
La constante aparición de videos sobre fenómenos anómalos no identificados (Fani) y la declaración del desierto de La Tatacoa en Huila, la Peña de Juaica o el cañón del Chicamocha, como zonas de avistamiento ovni, han hecho de Colombia un país en el que un porcentaje considerable de la población cree en la posible la visita de vida extraterrestre.
Basta con echar un vistazo a las cifras de la encuestadora francesa Ipsos, que, en el 2023, encontró que el 26% de los colombianos creían que podría establecerse contacto con seres de otro mundo, ese mismo año.
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Su entusiasmo por la vida extraterrestre es tal que el país se convirtió en el quinto con mayor porcentaje de creyentes en el mundo y el primero del continente americano, por encima de países, como Perú, México, Brasil, Chile y Argentina.

Por encima de Colombia, únicamente, se encuentran la India, con un 43% de creyentes; Arabia Saudita, con un 38% de creyentes; los Emiratos Árabes Unidos, con un 36% de creyentes, y Tailandia, con un 29% de creyentes.
Desde la encuestadora, sugieren que el 43% de la India podría estar influenciado por las películas de vida extraterrestres, aunque, con todo y la industria cinematográfica de Hollywood, en los Estados Unidos, apenas, y se alcanzó un 17%.
Mientras, en países entusiastas de la cultura pop y la corriente futurista, como Japón y Corera del Sur, se obtuvo un 8% y 12%, que los sitúa en las últimas posiciones del listado.

Lugares de Colombia en los que se han reportado avistamientos ovnis los últimos años:
Las declaraciones del exoficial de inteligencia de los Estados Unidos, David Grusch, sobre la supuesta posesión de “restos biológicos no humanos” por parte del gobierno estadounidense reavivaron el debate sobre vida extraterrestre a mediados del 2023.
Estas afirmaciones, presentadas ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos, describen restos encontrados en naves que habrían alcanzado velocidades supersónicas y resistido condiciones extremas, como vientos huracanados de categoría 4. Aunque organismos como la NASA no han confirmado evidencia de vida inteligente fuera de la Tierra, el tema ha reavivado el interés por fenómenos similares reportados en otras partes del mundo, incluyendo Colombia.
En el país, los avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNIs) y relatos de encuentros con posibles seres extraterrestres han sido documentados desde hace décadas. Según explicó Germán Puerta, director del Planetario de Bogotá, a El Tiempo, estos fenómenos son comunes y, en muchos casos, tienen explicaciones astronómicas, meteorológicas o tecnológicas. Puerta señaló que la proliferación de satélites y drones puede confundir a las personas, llevándolas a interpretar ciertos avistamientos como eventos extraterrestres.
El interés por los OVNIs no es nuevo. Desde la década de 1950, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos inició el Proyecto Libro Azul, un registro exhaustivo de avistamientos dentro y fuera del país para evaluar posibles amenazas. En este contexto, Colombia también ha sido escenario de numerosos reportes que han capturado la atención de investigadores y entusiastas del tema.

Uno de los casos más antiguos ocurrió en Bogotá en 1964, cuando un avión T33 de la Fuerza Aérea intentó interceptar un objeto volador no identificado cerca del aeropuerto El Dorado. En Tabio, una localidad cercana a Bogotá, se han registrado múltiples incidentes. En las montañas de la peña de Juaica, un piloto reportó haber visto un OVNI de color azul, mientras que en los años 90, un campesino afirmó haber sido abducido por un platillo volador en la misma zona.
En Cali, vecinos de una base militar han reportado avistamientos recurrentes de objetos que parecen no pertenecer a este mundo. De otro lado, en Puerto Salgar, un pequeño municipio de Cundinamarca, abundan los relatos de encuentros cercanos con seres de origen desconocido. Otro lugar emblemático es el Cañón del Chicamocha, donde se encontró un objeto circular de colores azul y rojo que despertó el interés de los aficionados a los OVNIs.
El Desierto de la Tatacoa, conocido por su paisaje árido y su cielo despejado, también ha sido señalado como un lugar especial para los creyentes en la vida extraterrestre. Algunos aseguran que bajo su superficie existe un puerto oculto para naves espaciales. En el corregimiento de Guasimal, en el municipio de Zarzal, hay quienes sostienen que seres con características humanas, pero de origen extraterrestre, viven entre los habitantes locales.
Otro caso destacado ocurrió en Anolaima, donde los residentes aún recuerdan la historia de Arcesio Bermúdez. Según los testimonios, Bermúdez murió tres días después de perseguir una luz brillante en el cielo junto a un grupo de niños, un evento que dejó una huella en el municipio cundinamarqués.
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