolección de pruebas y revisaron cámaras de seguridad que registraron a un sujeto vendiendo el cilindro por $30.000 el mismo día.

Esa pista permitió a los investigadores asociar a “Mugre” con el primer homicidio. Durante la instrucción del caso, surgió la hipótesis de que pudo haber un cómplice, pero esto no se comprobó al cierre del proceso.

Seis meses después, el 19 de octubre de 2020, el segundo crimen se registró en el barrio Simón Bolívar. La víctima fue identificada como Bertha Lina Zapata Valencia, de 76 años, que fue encontrada dentro de su vivienda en la calle 16 con avenida 24. La mujer fue asfixiada y el cilindro de gas, al igual que en el caso de Rincón, fue robado.

Las cámaras de seguridad captaron a un hombre con características físicas similares a las del autor del primer homicidio, portando el cilindro de gas al hombro mientras huía del lugar. Esta coincidencia reforzó la vinculación de alias Mugre con los asesinatos. Testigos del sector corroboraron la descripción del agresor, y la Fiscalía consolidó la evidencia para presentar cargos por homicidio agravado y hurto calificado agravado.

La Policía Nacional logró identificar a Wilfran Andrés Zarza Passos tras analizar imágenes de video y testimonios. Estos indicios apuntaron a que el sospechoso actuaba con violencia extrema y un patrón de robo a personas de la tercera edad. Además de los dos homicidios consumados, se estableció que, en el mismo período, “Mugre” intentó estrangular a otra mujer mayor con discapacidad, también en Simón Bolívar, para robarle un cilindro de gas, aunque no consiguió matarla.

El 4 de diciembre de 2020, agentes del CTI y la Policía capturaron a Zarza Passos en el barrio Simón Bolívar, a solo tres cuadras de la vivienda donde asesinó a Bertha. La orden de captura fue ejecutada de manera rutinaria mientras él caminaba por la calle y llevaba consigo una mochila con objetos presuntamente robados en otros atracos. Durante la audiencia de legalización de captura, se reveló su dependencia a la heroína y la marihuana, adicciones que lo habrían llevado a cometer los crímenes para financiar su consumo.

El proceso judicial en su contra incluyó testimonios de vecinos, análisis de video, peritajes forenses a las escenas del crimen y exámenes de medicina legal que confirmaron la causa de muerte por asfixia. Asimismo, la Fiscalía determinó que el nivel de violencia y la relación de las víctimas con el robo exigían una pena ejemplar, por lo que se estableció una condena de 25 años de prisión.

Ante la gravedad de los hechos, vecinos de las víctimas y organizaciones de derechos humanos exigieron mayor presencia policial en zonas residenciales y campañas de prevención de violencia contra la tercera edad.