Carlos Fernando Galán responde a críticas sobre el levantamiento del racionamiento de agua: “No crean en teorías chimbas”

De acuerdo con el alcalde, el progreso en los niveles de Chingaza desmiente los discursos pesimistas y confirma una tendencia positiva en la gestión del agua

Guardar
Galán recomendó no dejarse llevar
Galán recomendó no dejarse llevar por "teorías alarmistas" sobre la situación del agua en Bogotá - crédito Montaje Johan Largo/Infobae

El sistema hídrico de Chingaza, que abastece de agua a gran parte de Bogotá y sus alrededores, está mostrando una recuperación significativa tras semanas de racionamiento. Según indicó el alcalde Carlos Fernando Galán a través de su cuenta en X, el nivel del sistema se encuentra actualmente en más del 45%, superando en 23 millones de metros cúbicos la curva guía, que representa el nivel normal para esta época del año.

De acuerdo con el alcalde, dicho avance permitió que el consumo promedio de agua en la ciudad se mantenga por debajo de los niveles registrados antes de la implementación de las restricciones. En su mensaje, Galán instó a la población a no dejarse influenciar por teorías alarmistas que circulan en redes sociales, subrayando que Bogotá se encuentra en una posición favorable gracias a las medidas adoptadas y al trabajo conjunto de la comunidad.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

“Una breve actualización sobre Chingaza y el agua de Bogotá. Dos semanas después de levantar el racionamiento, vamos por buen camino. Chingaza está en más de 45% y está 23 millones de m3 por encima de la curva guía, es decir del nivel normal para esta época del año. Además, el consumo promedio de la ciudad sigue por debajo del que teníamos antes del racionamiento. Tenemos que seguir trabajando juntos. Bogotá está viva, no crean en teorías “chimbas” de quienes cada día trinan sobre un nuevo apocalipsis“, fue el mensaje que publicó Galán en su cuenta de X.

Bogotá mantiene consumo de agua
Bogotá mantiene consumo de agua por debajo de los niveles previos al racionamiento, según el alcalde Galán - crédito Carlos Fernando Galán

Cabe resaltar que, el sábado 12 de abril de 2025, la Administración distrital tomó la decisión de levantar el racionamiento de agua, medida que había sido implementada debido a una emergencia climática que afectó los niveles del Sistema Chingaza en 2024.

Según detalló la administración, la decisión se basó en la mejora de las condiciones hídricas y en la tendencia positiva observada en los niveles del sistema, lo que permitió superar la emergencia. Con esta determinación, se restableció el servicio de agua en sectores clave de Bogotá, como Suba y Usaquén, así como en municipios vecinos como Chía, Cajicá, Sopó, Tocancipá y Cojardín.

El equipo técnico de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) recomendó el levantamiento de las restricciones tras realizar un análisis detallado del comportamiento histórico de las afluencias diarias durante el mes de abril, considerando datos recopilados entre 1997 y 2024.

Análisis técnico de la Eaab
Análisis técnico de la Eaab confirma estabilidad hídrica en Bogotá basándose en datos históricos desde 1997 - crédito CAR

Este análisis incluyó escenarios de lluvias máximas, mínimas y medias históricas, y concluyó que las condiciones hidrológicas actuales coinciden casi completamente con las tendencias históricas, lo que garantiza la estabilidad del suministro de agua en el corto plazo.

Concejalas cuestionan manejo hídrico del alcalde Galán

La crisis hídrica que afecta a Bogotá desde hace más de un año generó un intenso debate político en el Concejo de la ciudad, donde cabildantes del Pacto Histórico cuestionaron duramente la gestión del alcalde Carlos Fernando Galán.

Durante una sesión de control político titulada “Bogotá Camina sin Agua”, se expusieron las fallas estructurales en el manejo del agua y las decisiones que, según las críticas, han puesto en riesgo la seguridad hídrica de la capital colombiana.

La concejala Donka Atanassova señaló que, pese a los esfuerzos de la ciudadanía por reducir el consumo de agua, la administración distrital no ha implementado medidas estructurales para enfrentar la crisis. Según Atanassova, los bogotanos lograron ahorrar más de 46 millones de metros cúbicos de agua, pero el distrito no aprovechó este esfuerzo para transformar el modelo de gestión hídrica.

La cabildante señala fallas estructurales
La cabildante señala fallas estructurales en el manejo del agua - crédito Concejo de Bogotá

La concejala denunció que la administración no reconoce el carácter estructural de la crisis y persiste en un modelo de desarrollo que prioriza la urbanización sobre suelos con aptitud agropecuaria y la venta de agua en bloque a municipios con déficits de acueducto. “El agua —como el tiempo— se nos agota”, afirmó Atanassova, quien también destacó que el Gobierno Nacional ha mostrado voluntad política y capacidad técnica para ayudar, aprobando en seis meses la recirculación de agua tratada para uso industrial y formulando lineamientos ambientales para Bogotá y la Sabana.

Por su parte, la concejala Ana Teresa Bernal, también del Pacto Histórico, calificó como irresponsable y políticamente sesgado el manejo de la crisis por parte del alcalde Galán. Bernal criticó la celebración pública del levantamiento del racionamiento de agua, señalando que esta medida no significa que la inseguridad hídrica haya sido resuelta.

Según la concejala, el riesgo estructural persiste y requiere una planificación seria y una transición hídrica sostenible. Además, denunció incongruencias entre los discursos institucionales y las acciones reales, como el rechazo a la resolución de ordenamiento ambiental de la Sabana, el debilitamiento de la protección de humedales y la falta de políticas para el aprovechamiento de aguas lluvias.

Bernal también cuestionó la decisión de levantar el racionamiento con el embalse de Chingaza al 40% de su capacidad, cuando en enero ese mismo nivel había sido calificado como alerta roja. De acuerdo con datos oficiales, el objetivo para levantar la medida era alcanzar un 70% de almacenamiento, lo que pone en duda la sostenibilidad de la decisión.

Cuestionan incongruencias entre discursos y
Cuestionan incongruencias entre discursos y decisiones sobre el manejo hídrico en Bogotá - crédito Concejo de Bogotá

Igualmente, la concejala advirtió que el consumo diario sigue siendo crítico, con cifras que ya se acercan a niveles alarmantes. En ese contexto, Bernal acusó a la administración de manipular la información técnica para justificar sus decisiones, creando una falsa percepción de estabilidad al comparar los niveles actuales con los de 2024, el peor año en décadas en términos hidrológicos.

Otro punto destacado por Bernal fue la limitada capacidad de la planta Tibitoc, que depende del caudal del río Bogotá y solo cubre entre el 20% y el 25% de la demanda de la ciudad. Eso, sumado a las proyecciones de consumo que superan los 18 m³/s para el resto del año, evidencia la fragilidad del sistema hídrico de Bogotá.

La concejala criticó la falta de estrategias de ahorro y campañas pedagógicas por parte del Distrito, a pesar de las advertencias del Ideam sobre el fenómeno de El Niño desde 2023. Según Bernal, la gestión del agua en Bogotá ha sido reactiva, improvisada y desconectada de una visión estructural sobre la seguridad hídrica a largo plazo.

Durante su intervención, Bernal también denunció la ausencia de líneas estratégicas robustas en el Plan de Desarrollo Distrital para promover una transición hídrica. La concejala comentó que no se han impulsado alternativas como el reuso de aguas residuales, la captación de lluvias o incentivos para la eficiencia hídrica, lo que refleja una visión tecnocrática y cortoplacista de la crisis. Asimismo, rechazó la violencia política y la estigmatización de quienes defienden el medio ambiente, mencionando el caso del concejal Javier Cifuentes, que fue amenazado tras denunciar prácticas extractivas de agua por parte de empresas privadas.